La marca, como en otros modelos mantiene nombres exitosos para conceptos diferentes, como en este Explorer, otra hora un todo terreno puro y duro, transformado ahora en un SUV de carácter deportivo. Versión 4×4 tiene. Es la que hemos probado.
Exteriormente, es un ejemplo de los diseños tan utilizados últimamente, priorizando aerodinámica y modernidad, que es lo que le gusta al cliente final.
Líneas suaves y ausencia de entradas de aire en el frontal y ópticas rasgadas, le dan personalidad a este Ford. El nombre ocupa un espacio destacado en el capó y en la parte baja se representan aparentes protecciones metálicas.
Lateralmente, su forma fluida resulta prioritaria con un peculiar diseño del pilar C.
La parte trasera, también muy limpia, destaca por el nombre del moldeo y ópticas llevadas a las esquinas colocando también piezas en la parte baja imitando al metal.
El maletero, cubica 470 litros con los asientos en modo convencional, alcanzando los 1460 si abatimos la segunda fila. El suelo del mismo tiene dos alturas que se pueden utilizar a voluntad según la carga que llevemos.
A bordo, muchas cosas poco vistas. Por un lado la consola central es absolutamente modulable contando con un hueco generoso bajo el apoya brazos y una pantalla tras el volante, (que es achatado por arriba y por abajo) que es la hermana pequeña de la central de casi quince pulgadas que se puede poner vertical o inclinada, tapando así un perfecto “compartimento secreto”, para ocultar objetos. Asientos deportivos que recogen buen, y buena posición de conducción. Tan solo nos gustó menos que solo haya un interruptor para bajar y subir las cuatro lunas de las puertas eligiendo delanteras o traseras.
Las plazas traseras, son perfectas para dos, contando con un reposas brazos central abatible, que permite guardar objetos de longitud mayor de lo normal como esquíes o palos de golf.
Las llantas son exclusivas y de diseño más convencional que las lenticulares tan de moda en este tipo de vehículos con 21 pulgadas de diámetro.
Para movernos, contamos con un propulsor por eje, que permiten anunciar nada menos que 340 caballos trabajando en con junto con una autonomía anunciada superior a los 600 kilómetros.
En marcha es todo suavidad y buen funcionamiento Solo nos resulta peculiar que la activación de la marcha delante/detrás se encuentre como una varilla mas en la caña del volante Llegado el caso, si hundimos el pie en el acelerador, el empujón que da es más que considerable, como si fuera un deportivo de verdad. De forma fulgurante, poco más de cinco segundos para llegar de cero a cien kilómetros por hora.
El comportamiento es bueno en toda circunstancia con un marcado carácter deportivo, buenos tarados de suspensión en los que se agradece su firmeza, convirtiéndolo perfecto para familias que necesiten un SUV espacioso y capaz además de tener un comportamiento ágil. Hay que desembolsar más de 60000 euros para poder hacerse con uno, siendo una cifra que puede parecer alta, pero hay que tener en cuenta los valores añadidos de este Ford, que pasan por un diseño exterior exclusivo, un interior original, practico y capaz y un comportamiento que nos permitirá bien rodar con calma y gastando lo mínimo en energía, como llevar a cabo desplazamientos agiles y veloces.
En el monte, algunas posibilidades.
No está precisamente pensado para el campo. Por peso movemos más de dos toneladas, contamos con escasa altura libre y neumáticos de asfalto, por lo que tan solo superficies deslizantes y pistas con buen piso podrán ser contempladas a la hora de sacarlo del asfalto.