La cita recién celebrada, ha mantenido sus líneas maestras con la solidaridad de la mano de los intereses de cada equipo. Los todo terreno no dejaron de rescatar turismos cuando las circunstancias lo requerían.
Hubo buen ambiente entre los rivales, que no dudaban en esperar a los rezagados almorzando, y es que todos los coches llevaban comida y bebida en buenas cantidades.
Otros preferían darle a la mecánica desde el primer momento, aprovechando las horas de luz que quedaban, pero desde luego eran los menos.
El buen ambiente reinó hasta el final, posando en la imagen todos los mejores de cada categoría, en un ambiente deportivo y distendido tras haber recibido sus trofeos.
Como en cada edición, los equipos deben entregar ayuda en forma de ropa utensilios de colegio y similares. La caja reglamentaria siempre se queda pequeña ya que los participantes, aportan material extra de su pecunio.
Una muestra de que Marruecos nota la presencia extranjera en lo más recóndito del país, es la imagen que muestra un completo comedor instalado dentro de la Gara Meduar, conocida también como La Momia, para sorpresa de todos los que pasábamos por allí.
Sin embargo los locales empiezan a abogar por que se cuide el entorno de la mejor manera posible. El mural esta a la salida de la oficina de turismo del Erg Chebbi en la localidad de Hassilabied.
Un factor importante para que la carrera discurra con normalidad es el trabajo del equipo de apertura, que un día antes del paso de la caravana repasa el rutometro y lleva a cabo las correcciones pertinentes.
Más de media docena de vehículos transportan a los miembros de la organización, que desempeñan diversas funciones, desde el montaje de los puestos de control hasta el rescate, la atención sanitaria y los reportajes.