Texto: Polaris. Fotos: Polaris y Miriam Torrens.
El equipo de mujeres conductoras de Polaris, provenientes de toda Europa, ha completado con éxito el Proyecto Outlanding Polaris que tuvo lugar este mes de septiembre (toda una semana de expedición 100% al aire libre a través del paisaje volcánico de Islandia). Con un fuerte enfoque femenino, seis mujeres de Francia, Alemania, España, Suecia y UK representaron a Polaris, todas con una pasión compartida por el aire libre y la aventura. Pero ésta no fue simplemente una expedición para mostrar las capacidades de la gama de productos en este duro entorno; fue una oportunidad para inspirar a otros conductores a afrontar retos similares en este tipo de vehículos, proporcionando una perspectiva única de la aventura y de cómo tener éxito y para animar a otras mujeres conductoras, que estén dispuestas a explorar, a que empiecen a planificarlo. Después de meses de preparación, el equipo se aventuró en las tierras vírgenes de Islandia con solo sus vehículos y su equipo de acampada para apoyarlos (y regresaron con innumerables recuerdos).
Este viaje “de su vida” llevó a las conductoras desde la capital, Reikiavik, pasado por glaciares, géiseres y pozas geotérmicas del este, hasta los puertos de montaña nevados del norte, antes de volver al sur a través de campos de lava estériles y largas extensiones de arena negra. El equipo maniobró a lo largo de 1.200 kilómetros casi por completo por carreteras no asfaltadas: Las velocidades bajas, la precaución sobre donde situar los neumáticos y la concentración inquebrantable fueron la clave para garantizar la seguridad a lo largo de las rutas.
“Y pensar que todo comenzó con la intención de mostrar nuestros productos todoterreno en el espectacular paisaje de Islandia, una utopía para estos vehículos, pero en realidad resultó ser mucho más de lo que podíamos imaginar”,dijo Marion Chouanneau, directora de marketing de Polaris EMEA vehículos Off Road. “La ruta ofrecía unas vistas increíbles, un terreno técnico y una gran prueba de fuerza de voluntad, pero todo el equipo la afrontó con un entusiasmo y una confianza inquebrantables, ¡y sin un solo pinchazo! Era fácil olvidar que esta expedición era una prueba de la fortaleza de los vehículos y pensar que más bien era una prueba de la nuestra. Estoy muy orgullosa de formar parte de este increíble equipo de mujeres y de trabajar para la marca cuyos vehículos han tenido un rendimiento tan espectacular en este proyecto”.
Acompañando a las conductoras había tres vehículos off-road Polaris; el Polaris General 1000 Deluxe ABS, el Polaris Ranger 1000 Nordic Pro Edition y el RZR XP 1000 (todos ellos adaptados a diferentes tareas, usos y terrenos, pero todos ellos superando cualquiera de los obstáculos naturales que Islandia había de cruzar en su camino). El side-by-side de aventura definitivo, el General, encabezó el proyecto, especialmente equipado con el material esencial de acampada, incluyendo una tienda de campaña premium Campwerk iKamper, una solución de almacenamiento Multi-Rack de diseño especial de Taubenreuther, cocina exterior Xobi, barra de luces Pro Armor, almacenamiento en la capota delantera y mucho más. Hecho para enfrentarse a los caminos con un rendimiento inigualable, el RZR demostró su robustez, potencia y control sobre el duro terreno de Islandia, enfrentándose a todos los cantos rodados y cruces de agua con total facilidad y confianza, haciendo que conducir incluso por los caminos más difíciles fuese todo un placer. El side-by-side utilitario de Polaris, el Ranger, ha demostrado ser un auténtico caballo de trabajo y su capacidad para seguir adelante fue inigualable en esta expedición. No sólo podía transportar todo el material del equipo en su plataforma de carga, sino que su calefactor en la cabina y sus cómodos asientos corridos fueron una adición bienvenida en este viaje.
Llegada a Islandia. El equipo recibió una calurosa y sincera bienvenida por parte del personal de Stormur EHF en Reikiavik (distribuidor oficial de Polaris en Islandia) y, para empezar el proyecto, se encontraron con los tres vehículos exquisitamente preparados en el concesionario, listos para ser cargados con su equipo de acampada y los elementos esenciales para pasar la siguiente semana de exploración en Islandia.
