El vehículo japonés, es más capaz de lo que podría parecer a simple vista.
Su barú es históricamente una referencia en cuanto a tracción 4×4, haciendo legendario a su Forester.
Con el XV entró de lleno en el segmento de los SUV compactos, pero a lo grande. Hemos querido conocer su comportamiento de primera mano, llevando a cabo unos centenares de kilómetros con el modelo.
Exteriormente el XV tiene la apariencia de un vehículo absolutamente normal. De acertado diseño, tiene un marcado aspecto deportivo. Nuestra unidad, de color negro, no permite que destaquen los detalles en negro mate de frontal laterales y parte posterior, que en otro color serian protagonistas.
A bordo, pese a una primera impresión de austeridad, no echamos en falta nada. Los materiales utilizados son de calidad y el espacio es suficiente si somos cuatro. Un quinto pasajero disfrutara de espacio escaso en zona central del asiento trasero, que además presenta un mullido inferior al resto. La posición de conducción es correcta, y pensada para viajar, con reposapiés y toda la instrumentación muy a mano.
Nuestra primera zona de rodaje son vías rápidas en las que el modelo se mueve como un vehículo convencional. Aceleración, velocidad de crucero y recuperaciones son plenamente satisfactorias. Nuestro destino pasa por recorrer zonas en obras con el firme deteriorado, algo que no afecta al comportamiento de nuestro Su barú. Pasamos a carreteras con algo más de curvas y no perdemos prestaciones, buena estabilidad aun en apoyos severos, y un rodar como el de cualquier turismo convencional. Llegamos a la finca de Les Comes, donde tenía lugar una de las múltiples actividades que se llevan a cabo allí. En un principio nos relegaron a la zona de turismos, pese a nuestra insistencia de que llevábamos un 4×4. Cuando posteriormente se nos permitió rodar libremente por las pistas y caminos reservadas a los todo terrenos, nos movimos con más soltura de la que por imagen se podía prever. Los 22 centímetros de altura libre se notan, y el escaso peso respecto de los 4×4 convencionales, mucho más pesados también.
Tan solo los neumáticos, enfocados a circular por asfalto nos limitan parcialmente. Incluso alguna que otra zona trialera es abordable. El XV tras semejante demostración, acabo en el aparcamiento de los 4×4. Faltaría más.
Nos quedamos cerca del consumo anunciado por el fabricante, ya que bajamos de los seis litros, teniendo en cuanta que rodamos por carretera puntualmente muy cargados y llevamos a cabo recorridos fuera asfalto en el que vehículo necesito de toda su capacidad motriz.