El paso testimonial por Zaragoza del año pasado ha quedado en nada respecto de la edición recién celebrada en la que la capital aragonesa ha sido el epicentro de las actividades. Lo mejor, que la caravana estuvo expuesta en plena Plaza del Pilar, a la espera de la ceremonia de salida. Buen sitio para poder presumir de público.
El Recinto Expo Zaragoza acogió la asistencia, y desde luego por sitio no se pudo quejar el personal, aunque hubo que extremar las precauciones para que no se produjeran daños. Está bien el emplazamiento, aunque es de poco paso. Además podríamos estar más juntos ya que la distancia de punta a punta era enorme.
En las verificaciones los T1+ se llevan todas las miradas y… el trabajo. Sus grandes dimensiones hacen que se tenga que modificar algunos de los procesos como la anchura de la bascula para poder pesarlos.
Sin dejar la categoría, Daniel Alonso fue un correctísimo anfitrión de María Luis, enseñándole su flamante Ford sin secretos y comentando el asturiano a la portuguesa sus planes de futuro y viceversa.
El Ejército de Tierra, también ha crecido en cuanto a colaboración. En la ceremonia de salida tenían montada una zona donde daban a conocer sus actividades desde un espectacular URO Vamtac.
En esta línea, el tramo de San Gregorio fue el de mayor desarrollo de la carrera, y dadas las circunstancias de lluvia, el remedio para que el recorrido tuviera buen kilometraje. De hecho es la primera vez en la historia del certamen que una prueba aumenta su recorrido en vez de reducirlo. Espectacular, sin polvo y con muchas cosas que ver como coches en grupo, persecuciones y despistes. Solo una pega. Que el público no pueda pasar. Es algo en lo que trabaja la organización pero se debe arreglar sin demora.
Hubo quien se quejó de la dureza de la citada especial, pero es que nadie pasa despacio y los vehículos lo notan. Hubo mucho participante remolcado. Más de lo deseado.
La Fundación los Pueyos de Villanueva de Gallego estuvo presente con un grupo de alumnos. Coincidieron con el piloto Gerard Farrés, que estuvo colaborando con la organización en los primeros compases del fin de semana.
Nuestra colega en labores informativas Judith Florensa, debutó en competición a bordo de un Can Am con Fina Román en labores de navegación. Fue un bautizo integral en toda la extensión de la palabra, ya que en estos prototipos sobre todo sin parabrisas el agua se mueve a sus anchas. Acabó la carrera que es de lo que se trata.
