Cupra crece con el paso del tiempo y es una marca totalmente consolidada. Con modelos vanguardistas, muy prestacionales y de mayor precio, el Ateca se muestra como el escalón de acceso. Independientemente de la versión de 300 caballos reservada a los que quieren ir rápido siempre, esta de 190 amplia el abanico de clientes finales.
Exteriormente es como todos sus hermanos, aunque la forma de la carrocería es similar a la otros modelos los toques deportivos lo diferencian desde un principio. Es un Cupra.
En el frontal ya aparecen los detalles en color cobre en los logos, los faros son Full LED y el pequeño labio inferior marca su carácter deportivo.
Lateralmente aire familiar total, buena superficie acristalada y facilidad de acceso. Está disponible en cinco colores, siendo muy atractivo el blanco de nuestra unidad de pruebas que lo hace parecer más grande que si tuviera tono oscuro.
Se pueden elegir hasta media docena de llantas para así personalizar en lo posible nuestro Ateca. De carácter deportivo todas.
La trasera, tiene también los logos en tono cobre, un spoiler trasero y un difusor en la parte baja.
En la parte delantera, destacan los asientos deportivos que envuelven el cuerpo perfectamente y un volante ideal en diámetro y grosor. Las levas del cambio pueden parecer demasiado grandes, pero son perfectas a la hora de hacer uso de ellas. También se agradece que muchos de los interruptores sean con conmutador y no digitales.
En los traseros, espacio de sobra para dos ocupantes y algo justo para tres, no obstante es interior está bien aprovechado respecto al contenido tamaño exterior.
El maletero cubica 485 litros con los asientos en su posición original y afortunadamente contamos con rueda de repuesto, algo que sigue siendo muy de agradecer.
El motor es un 2.0 TSi, que rinde 190 caballos, que desde luego están. Lo complementa un cambio DSG de siete velocidades. El consumo combinado se moverá entre los 8 y los 9 litros, correcto para un familiar con vocación deportiva.
En marcha es una delicia. Tarados serios de suspensión, buen andar y comportamiento intachable. Los asientos y el volante deportivo se agradecen y el motor siempre está ahí, combinado con un cambio efectivo y agradable de utilizar.
Tenemos cinco modos de conducción y el Sport nos llama de verdad. Se puede ir rápido con este Ateca, pudiéndose llevar un ritmo muy alegre en vías rápidas y más aun en carreteras de montaña.
Para hacernos con uno, necesitaremos aportar un mínimo de 45000 euros. Por ese precio contaremos con un SUV familiar que vale para el día a día en ciudad por sus dimensiones contenidas, que hará cómodos los viajes por muy largos que sean y si el piso se complica saldrá adelante. Es de agradecer que en los tiempos que corren, un fabricante siga apostando por las soluciones que tanto han gustado y siguen gustando, aunque alguno preferiría una mínima electrificación para tener la etiqueta de otro color. De todos modos así esta perfecto.
En el monte, tiene su margen.
Tenemos el sistema de tracción total 4 Drive y dentro de los cinco modos de conducción uno de nieve y otro off road. Esto optimiza el agarre cuando salimos del asfalto.
No hay que olvidar su escasa altura libre y las mínimas protecciones de bajos, pero si la pista o el camino o la superficie deslizante no tienen demasiados resaltes avanzaremos sin problema, y lo que es mejor, nos divertiremos.