Desde luego que este modelo no pasa desapercibido. Si lo hubiera con propulsores térmicos, se vendería bien. Es desde luego diferente a la mayoría de SUV familiares que se ven por ahí. En su abanico de posibilidades, hay desde versiones más sencillas a la todo poderosa GT 4×4.
Hemos optado por la GT Line, por ser de lo mejor en cuanto a precio/equipamiento/prestaciones.
Exteriormente, la carrocería está muy lograda. No es ni siquiera parecido a otro Kia. Su frontal en cuña con el morro en clara línea descendente, huye de las típicas parrillas condenadas que recuerdan a hermanos de marca o de otras marcas.
El lateral, no le va a la zaga. Con los pasos de rueda marcados, y unos bajos que antes de la rueda trasera ascienden hasta convertirse en el spoiler trasero, Llantas de 20 pulgadas de bonito diseño para unos neumáticos 225/45.
La trasera aparte del spoiler comentado dispone de un alerón en la parte alta que le dé un toque claramente deportivo al conjunto. El V6 es desde luego bonito desde donde se le mire.
En cuanto al interior, si por fuera se aleja de lo convencional por dentro mantiene la modernidad. La tapicería recibe unas líneas blancas que hacen muy buen contraste sobre unos asientos que nos resultaron cómodos y suficientemente envolventes.
A bordo disfrutaremos de dos pantallas contiguas de 12,3 pulgadas cada una, de unas líneas depuradas y de la mencionada consola central que aparte de contener el mando que permite desplazarse al vehículo cuenta con otros para diferentes funciones y el botón de arranque.
Los asientos traseros, son de corte similar a los delanteros con buen espacio pese al diseño descendente. Tres adultos podrán viajar sin problemas, incluido el del centro que tiene sitio para las piernas.
El maletero con un doble fondo que deja muy alto y cómodo el espacio de carga cubica 490 litros. Bajo el doble fondo hay más huecos para pequeños objetos.
Su propulsor da 225 caballos, suficientes para mover con garantía este Kia. Anuncia más de 500 kilómetros de autonomía aunque nosotros pudimos superar los 400 holgadamente. En el vano una tapadera esconde un cofre de carga de 52 litros perfecto para colocar los cables de carga.
En marcha es un dechado de virtudes, agradable en cuanto a tacto y comportamiento, buenas prestaciones para mover al conjunto haciendo buena la experiencia de conducirlo.
Llama la atención allí por donde pasa lo que puede ser otro motivo de compra, porque desde luego es muy bonito. Repetimos, una pena que no haya una versión con un motor térmico potente para rodar de forma deportiva.
Todo esto tiene su costo ya que esta versión del EV6 se va hasta los 53500 euros, pudiendo si es que aplicamos todas las ayudas descontar 10000. Existe como opción un paquete que incluye entre otras cosas techo panorámico, equipo de audio, sistema de aparcado automático que cuesta 2750 euros más.
En el monte, movimiento mínimo.
Pese a su aspecto de más que un turismo, ni por altura libre, ni por neumáticos, ni por protección de bajos, deberíamos animarnos a salir del asfalto salvo que la pista esté como un plato.
Sin duda hay que disfrutar mejor de su andar en vías convencionales, sobre todo urbanas donde saca a relucir todo su potencial.