La segunda cita aragonesa del Nacional, ha tenido luces y sombras, con momentos muy exclusivos y difíciles de igualar y con el varapalo de la suspensión cuando no se había llegado al ecuador de la prueba. Pero vayamos por partes.
Una de las principales novedades, ha sido el cambio del centro de operaciones de la carrera, que se ha trasladado a las instalaciones del circuito Internacional de Karting de Zuera. Mejor imposible. Sobró mucho sitio en la asistencia que ya es difícil dado lo que arrastran la mayoría de equipos y se contó con todas las instalaciones necesarias para que Deportivos, Técnicos y demás personal implicado llevara a cabo su labor sin problemas y sobre todo sin depender de las inclemencias del tiempo como quedó demostrado.
La carrera tuvo el mayor de los apoyos institucionales, dando la salida la mismísima Alcaldesa de Zaragoza, Dña. Natalia Chueca y el Presidente de la Real Federación Española de Automovilismo Manuel Aviñó.
A nivel autonómico el interés quedó patente con la participación en la prueba del Presidente de la Federación Aragonesa Anchel Echegoyen.
Precisamente la ceremonia de salida en plena Plaza del Pilar, fue todo un bombazo. Ni en la internacional Baja Aragón se utilizó en sus casi tres décadas de celebración con Zaragoza como escenario. Algunos deportistas afirmaban que en su vida habían estado tan cerca de un templo, otros no dudaron en inmortalizar el momento.
Otro punto destacado es el tramo celebrado en los terrenos militares de Sn Gregorio, no en vano el Ejército de Tierra es patrocinador principal. Recorrido todo terreno alabado por muchos de los participantes. La única pega es que está restringido el acceso de público y de equipos. Esta circunstancia, ha encontrado una posibilidad gestionada desde la organización para subsanar la situación para futuras ediciones. El tiempo dirá.
La imagen ilustra el momento en el que José Francisco Parra, Director de Seguridad de la carrera, hace oficial la suspensión de los tramos a celebrarse por la tarde como consecuencia de las lluvias caídas durante la mañana, que dejaron buena parte del recorrido impracticable, algo que aunque se podía ver como un reto mas para los vehículos, se traducía como una adversidad inabordable para ambulancias y rescates.
La caravana aceptó la decisión con disgusto pero entendiendo las circunstancias pese a lo costoso de los desplazamientos hoy en día por no hablar del trabajo organizativo dado al traste. Lo peor, que pasaron varias horas desde la suspensión hasta que se abrió el parque cerrado, lo que impidió un rápido regreso a los equipos a sus bases dadas las circunstancias.
Los que más sufrieron con la coyuntura fueron los que forman el equipo organizador con Guillermo Gómez y Alfonso Piñón al frente, que ya estaban advertidos previamente por las autoridades responsables en materia de medio ambiente en cuanto a que las pistas y caminos deberían sufrir el mínimo deterioro. La DANA, fue definitiva.
La Parabaja, es ya un fijo del Nacional. No solo son un ejemplo más de la inclusión de la que puede presumir nuestra disciplina, sino que se han convertido en testigos de excepción de los que pasa en carrera, ya que se encuentran a la cola del pelotón intentando avanzar, averiados, retirados y demás participantes con problemas.