Es desde luego el modelo más vendido de la marca, estando cerca de llegar a los ¡veinte millones! de unidades comercializadas en los cinco continentes desde su lanzamiento. Como vehículo de trabajo o de ocio, siempre hay clientes finales en cualquier país del mundo con intención de hacerse con una. Las configuraciones según mercados son diferentes llegando a Europa la más “domesticada”, por aquello de las emisiones y ser un continente muy asfaltado y sobre el papel esperar menos exigencias. Lleva medio siglo en el mercado y esta es su novena generación.
La gama se completa por los escalones de acceso con la caja corta y la de cabina extendida o King Cab, ideal para células vivienda. Los acabados van del básico GX, al Invencible pasando por el VX con cinco posibilidades de configuración. En cuanto a propulsores las versiones de básicas cuentan con uno de 150 caballos. Existen configuraciones chasis cabina para poder configurarla como grúa, bomberos, ambulancia o la necesidad que el cliente final tenga.
En nuestro caso, se trata de la versión más equipada de doble cabina denominada Invencible, logo que aparece en varios lugares de la carrocería. (De forma extraoficial, podemos apuntar que en la marca, querían hacer desaparecer el nombre Toyota de la tapa trasera de carga porque al tener clientes de todo tipo, National Geographic, ONU, Cruz Roja y sobre todo militares de todo color y pelaje, raro era el boletín de noticias televisivo que no mostraba modelos, cargados de piezas de artillería o soldados disparando algo que no gustaba ni quedaba bien).
El modelo mantiene una presencia impecable, con líneas marcadas y unas dimensiones generosas tanto para pasajeros como para carga, (más de una tonelada, 1060 kilogramos de P.M.A.). Tiene 5,3 metros de largo, algo más con la bola de remolque, 1, 85 de ancho y 1, 81 de alto. La altura libre supera los 30 centímetros y los ángulos característicos, son 29º-23º-26º, perjudicando la cifra del ventral la batalla de más de tres metros y el trasero el voladizo posterior.
Aparte de los logos, las diferencias estéticas exteriores, se basan en un frontal más agresivo, pasos de rueda sobredimensionados, estriberas laterales, faros de LED, y llantas específicas, algo exclusivo de este acabado. En este último apartado, se puede afirmar lo acertado del diseño pero no así los neumáticos muy de asfalto en medida 265/60 R 18 que piden a gritos unos mixtos en una medida más 275/60, algo que no solo mejorara la estética sino el andar fuera del asfalto sin pasar por la ITV.
El interior no recuerda para nada a un vehículo de trabajo, los materiales son muy buenos y la posición de conducción, perfecta. Agradecer que no hay botones digitales, sino que todo se acciona mecánicamente, lo que garantiza que lo que ponemos se pone y lo que quitamos se quita, sin tener que comprobarlo visualmente. Consta de una pantalla de 8 pulgadas que permite conectarse a todo tipo de teléfono móvil.
Los asientos traseros, pese a al aspecto trasero muy vertical del respaldo, están bien acolchados y son mas cómodos respecto a versiones de hace años. Pensado para dos, el tercer pasajero estará algo justo.
La zona de carga, es enorme, cuadrada y en nuestra unidad revestida para evitar golpes. Las posibilidades son enormes, con una tapa de fibra o una que enrase la zona superior. Cualquier bulto que quepa se puede transportar sin problemas. Destacar que la tapa, robusta como el resto, una vez abierta supone todo un suplemento para objetos largos.
EN MARCHA, COMO MANDAN LOS CANONES.
En tráfico urbano hay que tener en cuenta, las dimensiones que manejamos, sobre todo en longitud, ya que sobre todo en maniobras en calles estrechas y en maniobras de aparcamiento habrá que estar muy atentos. En carretera, podremos rodar muchos kilómetros de forma cómoda, como en cualquier buena berlina. Este acabado monta el propulsor de 204 caballos, y se agradece en maniobras de adelantamiento y recuperaciones, además de dar la sensación de que puede con todo.
El cambio automático funciona de forma muy correcta siendo la tranquilidad su prioridad. Si queremos más alegría, hay que pasar al modo secuencial, lo que nos permitirá sacar más jugo al motos, y poder usar el freno motor si vamos cargados. El paquete de ayudas a la conducción hace el resto. Parece mentira pero vamos a bordo de un pick up de trabajo. La horquilla de precios es amplia. La Hilux mas básica supera por poco los 20000 euros de costo, pero nuestra invencible supera los 50000. Hay que tener en cuenta, que además de sus capacidades todo terreno, incorpora un generoso equipamiento.
EN EL MONTE, ESTA EN SU SALSA.
Lo que cualquier aficionado desea para su coche, lo tiene la Hilux. Chasis macizo, caja de cambios con reductora, ayuda de arranque en pendiente y en este acabado bloqueo mecánico del tren trasero. Podremos salir del asfalto con confianza, solo limitados por el agarre de los neumáticos. En los tiempos que corren con una oferta cada vez más restringida de modelos con verdaderas capacidades 4×4, tener un buen todo terreno pasa por hacerse con una pick up, y esta Hilux merece la pena.