Prueba: 1000 kilómetros con el Jeep Compass 4×4 Limited 2.0. Más todo terreno de lo que parece.
El modelo que llevaba desaparecido de nuestro mercado un par de años, ha vuelto completamente renovado y actualizado. Recogimos el Compass con 21567 kilómetros. Exteriormente su silueta recuerda a la del Grand Cherokee, pero con menores dimensiones. Ha perdido los faros redondos teniendo un frontal más acorde con la icónica línea de la marca y atesora detalles cromados que le dan cierto toque de distinción. También destaca el tono bicolor con el techo negro y sobre todo dos conjuntos de adhesivos en vinilo uno en el tercer pilar del vehículo y otro más grande en el capo. Es pura personalización y a quien guste de estas cosas estará servido. El alerón trasero y los aletines que continúan su línea con los bajos tanto laterales como frontal y trasero marcan la línea deportiva que se pretende con este SUV., que consigue un resultado atractivo y diferenciador. Las llantas son muy bonitas pero poco practicas, la medida de neumáticos de nuestra unidad con dibujo totalmente de asfalto es 225/45 en llanta de diecinueve pulgadas, siendo muy recomendable si tenemos intención de movernos por pistas y caminos adquirir nuestro Compass con unas de dieciséis y montarle neumáticos mixtos que le permitirán ganar enteros fuera del asfalto. Gestión de concesionario. Destacar que lleva una pequeña protección metálica de bajos en la parte frontal del vehículo, algo inaudito en nuestros tiempos en coches de estricta serie. El interior es agradable aunque hay bastante utilización del plástico y se echa en falta algún que otro hueco mas para objetos sobre todo en el puesto de conducción. Destacable las holgadas posibilidades de colocación del volante, superiores a la media del mercado. Los asientos son cómodos aunque se echa en falta algo más de sujeción lumbar. Los traseros son también agradables, más que correctos para dos adultos pero algo justos si son tres los ocupantes. En su máxima capacidad alcanza los 1257. El maletero tiene una capacidad de 438 litros, bastante cuadrado y capaz aunque por diseño la boca de carga es alta y estrecha. Tras un bajo fondo se encuentra más espacio para objetos y el kit anti pinchazos ya que no contaremos con rueda de repuesto salvo que la pidamos explícitamente. A bordo disfrutamos de buen ambiente, con correcta ergonomía en los mandos y facilidad de manejo, el motor, un 2.0 Multijet de 140 caballos mueve la algo más de tonelada y media de peso del Compass sin problemas. En cuanto al consumo, los 5,7 litros anunciados por el fabricante, se nos quedaron cortos ya que nuestra media supero por poco los 8 litros. En su descargo hay que reseñar que hicimos el 20% del kilometraje fuera del asfalto y muchas veces con cinco pasajeros a bordo. El cambio es progresivo y agradable y los desplazamientos son cómodos y no se nota el paso de los kilómetros. Las tres primeras marchas son más bien cortas pero luego todo es buena conducción. Cuenta con un completo sistema de seguridad que incluye entre otras cosas el detector de cambio involuntario de carril y el de aviso de posible colisión frontal. EN CAMPO, MEJOR DE LO QUE CABRIA PENSAR. Sobre el papel, Jeep garantiza que todos sus modelos con tracción 4×4 se defienden en el campo y este desde luego lo hace. Hemos hecho muchos kilómetros de pista ya que las especiales del Eurotrial (competición a la que acudimos con el Compass) estaban separadas por centenares de metros y en varias ocasiones colaboramos con la organización a la hora de desplazar pilotos del parque cerrado a la zona de asistencia y a la propia de acampada, siempre en pistas de buen firme pero con considerable pendiente. El coche se ha comportado. Tracción en todo momento y comodidad para todos los ocupantes. El acceso es bueno y con cinco a bordo se mueve con agilidad. Tiene, llegada la ocasión cuatro posibilidades de utilización, automático, nieve arena y barro en base al sistema Active Drive, que se complementa con un bloqueo 100% si es que las cosas se complican. Tan solo pudimos rodar sobre tierra y… hierba y en ningún caso el coche falló. Con las cuatro ruedas sobre césped, y no plano precisamente el sistema demostró su eficacia. Es sin lugar a dudas una buena elección si queremos un coche para todo, y con tan solo modificar un par de cosas será un buen rodador en el monte. En cuanto a precio, una unidad como la del reportaje a tope de equipamiento superaría por poco los 40000 euros. Devolvimos el Compass con 22538 kilómetros. 971 más que cuando lo recogimos. La opinión de Françoise Hollender* ME HA SORPRENDIDO SU BUEN ANDAR FUERA DEL ASFALTO. Aprovechando que estábamos juntos en la celebración del Eurotrial, le sugerimos a Françoise Hollender que nos diera su opinión sobre el vehículo. Costo muy poco convencerla y la verdad es que lo hizo a conciencia a que se movió no solo por caminos sino que rodo también por asfalto en diferentes tipos de vías. “Me ha gustado mucho el Compass, permite circular cómodamente por carretera, es suave en todo y exteriormente muy atractivo, dando un toque personal los vinilos de los laterales y el capo delantero. Lo que más me ha impresionado es que fuera del asfalto se pueden abordar pasos que dejarían tirados a otros modelos con más pretensiones y mejor apariencia. Me gusta que pese a que lo he retorcido en varios momentos no se oye el más mínimo ruido estructural, señal de que todo está bien concebido y en su sitio. Tan solo le cambiaria el conjunto llanta/neumático por uno más enfocado al monte y le haría ganar algo en altura con un kit de suspensión elevada, que mejoraría sus ángulos sobre todo el delantero, ya que el morro está muy expuesto y lo he rozado hasta en pequeños agujeros donde a priori no debería tocar. Seria así mucho más efectivo”. Antes de terminar me pide que refleje otra opinión aun más personal sobre la marca: “Me gustaría que se supiera, que