Una de las zonas con más tradición de nuestra disciplina ha sido el lugar donde el certamen ha arrancado en 2025. Esta decima edición de la carrera alcarreña, ha sido toda una vuelta a los orígenes de las carreras todo terreno.
La carrera se puso de largo en la Gran Vía madrileña días antes de la celebración de la misma. En concreto en la Oficina de Turismo de Castilla la Mancha. Marco Antonio Campos, Alcalde de Cifuentes Enrique Batanero, Presidente del Automóvil Club Alcarreño, Ángel Fernández-Montes Delegado de Educación Cultura y Deportes de la Junta de Castilla La Mancha y José Vicente Medina, Vicepresidente de la Real Federación Española de Automovilismo, fueron las autoridades presentes en el acto.
Paralelamente se estuvo emitiendo el video promocional de la carrera, que permitía a los transeúntes conocer la celebración de la mima.
En la zona donde tuvo lugar la competición se hizo también un esfuerzo por dar a conocer el Rally, algo que se tradujo en buena cantidad de público pese a que las condiciones climatológicas del fin de semana fueron de las más adversas.
Las verificaciones fueron eternas, de cuerdo que era la primera del año, pero se emplea demasiado tiempo en los trámites. La cola para comprobar que la indumentaria de los deportistas correspondía al reglamento parecía eterna.
Algo que mejora. Tras años de matriculas en las puertas se vuelve a dorsales de buen tamaño, con diferentes colores para categoría, aunque los contrastes entre números y fondos no siempre son los suficientemente claros.
Más de ochenta vehículos inscritos con sus correspondientes camiones, carpas y demás, obligaban a tener una gran superficie de aparcamiento, que tuvo al campo de futbol del Cifontino como escenario por poco ya que esta a la espera de instalar césped artificial y ya no se podrá utilizar.
Una explanada contigua sirvió para albergar a los que no cabían. Desde la organización se trabaja en una nueva ubicación para ediciones futuras.
Edesio Caamaño no deja nada al azar. Obsérvese la proporción entre cerveza y refrescos para quienes estaban en su asistencia. Dos a uno. Así da gusto.
Primer breafing de la temporada en el patio del Convento de San Francisco. Da gusto ver tanta gente dispuesta a estar en el certamen.
Los pilotos y copilotos más que nunca, comentaron las peripecias sufridas tras la primera pasada al tramo largo en el reagrupamiento. Muchos lo pasaron verdaderamente mal.
El frio, el barro, el agua, los charcos, la falta de parabrisas en los buggies ligeros… El ganador de la carrera aparece en esta imagen calentándose las manos con el escape, porque si no, no era incapaz de hacer la maniobra con éxito.
Los mecánicos tampoco tuvieron un fin de semana fácil. Con los coches envueltos en barro y sin posibilidad de limpiarlos por el tiempo que conlleva, debieron trabajar como pudieron, a tientas en muchos casos.
Repunte de los Mitsubishi inscritos, que se impusieron en dos categorías. Los todo terreno de toda la vida deberían tener su espacio entre prototipos y buggies ligeros. No en vano fueron los pioneros.
La plaza mayor de la localidad, se convirtió en el epicentro de las actividades. Con mejor ambiente que nunca el público pudo disfrutar incluso de un concierto mientras se esperaba a la entrega de premios.
Impecable el equipo humano del Automóvil Club Alcarreño. Con muchas cosas en contra, demostraron saber sacar la prueba adelante, cuidar de los participantes y desvivirse por los equipos. Las circunstancias de la carrera, hicieron recordar las épocas de los raids en la zona, haciendo que el terminar el recorrido ya fuera un triunfo en sí.
Para cubrir la prueba utilizamos un KGM Korando 4×4. El hecho de ser unidad con tracción total, nos permitió rodar por caminos delicados para un SUV. Además, su modo de conducción en nieve nos permitió salir de la Alcarria el domingo mientras tenía lugar una copiosa nevada.