PRUEBAS

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Prueba: 1000 kilómetros con el Jeep Compass 4×4 Limited 2.0. Más todo terreno de lo que parece.

El modelo que llevaba desaparecido de nuestro mercado un par de años, ha vuelto completamente renovado y actualizado. Recogimos el Compass con 21567 kilómetros. Exteriormente su silueta recuerda a la del Grand Cherokee, pero con menores dimensiones. Ha perdido los faros redondos teniendo un frontal más acorde con la icónica línea de la marca y atesora detalles cromados que le dan cierto toque de distinción. También destaca el tono bicolor con el techo negro y sobre todo dos conjuntos de adhesivos en vinilo uno en el tercer pilar del vehículo y otro más grande en el capo. Es pura personalización y a quien guste de estas cosas estará servido. El alerón trasero y los aletines que continúan su línea con los bajos tanto laterales como frontal y trasero marcan la línea deportiva que se pretende con este SUV., que consigue un resultado atractivo y diferenciador. Las llantas son muy bonitas pero poco practicas, la medida de neumáticos de nuestra unidad con dibujo totalmente de asfalto es 225/45 en llanta de diecinueve pulgadas, siendo muy recomendable si tenemos intención de movernos por pistas y caminos adquirir nuestro Compass  con unas de dieciséis y montarle neumáticos mixtos que le permitirán ganar enteros fuera del asfalto. Gestión de concesionario. Destacar que lleva una pequeña protección metálica de bajos en la parte frontal del vehículo, algo inaudito en nuestros tiempos en coches de estricta serie. El interior es agradable aunque hay bastante utilización del plástico y se echa en falta algún que otro hueco mas para objetos sobre todo en el puesto de conducción. Destacable las holgadas posibilidades de colocación del volante, superiores a la media del mercado. Los asientos son cómodos aunque se echa en falta algo más de sujeción lumbar. Los traseros son también agradables, más que correctos para dos adultos pero algo justos si son tres los ocupantes. En su máxima capacidad alcanza los 1257. El maletero tiene una capacidad de 438 litros, bastante cuadrado y capaz aunque por diseño la boca de carga es alta y estrecha. Tras un bajo fondo se encuentra más espacio para objetos y el kit anti pinchazos ya que no contaremos con rueda de repuesto salvo que la pidamos explícitamente. A bordo disfrutamos de buen ambiente, con correcta ergonomía en los mandos y facilidad de manejo, el motor, un 2.0 Multijet de 140 caballos mueve la algo más de tonelada y media de peso del Compass sin problemas. En cuanto al consumo, los 5,7 litros anunciados por el fabricante, se nos quedaron cortos ya que nuestra media supero por poco los 8 litros. En su descargo hay que reseñar que hicimos el 20% del kilometraje fuera del asfalto y muchas veces con cinco pasajeros a bordo. El cambio es progresivo y agradable y los desplazamientos son cómodos y no se nota el paso de los kilómetros. Las tres primeras marchas son más bien cortas pero luego todo es buena conducción.  Cuenta con un completo sistema de seguridad que incluye entre otras cosas el detector de cambio involuntario de carril y el de aviso de posible colisión frontal. EN CAMPO, MEJOR DE LO QUE CABRIA PENSAR. Sobre el papel, Jeep garantiza que todos sus modelos con tracción 4×4 se defienden en el campo y este desde luego lo hace. Hemos hecho muchos kilómetros de pista ya que las especiales del Eurotrial (competición a la que acudimos con el Compass) estaban separadas por centenares de metros y en varias ocasiones colaboramos con la organización a la hora de desplazar pilotos del parque cerrado a la zona de asistencia y a la propia de acampada, siempre en pistas de buen firme pero con considerable pendiente. El coche se ha comportado. Tracción en todo momento y comodidad para todos los ocupantes. El acceso es bueno y con cinco a bordo se mueve con agilidad. Tiene, llegada la ocasión cuatro posibilidades de utilización, automático, nieve arena y barro en base  al sistema Active Drive, que se complementa con un bloqueo 100% si es que las cosas se complican. Tan solo pudimos rodar sobre tierra y… hierba y en ningún caso el coche falló. Con las cuatro ruedas sobre césped, y no plano precisamente el sistema demostró su eficacia. Es sin lugar a dudas una buena elección si queremos un coche para todo, y con tan solo modificar un par de cosas será un buen rodador en el monte. En cuanto a precio, una unidad como la del reportaje a tope de equipamiento superaría por poco los 40000 euros. Devolvimos el Compass con 22538 kilómetros. 