Pese al cambio de fechas para que tan señalado evento no tuviera las temperaturas de cuando se celebraba en época estival, el calor fue el protagonista del largo fin de semana, lo que obligó a la organización a acondicionar la zona de acampada que se había reservado en el camping Puerto Peña, para que las actividades comunes fueran permanentemente con sombra. Así la recepción de participantes, las comidas, las cenas y las charlas fueron de los mas agradable por no hablar de las descomunales cantidades de viandas preparadas, que hacían parecer vivir a los asistentes mas unas jornadas gastronómicas que otra cosa.
Lo mejor, que del mas de medio centenar de vehículos asistentes, había pocas repeticiones en cuanto a las soluciones con las que los usuarios hacen de su todo terreno una casa rodante. Desde camiones ligeros hasta sencillos remolques que crecen una vez que se aparca, pasando por vehículos con tienda de techo y buena equipación interior. Hubo gente de todo el país, de Portugal e incluso un alemán con moto con compartimentos bajo los maletines laterales para colocar tienda de campaña y cocina.
En cuanto a las actividades, el catalogo era de lo mas variado, con posibilidad de llevar a cabo observación de aves, senderismo, paseos en canoa, en barco, en bicicleta de montaña con motor eléctrico y hasta incluso se montó un mercadillo con productos artesanales de la región.
En común, dado lo seco del terreno, se anuló la ruta por que la caravana hubiera levantado tal cantidad de polvo que no se podría disfrutar, y se molestaría de paso a la fauna, para sustituirla por un recorrido turístico que llevo al grupo a conocer el castillo de Puebla de Alcocer y su casco urbano y el dolmen de Valdecaballeros. Se trabaja ya en futuras ediciones con mas novedades y mayor numero de actividades.