La historia del 928 Surfari comienza hace muchos años, con una relación entre un padre y su hijo. Se esforzaron para crear una comunidad en torno a su camping y negocio de deportes acuáticos en la península de Hel, en la costa báltica de Polonia. Esto, además, les brindó la oportunidad de entregarse a su pasión por los coches. Al fin y al cabo, cuando un padre introduce a su hijo en el mundo Porsche, ambos lo disfrutan. Así es como Tadeusz Elwart, gerente del camping Chałupy 6 y creador del festival Hel Riders, se sumergió desde pequeño en las sensaciones Porsche. Al crecer con esa pasión mezclada con una vida junto al mar, estas ideas se entrelazaron. Y si ya tienes el Porsche de tus sueños en el garaje, quizá empieces a buscar otras ideas. La idea de un 928 Surfari surgió a raíz del crecimiento del festival Hel Riders.
Único, inusual y casi imposible. Lo que a muchos les parecería un reto insuperable fue un estímulo positivo para el equipo de Hel Riders encargado de crear este singular «coche de surf». La idea era crear un Porsche capaz de salir de la carretera, que también fuera el perfecto vehículo de playa y taxi surfero para transportar hasta ahí a sus ocupantes en cuanto se divisaran las grandes olas. El 928 es un buen punto de partida, con su clásico motor V8 Porsche. Cualquiera que lo conozca sabe que se trata de algo especial y que la potencia no iba a faltar. Pronto empezaron a presentarse otros retos: cómo ajustar la caja de cambios, el diferencial y la suspensión para convertir un 928 en un buggy de playa, por ejemplo. Entonces apareció Tomasz Staniszewski, un genial ingeniero y piloto de rallyes que acababa de terminar el Dakar Classic en su Porsche 924 de preparación propia. Staniszewski sabía que el proyecto sería muy exigente, pero encontró las soluciones para lograr su objetivo, un 928 con alma de surf.
El Surfari se fabricó con talentos locales, por lo que el estilo es obra de Lange & Lange. Estos hermanos gemelos forman parte del mundillo de Chałupy 6 desde hace décadas. Son los responsables del aspecto del coche, desde el concepto general hasta pequeños detalles como las rayas, la baca, la mochila de surf e incluso un casco Porsche Design vintage. Pero la historia no estaría completa sin una tabla de surf. Jędrzej Jankowiak, de Polvo Surfboard, dio forma a una tabla única para este 928, desarrollada específicamente para las olas del Báltico. Es más ancha y tiene una curvatura inusual que ayuda con las olas cortas y rápidas de la península de Hel. En cada trayecto, la tabla va sujeta a la parte superior, de modo que el 928 Surfari siempre estará preparado para llegar hasta las olas. Tras su debut en el festival Hel Riders, realizaron un viaje por carretera con el Surfari. Se reunió un convoy con destino a Sylt, en Alemania, para el festival Petro-Surf de los Porsche refrigerados por aire, y después a la isla de Rømø, en Dinamarca. Resultaron ser los lugares perfectos para ponerlo realmente a prueba, además de conectar con su entorno natural. Todo el equipo de Hel Riders pudo observar el 928 Surfari recorriendo la playa. Ahora, mientras la historia continúa, solo hay que esperar la próxima ola.