971 más que cuando lo recogimos. La opinión de Françoise Hollender* ME HA SORPRENDIDO SU BUEN ANDAR FUERA DEL ASFALTO. Aprovechando que estábamos juntos en la celebración del Eurotrial, le sugerimos a Françoise Hollender que nos diera su opinión sobre el vehículo. Costo muy poco convencerla y la verdad es que lo hizo a conciencia a que se movió no solo por caminos sino que rodo también por asfalto en diferentes tipos de vías. “Me ha gustado mucho el Compass, permite circular cómodamente por carretera, es suave en todo y exteriormente muy atractivo, dando un toque personal los vinilos de los laterales y el capo delantero. Lo que más me ha impresionado es que fuera del asfalto se pueden abordar pasos que dejarían tirados a otros modelos con más pretensiones y mejor apariencia. Me gusta que pese a que lo he retorcido en varios momentos no se oye el más mínimo ruido estructural, señal de que todo está bien concebido y en su sitio. Tan solo le cambiaria el conjunto llanta/neumático por uno más enfocado al monte y le haría ganar algo en altura con un kit de suspensión elevada, que mejoraría sus ángulos sobre todo el delantero, ya que el morro está muy expuesto y lo he rozado hasta en pequeños agujeros donde a priori no debería tocar. Seria así mucho más efectivo”. Antes de terminar me pide que refleje otra opinión aun más personal sobre la marca: “Me gustaría que se supiera, que

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Prueba. 500 kilómetros con el Hyundai Kona 4×4. Un coreano diferente y capaz.

El grupo de SUV es el de más éxito comercial de los últimos meses (y lo que le queda), el fabricante coreano lo sabe y ha lanzado hace semanas este modelo, que ahora hemos podido conocer de cerca. En el disputado segmento B, es una opción que atesora atributos más que interesantes a la hora de poder circular fuera del asfalto que es lo que nos interesa. PERSONALIDAD PROPIA. Recogimos el Kona con 5648 kilómetros y nos pusimos a escudriñarlo. Se trata de un TGDi 1.6 de 176 caballos, con acabado Style, interior Sky Red y color Cake Silver. Lo que más llama la atención es que pese a que tiene unas formas aparentemente comunes a otros modelos, tiene una marcada personalidad. Nuestra unidad es de un tono similar a la gran cantidad de aditamentos que tiene la carrocería lo que hace que estos destaquen menos, pero es desde luego todo un ejercicio de lo que debe ser la imagen de un SUV. Prominentes pasos de rueda, barras de techo, paragolpes trasero envolvente… En Hyundai manteniendo los rasgos de familia, se han permitido salirse de la norma. Se puede adquirir en diez colores de carrocería y dos de techo, lo que personalizará aun más nuestra compra. Destaca el frontal, diferente a todo y con una posición de los faros en tres alturas. Es sin duda lo más característico del modelo, que trasmite robustez en sus formas. La profusión de plástico en el entorno de la carrocería, es de agradecer en el tráfico urbano, lo que hará que nuestra chapa sufra menos aunque por diseño algunas ópticas parecen algo expuestas.  