En la recién celebrada reunión de propietarios del modelo, se pudieron ver diferentes soluciones para utilizar en el vehículo. Hay que tener en cuenta la antigüedad, ya que rondaban todos el cuarto de siglo, y el propio concepto del coche, de reducido tamaño y el primero pensado por Toyota para salir fuera del asfalto sin chasis macizo y sin reductora.
De origen el RAV 4 carecía de protecciones, por lo que en muchos casos se incorporaron como accesorios. De las unidades presentes, sorprendentemente las había de origen con el cárter expuesto, siendo la solución más utilizada una estándar pensada para el modelo con orificios de ventilación.
En otros casos se buscaba de forma artesanal la protección, sacrificando al minino la altura libre.
En cuanto a la colocación de la carga, el espacio es casi nulo, pudiéndose decir que tiene “la guantera atrás”. La solución de abatir la segunda fila es la más utilizada, habiendo incluso quien llevaba estructura metálica con cajón incluido.
Otros incluso con la segunda fila de asientos operativa, llegan a poner bandeja cubre objetos y una mesa plegable en la puerta.
Donde más variedad hubo fue en el tema neumáticos. Si bien todos llevaban medidas de origen, la más utilizada era la Maxxis de tacos.
BF Goodrich, sigue teniendo muchos adeptos. Estas son de la última actualización AT de la marca.
Cooper también tiene seguidores fieles. Se pueden adquirir mixtas con diferentes dibujos, lo que permite acertar con seguridad.
Por último, marcas menos conocidas, también llegan a los vehículos por precio. El caso es tener el vehículo operativo, en las mejores condiciones de uso, y los RAV presentes, lo estaban. Mantenimiento minino, fiabilidad máxima y lento envejecimiento son los argumentos de un modelo que dará muchos kilómetros aun a sus felices propietarios.