El modelo, en su origen cambio la vida a muchas familias. Posición de conducción elevada, espacio y diseño agradable fueron determinantes para un gran éxito comercial y la implantación del segmento.
El Scenic sigue siendo ofrecido por la marca como una opción polivalente para ser usado en toda circunstancia. Ahora es eléctrico 100% atesorando un buen argumento, más de 600 kilómetros de autonomía según Renault.
Sus líneas son de SUV urbano con rasgos deportivos y más aun en nuestra unidad con el acabado Alpine, cuyo nombre aparece en diversos lugares de la carrocería. Todo con líneas afiladas, carrocería bicolor y unas formas no tan comunes como en muchos vehículos que vemos rodar
El interior esta muy cuidado con buen tacto en todos los materiales gustándonos mucho el buen grosor del volante y la buena sujeción de los asientos.
Los asientos traseros engañan si nos fijamos en el tamaño del Scenic. Hay sitio para tres adultos.
El maletero, cubica con cinco ocupantes 545 litros, subiendo hasta los 1670 con la segunda fila de asientos abatida.
Monta un motor eléctrico que rinde 220 caballos y presume de una vez cargado al 100% llevar a cabo más de 600 kilómetros. No hicimos una comprobación rigurosa pero si podemos asegurar que es de los pocos modelos que hemos probado que no hemos tenido que recargar a la mitad de la semana de pruebas.
Este acabado se encuentra entre uno de acceso y el más equipado con un costo sin descuentos ni promociones de 44550 euros. Por ese precio tendremos un eléctrico con más autonomía que la media del mercado, cómodo, agradable en todos los aspectos y bien pensado para una familia que se decida a electrificar sus desplazamientos.
En el monte, lo justo.
Pese a ser un concepto de SUV, no cumple este Renault con los mínimos necesarios para salir esporádicamente del asfalto con garantías. Solo pistas en buen estado permitirán que nos desplacemos con él. Falta de tracción total, escasa altura libre y casi dos toneladas de peso lo desaconsejan.