Las puertas y portón trasero tienen un tamaño correcto lo que permite una buena accesibilidad. El último apartado, nos parece suficiente, en su configuración normal con 361 litros de capacidad. El fondo del mismo es desmontable y oculta el kit anti pinchazos ya que no trae rueda de repuesto, algo imprescindible si queremos salir al monte con frecuencia. Un último detalle a tener en cuenta es que la antena se desatornilla con facilidad por lo que en según qué casos habrá que retirarla por ser un botín propicio para los amigos de lo ajeno. El interior, también se puede personalizar con tres colores de pespuntes de tapicería a elegir. Los asientos delanteros recogen bien y son cómodos y las plazas traseras son también cómodas si van dos ocupantes y aceptables para tres. La instrumentación es clara y todos los interruptores se localizan con facilidad. Buena calidad en los materiales y ambiente agradable en general. En marcha, es dócil en cualquier circunstancia, su tamaño permite que nos movamos perfectamente en vías urbanas y que aparcar no sea una pesadilla. En vías rápidas se muestra progresivo y ágil, siendo muy efectivo en trazados sinuosos y carreteras de montaña. La suspensión más dura de lo habitual se agradece y podemos disfrutar de poder llevar un buen ritmo si es que queremos correr. Completísimo equipamiento en cuanto a seguridad, desde la detección de peatones hasta la cámara trasera, sin duda al nivel de modelos de mayores pretensiones.   EN EL MONTE, MEJOR DE LO PREVISTO. A priori, tras lo conocido comenzamos a rodar por pistas en buen estado y el vehículo se muestra noble y con buen tacto tanto en frenadas como a la hora de negociar curvas pudiéndose mantener un buen ritmo. Buscamos un camino más roto y el coche parece notar más las irregularidades, consecuencia de unos tarados de suspensión firmes, pero el coche no tiene problemas para avanzar, solo deberemos tener cuidado con el ángulo de ataque, escaso por lo afilado del diseño del morro y por la escasa altura libre al suelo (17 centímetros). El resto sin problemas. Los recorridos de suspensión son dignos para el concepto del modelo y su peso que supera por poco los 1300 kilogramos, lo que le convierte en un modelo “ligero” algo que es bueno en pasos complicados y cuando el barro es protagonista. Tenemos ayudas a la conducción, ya que el sistema automático que pasa tracción a la rueda que tiene más agarre, se puede bloquear manualmente gracias a un interruptor instalado en la consola central dejando el sistema en 50% para cada tren de forma permanente. También contamos con control de descenso de pendientes, que impide que el coche alcance siquiera los 10 kilómetros hora. La ayuda de arranque en pendiente, también es útil si nos ponemos en marcha en mala postura. El coche tiene tres posibilidades de uso del motor, Eco, Confort y Sport. Lo mejor en la primera posición nombrada en la que las reacciones son más suaves. Aparte de el ángulo y la altura comentados, tendremos en contra el dibujo de los neumáticos totalmente de asfalto y el diámetro de la llanta que si bien de origen anuncia 215/55R17, nuestra unidad montaba 235/ 45 R18. Lo mejor que el concesionario nos facilitara una medida 205/ 60 R16 que montan las versiones menos equipadas y que además de tener más oferta en el mercado del neumático mixto, nos permitiría montar mas perfil sin tener que rendir cuentas en la ITV ganado alrededor de un centímetro de altura libre que nos vendría muy bien fuera del asfalto. Otra mejora, seria sustituir las protecciones de bajos de plástico por unas metálicas lo que nos daría confianza en pasos con obstáculos. Así tendremos un coche a la última, que va bien en todo tipo de vías, que lleva un completo equipamiento en cuanto a confort y seguridad, con un tamaño contenido, aunque goza de capacidad y con posibilidades más que dignas de rodar fuera del asfalto. En Hyundai van a la moda pero sin olvidar el fondo de armario. Devolvimos el Kona con 6212 kilometros 564 más que cuando lo recogimos siendo el 20% fuera del asfalto.  En cuanto a consumos, los 6,7 litros en combinado que anuncia el fabricante, nos fueron imposibles de alcanzar ya que no fuimos a ahorrar en n ningún momento, moviéndonos en una horquilla de 8-9 cada 100

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Prueba. 1000 kilómetros con el Alfa Romeo Stelvio First Editión 2.0 AWD. Disparo italiano.

