Prueba. Yamaha YXZ Cup. Motoquad Magína. El rápido de Jaén.
EDICIÓN EN PAPEL EN LA REVISTA FORMULA TODO TERRENO. Han llegado en tromba en las últimas temporadas, y han crecido en la presente siendo mayoría en los parques cerrados. Quien mejor que el Campeón de España en titulo y actual líder de la categoría para conocer de cerca estos vehículos y su forma de competir. Pedro Delgado va como un tren y nos lo cuenta todo. Texto y fotos: Ángel Montalbán. Esto parece que no hay quien lo pare, ya que lo que comenzó como una salida para presupuestos débiles, se ha convertido en el grueso de los parques cerrados beneficiándose los participantes de la escalada de potencias y prestaciones en la que andan metidos los fabricantes. De ser una categoría, sencilla han pasado a ganar carreras y a medirse de tu a tu gracias a los beneplácitos reglamentarios con los coches. Sin apenas unidades con homologación F.I.A. que son menos competitivas, las conformes a la reglamentación del estamento Nacional según en que circunstancias de carrera son inalcanzables. En nuestro país, el único en el que corren mezclados con los coches pasa casi en cada carrera. El futuro se presenta para estos vehículos de lo más competitivo, por lo que es bueno conocerlos de cerca. Que mejor ejemplo que el del Campeón en titulo de la categoría y aspirante a repetir la hazaña, el Yamaha YXZ de Pedro Delgado. UNA PREPARACIÓN BASICA Y EFECTIVA. Este Yamaha, lo mejor que tiene es que con mínimas modificaciones respecto del que podemos comprar en el concesionario, se convierte en un vehículo de competición, al que se le pude dar mala vida desde el minuto uno y aguanta lo que le echen. Además el mantenimiento es sencillo ya que la accesibilidad mecánica es inmejorable y detectar averías o sustituir piezas es labor asequible sin necesidad de tener foso o elevador. Delgado nos da la relación de modificaciones que ha llevado a cabo: Sustituir el arco de seguridad por uno específico conforme a la normativa de seguridad de la Real Federación Española de Automovilismo respecto de la categoría. Como complemento de seguridad se instalan asientos baquets y cinturones de seguridad arnés de seis puntos de fijación. Por finalizar con la seguridad se instalan dos sistemas de extinción, uno manual y otro automático. La suspensión se cambia utilizando trapecios reforzados más largos. A nivel mecánica, se reprograma la Ecu y se instala un escape Akrapovic con separador de partículas. El día de nuestra prueba, el coche estaba aun con la configuración de la Baja Aragón, con depósito suplementario y soporte para la rueda especifico. En condiciones normales la citada rueda de repuesto se coloca en el lugar del depósito. Verdaderamente, la preparación es muy básica simplemente tocar un par de cosas por aquello de mejorar las prestaciones. Aquí cabe recordar, que dentro de la Copa Yamaha, existe una categoría denominada stock, que no permite la más mínima modificación respecto de la configuración de serie y los coches acaban carreras bien clasificados sin problemas. A BORDO. UN TOQUE DE DISTINCIÓN. Con todo el calor del mundo en las inmediaciones de la sede de Motoquad, nos dispusimos a disfrutar del vehículo. Tras comprobar que todo estaba en orden, Lo primero nos recolocaron el asiento para que nos pudiéramos ubicar bien. Una vez sentados comprobamos que todo es sencillo y casi escaso. Lo justo y necesario. Aquí se viene a correr. Lo que más nos preocupa es no cometer errores con el cambio secuencial, por aquello de no dañarlo, pero el piloto nos da unas sencillas normas para rodar sin problemas. Vamos sin copiloto, con poco combustible y sin rueda de repuesto, más ligeros imposible. Nos disponemos a rodar sobre el tramo que el equipo a acotado, y que pese a ser de poco más de un kilometro tiene de todo, rectas, subidas, bajadas y… muchísimo polvo por que lleva semanas sin llover. Nuestra primera tanda es lenta para lo que entendemos por velocidad, pero la verdad es que parece que vamos volando. El ruido del motor y sobre todo la sensación de ir deprisa que se tiene con todo el aire dándole a uno en la cara nos hace creernos ir a fondo. El Yamaha es facilísimo de llevar, salvando las distancias es como un kart, directo, previsible y eficaz. Las irregularidades parecen no existir y lo que es mejor el tarado de la suspensión es más bien blando por lo que se inclina más de lo que podría pensarse de un vehículo de competición. Los baches y un salto que abordábamos con cautela al principio, son a fondo ahora, y el ritmo que se puede llevar es alto en cualquier circunstancia, sin excesivas dotes de pilotaje que si que deben ser necesarias si se corre al límite. No obstante la vida no es fácil a bordo de uno de estos vehículos. Las condiciones climatológicas se viven en primera persona, por no hablar de la vida en la caravana de carrera donde adelantar o simplemente seguir rivales es toda una epopeya. En este punto recordamos nuestro primer contacto con el modelo, con una unidad propiedad de Pep Busquets, con el cambio secuencial de palanca. Aquel día el Yamaha nos impresionó, ya que mostraba una agilidad desconocida hasta la fecha en los buggies ligeros, sobre todo a la hora de abordar las curvas, ya que el cambio ayudaba sobremanera a apurar la entrada, ya que junto con la frenada, se podía apurar muchísimo, y luego la aceleración era un tiro, progresivo y sin que se perdiera ninguno de sus más de cien caballos. Tras ver cómo va ahora un YXZ con levas en el volante, no podemos estar mas que deslumbrados por su competitividad. Es (por lo menos esta unidad), un producto ideal para competir, y lo que es mejor con un gran abanico de posibles clientes, que van desde el mero debutante al piloto consagrado. Tras parar le hacemos algunas observaciones al piloto sobre el tema suspensiones y neumáticos. Reconoce haberse equivocado en la elección para