En la cada día mayor oferta de el concepto SUV, los fabricantes hacen lo posible por tener en su catalogo modelos en todos los segmentos, pasando simplemente en algunos casos por elevar unos centímetros la carrocería de sus turismos y acoplarles unos aletines y unas barras en el techo, lo que les permite completar sus cifras de ventas al atraer a los clientes “malotes” que no se conforman con el asfalto a la hora de circular sino que a veces (que pocas veces) ruedan por un camino o simplemente sueñan con hacerlo.
Mitsubishi es una de las marcas de referencia en el mundo del todo terreno por lo que sus SUV aun bajo modernas apariencias, mantienen soluciones mecánicas efectivas en el monte aunque sean como opción. Ahora ponen en el mercado el Eclipse Cross, modelo que hemos podido probar a fondo. Recogimos el vehículo con 4149 kilómetros y nos pusimos manos a la obra.
Exteriormente se nota el trabajo de diseño llevado a cabo por la marca, ya que en contra de la mayoría, no se parece a ningún modelo del mercado. Es muy atractivo y desde luego que llama la atención (durante nuestra prueba, acudimos a la Ruta 4×4 de La Carlota y no paramos de dar explicaciones sobre el coche, aun muy poco visto). Frontal agresivo, lateral en cuña y trasera con la ventana del portón dividida en dos, le hacen ser identificado a primera vista. Está destinado a convencer no solo a los que gustan de los SUV sino a los que quieren un coche diferente.
El interior marca de la casa, es agradable y bien rematado. Los asientos recogen bien y no cansan con el paso de los kilómetros. Los traseros son para dos adultos y un menor porque tres según la envergadura, pueden no caber. En cuanto al maletero, oscila entre los 379 y 485 litros si rodamos sin o con los asientos traseros abatidos. Nuestra unidad, la más equipada del catalogo, dispone entre otros lujos de equipo de música de alta fidelidad, y el tablero sobre el salpicadero desplegable, activando un botón, algo que se agradece sobre todo en carretera cuando debemos mantener una velocidad de crucero correcta.
Las dimensiones son mas contenidas a la hora de conducir de lo que parece, pese a que es unos centímetros más largo que un ASX. Las cámaras exteriores son de gran ayuda en las maniobras (se agradecen aun mas en maniobras en el monte). En tráfico urbano, necesitaremos mínima adaptación, ya que se muestra muy manejable y no parece que tenga el tamaño que tiene. En carretera, estamos ante un cómodo rodador, pensado para hacer kilómetros sin sentir.
El motor, un gasolina que da 163 caballos, se mostró suficiente a la hora de movernos, con tres personas y bastante equipaje, siendo ágil en todo momento. El consumo, teniendo en cuenta, que no fuimos a ahorrar en ningún momento, se fue cerca de los nueve litros, con parciales próximos a los siete que anuncia el fabricante. El cambio automático de ocho velocidades es correcto y progresivo.
En campo, deberemos tener en cuenta los ángulos característicos sobre todo el delantero, ya que no llega ni al 20%, la altura libre que se queda en menos de 19 centímetros y sobre todo el dibujo de los neumáticos totalmente de asfalto con llanta de 18 pulgadas en medida 225/55. Es una pena que las llantas de 16, solo se monten en las versiones básicas 4×2, su medida 215/70 tiene más balón y lo que es mejor, hay más variedad en el mercado de dibujos mixtos.
Por acabar con ese tema, no contaremos ni como opción con rueda de repuesto debiéndonos conformar con el kit anti pinchazos, algo totalmente insuficiente si circulamos por el monte con cierta frecuencia. A la hora de la verdad, se puede rodar cómodamente por pistas en buen estado pudiéndose mantener el ritmo si el camino empeora, los trenes con suspensión independiente, absorben con diligencia las irregularidades del terreno y llegado algún que otro obstáculo complicado son capaces de retorcerse para superarlo. Imprescindible la ayuda del sistema de tracción con tres posiciones, Auto, para conducción normal, Snow, para terreno deslizante y Gravel para terreno complicado. Pudimos constatar, que sin estar en la última de las posiciones comentadas, el vehículo directamente no pasa.
Devolvimos el vehículo con 5278 kilómetros, 1129 después de su recogida, cosechando muchas miradas y lo que es mejor, elogios. No solo llegará a los aficionados a este tipo de vehículos sino a los que busquen un coche diferente y no caer en el grupo de “parecidos” que pueblan nuestras carreteras. El más sencillo con tracción a un eje y el equipamiento mínimo que es de por sí muy completo, nos costará 21800 euros. Nuestra unidad de pruebas, la más equipada y con tracción total, se va hasta los 31500. Están previstas en un futuro las versiones diésel e híbrida, que acabaran por completar la gama.
Mitsubishi mantiene la línea de la compañía, con tres modelos en escala, quedando este Elipse Cross entre el ASX y el Outlander. Tres modelos de tamaño correlativo, similares, pero diferentes.