Como tantas otras marcas, Alfa Romeo no ha podido evitar hacerse eco de la cada vez mayor presencia de modelos SUV en el mercado, sobre todo en el segmento Premium, plagado de  firmas que en principio no hubieran comercializado vehículos de este tipo hace unos años. Tamaño generoso, cinco puertas,  mayor altura de la carrocería y posibilidad de adquisición con tracción total para los más osados, han llegado a los que deciden en Italia y desde hace semanas el Stelvio, rueda por nuestras carreteras. Hemos podido probar uno de ellos. Como aficionado al automovilismo, Alfa es una marca que tenemos en el disco duro tanto en el día a día como en la memoria histórica y acercarse a uno siempre provoca un plus de interés. El coche por fuera es muy, muy bonito, además el color (denominado por el fabricante como rojo competizione) lo realza, ya que imita el que llevaban los de carreras durante buena parte del siglo pasado. El primitivo rojo Italia. Líneas armoniosas, con un frontal típico de la marca y llantas resultonas le convierten en un conjunto impresionante. Se puede decir que dentro de la similitud de líneas de muchos modelos del segmento, este parece tener su toque diferenciador. Marca de la casa, combinan diseño y soluciones actuales, como faros de Xenon o llantas de aleación de generoso diámetro, con cromados impecables o la eterna imagen de la parrilla de la marca. Por encima de todo, se mantiene el carácter deportivo que Alfa Romeo imprime a todas sus creaciones. El interior no le va a la zaga. Asientos cómodos y envolventes, volante con tacto agradable y perfecta ergonomía en todos los interruptores. Todo es fácil de entender y con un uso mínimo de teclas y botones, todo muy intuitivo lo que se agradece. Tiene toda la información, pero no apabulla con relojes, pantallas, testigos o luces. Es muy espacioso para cualquiera de los ocupantes, con una posición de los asientos cómoda independientemente  de la morfología del pasajero. El maletero supera por poco los 500 litros pero nos pareció capaz para guardar varios equipajes. Bajo un falso fondo hay otra zona de carga en la que existen varios compartimentos que incluyen el kit anti pinchazos ya que ni en opción se puede adquirir con rueda de repuesto. Extras como el techo panorámico o el equipo de música, convierten un viaje en una agradable experiencia. UN AUTENTICA BOMBA. Puestos en marcha, todo resulta ser muy agradable y silencioso, sus generosas dimensiones exteriores parecen más pequeñas una vez a bordo cualquier movimiento es fácil. En vías rápidas, tendremos una berlina de buenas prestaciones, son casi 300 caballos (280), para poco más de 1700 kilos y el Stelvio es ágil. El cambio de ocho velocidades es eficaz y agradable y realmente aunque tiene tres posiciones de uso, la Normal la deportiva Dynamic y la mas progresiva Advanced Eficiency,  una vez probadas no notamos excesivas diferencias salvo en el modo deportivo que apura las marchas algo más. Nuestro recorrido desde Madrid por la A-5 nos lleva de vía rápida a una carretera verdaderamente pensada para disfrutar, la que va desde Talavera de la Reina a Herrera del Duque capital de la Siberia Extremeña. Aquí es donde el Stelvio saca a relucir todo su potencial. Cabe recordar que rodamos con un vehículo de propulsión con la tracción en el eje trasero, que cuando detecta perdidas de adherencia pasa tracción al delantero hasta llegar incluso al 50-50. Puestos en el modo Dynamic y manejando el cambio con las levas del volante (estas tienen generosa longitud, por lo que quedan a mano por muy cerrado que sea el viraje), abordamos la inmensa variedad de curvas rápidas que tiene ese tramo, gozando de una estabilidad y aplomo impecables, lo que nos permite llevar un ritmo altísimo. Tan solo nos resulto molesta alguna de las ayudas a la conducción que resultaron ocasionalmente intrusivas por detectar como obstáculos elementos fijos que solo aparecían fugazmente en alguna de las trazadas.    