Subaru, se ha adaptado rápido a las circunstancias y desde luego que han sacado provecho de la situación. Las ventas de modelos con propulsión diferente a la de explosión (hibridos y GLP), supone ya el 85% de las venta, un 65% si nos referimos al Outback y al XV. Para facilitar las cosas, la oferta de la marca llega a igualar el precio de compra entre explosión pura y combinada con el GLP para el Outback, para acabar de convencer al cliente final.
El XV es de paso el modelo más vendido de la marca en nuestro país, con 1150 unidades el pasado año y más de 8000 desde el inicio de comercialización en nuestro mercado. No nos cansaremos de repetir las cualidades fuera de asfalto de este modelo, que deja atrás a muchos otros a priori más presuntuosos. Por peso, altura libre y sobre todo por sistema de tracción es una opción muy buena en los tiempos que corren donde los modelos capaces en el monte son una especie en extinción. Con neumáticos mixtos de algo más de diámetro y sustituyendo las protecciones originales de plástico por las metálicas, llegaremos a sitios vetados para muchos.
Nos llega ahora la versión híbrida, que permite disfrutar de la etiqueta ECO de la DGT, lo que nos permitirá rodar en ciudad en fases de restricciones en cuanto a contaminación. El modelo de la prueba era en concreto un XV 2.0 i Eco Hybrid acabado Sport Plus en color Pure Red. Exteriormente, tan solo, la citada etiqueta en el parabrisas y algunos anagramas diferencian a este XV de sus compañeros de gama. El resto se mantiene. Destaca y cabe recordar una vez más cifras muy favorables fuera asfalto. Una altura libre de 22 centímetros, un ángulo de ataque de 18º y uno de salida de casi 29, permiten muchas alegrías. Si pasa el morro, el resto ni se entera.
Se pierde algo de maletero al ir colocada bajo su suelo la batería que alimenta el motor eléctrico, dejándolo en 340 litros y lo que es peor sin espacio para la rueda de repuesto que de llevarla nos ocupara gran espacio. Con los asientos traseros abatidos, se llega a los 1193 litros.
El propulsor, no cambia, sigue siendo un bóxer 2.0 de 150 caballos, que cuenta ahora con la colaboración del eléctrico que aporta 16,7, lo justo para ayudar al arranque y poco más, pero que harán que baje nuestro consumo medio más de un 10%. El XV, no falla, tiene muy buen confort de marcha sigue siendo todo agradable.
La diferencia mecánica es prácticamente inapreciable siendo la pantalla digital central la que nos mantiene informados de en qué momento tiramos del segundo motor, o cuando recarga. El cambio sigue siendo rumoroso si le apretamos, algo intrínseco al CVT pero por lo demás da gusto hacer kilómetros con este coche.
Fuera del asfalto, sigue siendo eficaz y se le puede sacar mucho partido. Tan solo el morro nos debe preocupar, por lo demás, rueda por terreno hostil cómodamente. El X-mode, pensado para situaciones difíciles, muchas veces se hace innecesario, siendo mejor utilizarlo lo imprescindible.
Tan solo echamos de menos la rueda de repuesto, que se puede seguir pidiendo como opción. Pero por lo demás, en un mundo en el que con los pick up en la lista de industriales los todo terreno de verdad escasean, este modelo, con un precio de salida de 30500 euros, sigue siendo una buena opción de compra. Además el híbrido aparte de ir bien en el monte, podrá moverse a sus anchas en las ciudades “restrictoras”.