Su papel es fundamental, puesto que garantizan varias funciones directamente relacionadas con la seguridad del vehículo. Intervienen directamente en la estabilidad direccional de tu 4×4 y garantizan tu seguridad. ¡Razón de más para que no los descuides! Podemos decir que sus funciones principales son templar y proteger. Deben templar los movimientos de pivote del tren delantero para así evitar bandazos y otros volantazos. Efectivamente, cual una vulgar rueda de carro de supermercado, las ruedas delanteras de un vehículo tienden a echarse a un lado cuando topan con un obstáculo. Por ejemplo, cuando una rueda delantera se topa con un agujero, una piedra o incluso cualquier obstáculo lo suficientemente grande como para modificar su trayectoria, la rueda tenderá a girarse sobre sí misma. Y entonces, la fuerza ejercida podrá ocasionar un ligero «golpe» en el volante, que casi siempre viene seguido por un leve cambio direccional que deberás corregir. El amortiguador de dirección sirve para frenar estos movimientos parásitos y así evitar que tengas que pelearte con el volante. Lo que es cierto para una berlina, también lo es, y mucho, para nuestros vehículos todoterreno que deben circular en terrenos complicados donde abundan baches y agujeros. Pero el amortiguador de dirección no se limita a hacer que la conducción sea más ligera y suave. ¡También sirve para proteger la mecánica y tus dedos! En efecto, a veces una rueda se topa con un obstáculo de tal magnitud que va a provocar un gran impacto en la dirección, ocasionando que esta rueda alcance su ángulo de giro máximo. El amortiguador absorberá el golpe y servirá de tope, evitando en la mayoría de los casos roturas mecánicas y rebotes bruscos del volante, que podrían romperte los dedos. Conviene recordar que en conducción TT, los pulgares siempre deben estar sobre el aro del volante, y nunca en su interior.
¿Reforzados o no?
Los amortiguadores de dirección de origen en general están bastante bien calibrados y su funcionamiento es excelente en un uso normal. Sin embargo, existen modelos reforzados para los que se salen de este «marco». Generalmente, los modelos reforzados son más duros que los de origen y están recomendados para los que les gusta ir rápido en las pistas o incluso para quienes compiten o hacen raid. También es recomendable poner un modelo reforzado cuando aumentas el tamaño de las ruedas, puesto que los esfuerzos y los golpes se incrementarán.
Los síntomas
No resulta fácil detectar al volante un amortiguador desgastado. Hay que conocer muy bien las reacciones del vehículo y a menudo llevarlo hasta el límite para empezar a sospechar que algo va mal. La mayoría de las veces, los síntomas aparecen de manera muy progresiva, lo que hace que el diagnostico sea difícil. No es común que un amortiguador de dirección falle de buenas a primeras. Generalmente, la dirección irá perdiendo estabilidad y las ruedas rebotarán y empezarán a vibrar cada vez más fuerte y con mayor frecuencia. En carretera y con mayor motivo en pistas llenas de baches, el bamboleo del volante será más frecuente, la dirección se soltará y será difícil controlar, y las correcciones del volante empezarán a ser mayores. En cualquier caso, es fácil salir de dudas, ya que no hay nada tan sencillo como retirar un amortiguador. No dudes en quitarlo para comprobar directamente con la mano el amortiguador en cuestión.
Ejemplos:
1002 : Nissan Y60
1005 : Toyota Série 6, 7 et 8
1014 : Nissan Y60
1015 : Suzuki 410, 413 y Samurai
1028 : Nissan Y61
1071 : Suzuki Jimny
1089 : Toyota Série 8