Día 1: 217 kilómetros
Sumergirse en lo más profundo es una buena manera de empezar cualquier viaje (y eso es exactamente lo que hizo el equipo). El viaje comenzó duro y técnico a través del valle de la falla de Þingvellir (una buena forma de coger el ritmo de conducción). Ninguna visita a Islandia está completa sin una excursión tradicional a la zona geotérmica de Geysir, para ver la erupción del géiser Strokkurde 30 metros de altura, así como a Gullfoss (que se traduce como «cataratas de oro”), una de las cascadas más admiradas de Islandia situada en el cañón del rio Hvítá. A 135 millas del punto de partida en Reikiavic, el equipo llegó a Hveravellir Lodge (un oasis de montaña en medio de Islandia) listo para su primera noche de acampada.
Día 2: 200 kilómetros
El segundo día fue un punto de inflexión para el equipo, ahora se dan cuenta de que el terreno en Islandia es diferente a cualquier otro que hayan atravesado antes y que los vehículos Polaris pueden controlarlo todo con facilidad. Pensar que todas las carreteras que recorrieron son rutas legales regulares en Islandia es tan sorprendente como inspirador; ciertamente no es para los débiles de corazón pero, sobre estos vehículos todoterreno, el equipo se sintió confiado. Subiendo al extremo norte de la isla,los puertos de montaña estaban ya cubiertos de nieve en esta estación del año y les seguíanvastos y fluidos valles rodeados de cascadas vírgenes y de serpenteantes caminos: Esta ruta en particular reveló la verdadera belleza de las tierras altas rurales de Islandia.
Día 3: 142 kilómetros
Al estar en el punto más septentrional de la ruta, ni siquiera la luz del sol de la mañana paró la brisa islandesa, pero sí permitió disfrutar de unas vistas preciosas mientras el equipo rodaba junto a la espectacular línea de la costa y se dirigía hacia las montañas. Tras una breve parada en el concesionario norteño de Stormur para una fiesta sorpresa de pizza, el equipo continuó hasta la impresionante Goðafoss, de 30 metros de ancho, «la cascada de los dioses” (antes de alcanzar su destino final: Mývatn). Habría sido una grosería no darse una zambullida en los Baños Naturales de Mývatn para calentarse y empaparse de los saludables minerales, mientras se ve la puesta de sol, antes de acostarse temprano para descansar.
Día 4: 350 kilómetros.
Un día muy largo ha de empezarse muy pronto. A medida que la luz de la mañana se abría paso a través de las cremalleras de sus tiendas de campaña, todo el equipo pensó lo mismo: el sol se ha unido al proyecto Outlanding (¡por fin llegaba la etapa más larga del viaje!: una ruta desde el norte al sur de Islandia). Las conductoras rodaron más de 12 horas sin ningún signo de civilización, con la excepción de un albergue que ya estaba cerrado por el invierno. Probablemente hay muchos países en elmundo donde puedes conducir todo ese tiempo sin ver a nadie más, pero por su espectacular paisaje volcánico con campos de lava en forma de cráter, suave arena negra y majestuosas montañas acechando al fondo, Islandia es realmente única.
Día 5: 143 kilómetros. Hora de ver los volcanes de Islandia. El quinto día el viaje fue más corto que el anterior, pero fue igual de bonito. Las rutas técnicas las llevaron a Krakatindur, un volcán de 858m en el vasto campo de lava de Nyjahraun, donde se instalaron para un picnic a su sombra y contemplaron su intimidante belleza.
Día 6: 80 kilómetros. Las conductoras terminaron el viaje en un punto álgido: una ruta corta que las llevó a través de varios cruces de ríos poco profundos, presentando la oportunidad perfecta para dar a los vehículos polvorientos una buena limpieza. Con las botas mojadas y las caras llenas de sonrisas, se despidieron de sus fieles y confiables vehículos Polaris que les habían permitido ver las maravillas de Islandia, incluso las de más difícil acceso.