Todos sabemos que la población es el escenario de menor tamaño de todo el certamen, que acostumbra a moverse por capitales de provincia o localidades importantes, pero en los tiempos que corren tener un sitio que nos reciba así, no tiene precio.
Está todo muy junto, con enlaces mínimos y los servicios básicos cubiertos salvo con el alojamiento que a más de un equipo obliga a desplazarse hasta la capital provincial para poder dormir. Esto también tiene una doble lectura ya que visibiliza que la zona recibe un impacto económico en cuanto a pernoctaciones, importante.
Al frente del apoyo institucional se encuentra el alcalde, D. Marco Antonio Campos, y es que sin desmerecer el resto de colaboración por parte de las administraciones locales y provinciales, este primer edil es un ejemplo de implicación, ya que no solo cede las instalaciones que sean necesarias para la carrera, sino que también, arrima el hombro para todo. En esta instantánea, recoge el cable de la megafonía del breafing por poner un ejemplo.
Precisamente el breafing presencial es una de los pasos que el Automóvil Club Alcarreño, mantiene en su fin de semana de competición, peleando por las buenas costumbres que desde siempre ha atesorado la disciplina, no en vano supone el único momento en el que los implicados y sobre todo los deportistas pueden verse las caras.
El polvo fue el invitado no deseado de la prueba, y eso que llovió torrencialmente semanas atrás, pero el clima está siendo muy seco desde hace meses y la ausencia de viento, junto con la especial orografía de la zona hicieron el resto para complicar la vida a los participantes.
En ese orden de cosas, los cuidados son imprescindibles, y los colirios muy importantes, no solo por su aplicación, sino por la frecuencia de los mismos. En la imagen Fina Román, se encarga de poner a punto los ojos de Raquel Cecilia. En los buggies ligeros, sobre todo sin parabrisas se pasa mal sobre todo en estas circunstancias.
Los presupuestos desfallecen sobre todo con el avance de la temporada, y algunos equipos no se pueden permitir azafatas de carne y hueso. Unas estáticas cubren el expediente como mal menor.
¿Manuel Plaza haciendo auto-stop? Para nada. Siguiendo de cerca a sus “chicas” ya que la carrera deportiva de las mismas le preocupa más que la suya propia. Vivir para ver. Manolo cuando eran pequeñas, nunca pensó que acabaría así.
Nos movimos con un Subaru XV, que superó sin problemas, las trampas que esconden los caminos alcarreños, permitiéndonos llegas a zonas a priori reservadas para todo terrenos. Su buen sistema de tracción total y su destacada altura libre ayudan en la empresa.