Posteriormente pudimos rodar por carreteras locales, ratoneras y reviradas en el Parque Natural de Cabañeros donde en algunos tramos te hartas verdaderamente de “dar manotazos” por la interminable sucesión de curvas. El Stelvio pasa bien por todo y da gusto conducirlo. No parece que estemos a bordo de un SUV, ya que el carácter deportivo sobrevuela cualquier acción. Este Alfa tiene los tres mandamientos de un vehículo rápido: anda, se tiene y frena. EN CAMPO, CON LIMITACIONES. Pocos de los que adquieran un Stelvio, se atreverán a sacarlo del asfalto, como mucho llegar a esa finca en la que tenemos un compromiso social y que tiene el acceso sin asfaltar, o abordar carreteras nevadas si es que la climatologia se tuerce. De todas maneras, si el camino está bien de piso, sin problemas. Es más, lo pide a gritos, su comportamiento es tan explosivo que hará las delicias de quienes lo aprieten. Se puede jugar con el sin problemas teniendo un comportamiento muy noble.  Siempre hablamos de cómo mejorar la configuración de serie, desde luego con modificaciones que no tengan  que dar cuanta en la ITV, pero el Stelvio está bien así, el asfalto es su espacio natural. De todas maneras, rodando con cautela, se puede llegar a muchos sitios a priori complicados para el modelo. Alguna de las fotos que ilustran este reportaje, dan fe de ello ya que con el Stelvio llegamos sin problemas a lugares como el Sitio de Malamoneda o el Dolmen de San Martin de Montalbán, con algunos pasos con pronunciadas roderas, inclinaciones o cubiertos de vegetación, donde según en que circunstancias (barro o hierba) el avance con un 4×2 se vería comprometido. Conviene activar el modo Advanced que actúa sobre la dirección, la respuesta del motor y el cambio, suavizando las reacciones del coche. El sistema de control de descensos también ayuda, es efectivo y permite rodar a mínima velocidad algo que se agradece en algunos pasos. Tampoco tenemos que olvidar que no tenemos una excesiva altura libre, llevamos ruedas

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Prueba. 1800 kilómetros con el Subaru XV 2.0 i Sport Plus. Un 4×4 de verdad, discreto y eficaz.

Subaru es de las pocas marcas que no se rinden ante la invasión de los SUV con clara vocación de rodar por asfalto, manteniendo en ¡TODA! su gama la tracción total y lo que es mejor, ayudas a la conducción fuera del asfalto. Este XV es lo último que la marca ha puesto en el mercado y lo hemos podido disfrutar. Si el anterior nos gustaba, este nos ha encantado. Aparentemente la carrocería tiene mínimos retoques pero nada más lejos de la realidad, porque se trata de un monocasco enteramente nuevo, base de varios modelos de la marca. El diseño del frontal se ha afinado un poco con los faros y la toma de aire del motor  más rasgados. Circunstancia similar en los pilotos traseros. Boca de carga alta, llantas atractivas de 18 pulgadas con buen neumático en medida 235/55/18 pero totalmente de asfalto y buenos ángulos característicos en el caso del ventral y el trasero, siendo más discreto el delantero, dato a tener en cuenta en zonas trialeras o grandes roderas.   La altura libre es generosa con casi veintidós centímetros en todo los bajos a lo que colabora el diseño del motor bóxer que mantiene en la zona del propulsor dicha altura. Se da la circunstancia de que en algunos países se comercializan otros paragolpes delanteros con los antiniebla recolocados y mejor ángulo para no tocar en los obstáculos. A bordo, si se notan las mejoras. Acabados de calidad, y buenos remates y encaje, destacando una costura naranja que recorre estratégicamente todo el interior desde asientos a guarnecidos de puertas (los mas caprichosos podrán elegir el XV en carrocería naranja a juego con el pespunte). Puede no gustar a algunos pero remarca el carácter deportivo. Buena habitabilidad para cuatro adultos debiendo ser poco corpulentos si es que quieren incorporar el quinto pasajero. En cuanto al maletero, no llega a los 400 litros pero es muy aprovechable. Bajo un doble fondo, encontramos un hueco para los triángulos de emergencia y el kit de reparación de neumáticos, dejando en evidencia el a nuestro juicio mayor fallo de este Subaru, la ausencia de rueda de repuesto, algo imprescindible para un coche con tan buenas capacidades para