Nuestros seguidores saben que ya dimos a conocer la versión convencional el pasado año: https://montalbanmedia.com/prueba-500-kilometros-con-el-hyundai-kona-4×4-un-coreano-diferente-y-capaz/ y nos subimos ahora a su versión hibrida.
El modelo ha sido elegido coche del año en nuestro país, y parece una decisión totalmente razonable. Por tamaño, versatilidad y emisiones, es desde luego una compra inteligente. Recogimos la unidad en las instalaciones de la marca literalmente: “echando sangre”, con tan solo 1654 kilómetros. Exteriormente se diferencia de sus hermanos de motores térmicos por los anagramas Hybrid y Blue Drive.
Lo primero que llama la atención una vez a bordo es el hecho de arrancar sin ruido, y que disponemos del adhesivo en el parabrisas que nos permite rodar por ciudad en episodios de alta contaminación. También destaca la pantalla digital de generoso tamaño que ocupa todo el centro del salpicadero. Desde luego que la ciudad le viene bien. Por tamaño, nos moveremos sin problemas en la jungla que forman las ciudades.
Llevamos a cabo un desplazamiento por vía rápida de más de cuatrocientos kilómetros, y el coche se mostró eficaz en todo momento. Nos sigue gustando como la primera vez. Asientos cómodos y buen aprovechamiento del espacio interior. Tan solo se pierde algo de maletero, por la colocación de las baterías del motor eléctrico de 65 caballos que complementando al térmico suma 141.
El buen comportamiento se mantiene en carreteras de montaña ya que conserva los tarados más bien duros de suspensión, algo que nos gusta, y podemos una vez habituados a la conducción híbrida sacar todo el partido al sistema.
Fuera del asfalto, es donde ha perdido enteros ya que solo se comercializa en versiones contracción delantera, aunque la buena altura libre permite rodar por pistas y caminos en buen estado, lo que permite alguna que otra incursión en el medio natural. También debemos tener en cuenta en estos casos el aumento de peso que alcanza los 1880 kilogramos.
En cuanto a consumos, tan solo en algunos tramos en los que llaneamos y pudimos hacer kilómetros sin tráfico nos acercamos a los cinco litros que anuncia el fabricante. Devolvimos el Kona, con 2908 kilómetros, 1254 después.
Puede ser perfectamente el segundo coche de una familia con posibles, pero como primera elección también sería un acierto, ya que permite hacer viajes relajados y con consumo contenido, movernos por la ciudad cuando la inmensa mayoría no puede y salir mínimamente del asfalto. Quizá el único pero sea el precio, que arranca en los 26190 euros, pero evidentemente lo ultimo este tipo tecnología a la hora de conducir tiene su costo. Más que el coche del año, puede ser el coche de toda una vida.