Los SUV cupe tienen su público pero son modelos Premium reservados para bolsillos potentes dado que son comercializados por marcas de alta gama. En Renault apostaron y ganaron ya que del Arkana se han vendido 300000 unidades desde su puesta en el mercado. Es sin duda un acierto.
Nuestro modelo de pruebas corresponde al acabado e Sprit Alpine e-Tech Full Hybrid. La que consideramos más practica en los tiempos que corren, por contar con etiqueta Eco y tener un sistema de hibridación práctico y aprovechable por todo tipo de conductor. Exteriormente es muy atractivo conjugando perfectamente el aspecto familiar con el deportivo con líneas que conjugan lo mejor de muchos modelos.
El frontal destaca por las ópticas marca de la casa, además de por contar con el nuevo logo de la marca en el centro al que acompañan más rombos tanto en la parrilla como en las tomas de aire de la parte baja.
Lateralmente cuenta con los habituales pasos de rueda en color mate algo que predomina en molduras y detalles. Las llantas de 19 pulgadas están muy bien diseñadas marcando aun más el carácter deportivo de este Renault.
La parte trasera, diferencia al Arkana de toda su competencia con la pronunciada caída que termina en un discreto labio aerodinámico y ópticas horizontales.
El maletero cubica 480 litros con los asientos en su posición original y 1263 con la segunda fila abatida. Puede parecer poco pero el diseño en caída de la parte trasera tiene su pequeño costo en espacio.
Para moverse, utiliza un propulsor térmico 1.6 de de 94 caballos y dos eléctricos, respectivamente para el avance y el arranque. La suma de todos alcanza los 145 es suficiente para mover el Arkana.
El interior es correcto y agradable de vivir. Con inserciones en algo que denomina el fabricante “efecto pizarra”. Dobles pespuntes y detalles tricolores recuerdan que estamos ante la versión Alpine por aquello de dar un toque deportivo algo que remarcan unos envolventes asientos.
En los traseros, bajo la aparente sencillez se encuentran dos buenas plazas algo justas si optamos por que viajen tres ocupantes sobre todo el que lo haga en el centro.
El nombre también aparece en los pescantes de las puertas, en el respaldo de los asientos y en el exterior, algo bien pensado que da un toque de distinción y recuerda la parte de la marca en la que la filosofía de la deportividad era prioritaria.
En marcha, es correcto siempre, quizá haya interiores más lujosos pero aquí no falta de nada. Contamos con una pantalla de 10,2 pulgadas bastantes huecos para objetos y un completo equipamiento. En cualquier circunstancia tendremos un buen compañero de rodaje, bien en todos los aspectos y desde luego con un toque diferencial respecto al resto de SUV que se ven por nuestras calles y carreteras.
Aunque hay acabados más económicos, para hacerse con un Arkana Alpine hay que desembolsar 30000 euros. Puede parecer un precio alto, pero a cambio tendremos un coche poco visto con aire deportivo y practico tanto en el día a día como en viajes.
En el monte, de paseo.
No es para circular fuera del asfalto para lo que se ha concebido este Renault, tan solo los caminos y pistas planos en cuanto a terreno permitirán que nos movamos con soltura. La buena altura libre y el control de arranque en pendiente nos pueden sacar de algún apuro. Sería buena una versión 4×4.