rodar fuera del asfalto que es donde se suele pinchar. Arrancamos por una vía rápida con casi setecientos kilómetros por delante, hasta la Pobra de Caramiñal donde tendría lugar la Asamblea Anual de la Asociación de usuarios de Todo Terreno. Constatamos que los asientos, sobre todo en apoyo lumbar son cómodos y no cansan por mucho tiempo que estemos en carretera. El motor anuncia 156 caballos que a veces parecen no estar por el escalonado del cambio CVT que no siempre te deja rodar de forma alegre. Se puede llevar un  buen ritmo de forma cómoda gracias a un correcto tarado de la suspensión que no se queja en los apoyos prolongados ni con el cambio de radio en las curvas y por lo que colabora la barra estabilizadora trasera, más gruesa y mejor anclada que en la versión anterior. El sistema Eye Sight (de serie en toda la gama) es completo y funciona de forma correcta, aunque nos resulto un tanto intrusivo en los tramos de más de dos carriles y en según qué curvas en las que los demás vehículos varían súbitamente su velocidad o su trazada. Llegados a carreteras nacionales, comarcales y las ratoneras que dominan Galicia, el coche se sigue mostrando eficaz, el sistema Active Torque Vectoring que frena la rueda trasera interior en los virajes más cerrados, se agradece, apareciendo las bondades del sistema de tracción total en las humedades que suelen encontrarse en las umbrías de las carreteras más recónditas de montaña. Llegado el momento de salir del asfalto, tendremos un póker de aliados. En primer lugar el sistema Symetrical AWD marca de la casa, un sistema de tracción total de funcionamiento impecable, el X-Mode, que se activa con un botón y que aumenta y mejora la tracción a baja velocidad, el Hold Assist que ayuda a arrancar en pendiente y el HDC o sistema de control de descensos. Vamos a comprobar las bondades del conjunto. De momento en pistas de buen firme mantiene sus buenas prestaciones, pero cuando el terreno se complica, saca sus virtudes. El sistema de suspensión multibrazo sigue siendo eficaz y absorbe muy bien las irregularidades del terreno. Abordando pasos más complicados como barrizales con roderas o raíces, tan solo deberemos controlar que no damos con el morro y pasaremos sin problemas, no hay que olvidar que el coche pesa poco más de 1400 kilogramos, lo que ayuda en subidas y barro. En las tres rutas que hicimos durante la prueba, solo usamos el X-Mode por ver si era eficaz, comprobando que lo más destacable es que facilita las cosas siendo útil sobre todo en pasos estrechos o donde la velocidad deba ser mínima. El control de descensos ayuda sobre todo en caminos invadidos por la vegetación impidiendo que el Subaru adquiera más velocidad de la deseada.  Tan solo desistimos de atacar los cortafuegos, por el tamaño de las piedras en alguno de ellos y por que el dibujo de nuestros neumáticos nos impediría progresar correctamente. Llegado el caso el recorrido de las suspensiones es mayor del que podría preverse y lo que es mejor el sistema de tracción mantiene detenida la que está en el aire. Superamos los 1800 kilómetros en nuestra prueba de los que casi 200 lo fueron lejos del asfalto, con un consumo medio que supero en algo más de un litro al combinado de 6,9 a los cien que anuncia el fabricante. RESUMIENDO. Se puede adquirir desde 21900 euros, si nos referimos a la versión 1.6 de 114 caballos, que cuenta con algo exclusivo, una reductora que se activa con interruptor y llantas de 17 pulgadas que permiten encontrar en el mercado varias posibilidades de neumáticos mixtos. Con estos mimbres por poco dinero más podemos hacernos con un 4×4 más que digno desde casi el mismo concesionario. Imprescindibles las

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Prueba. 1000 kilómetros con el Fiat Panda Cross Twin Air 4×4. Argumentos de peso.

Estamos ante un vehículo con posibilidad de circular con tracción total, hasta ahí como muchos del mercado, pero que goza de un valor añadido muy importante a la hora de moverse fuera del asfalto. Su peso supera por muy poco la tonelada. Lo hemos probado para ver como se desenvuelve. Se trata de la terminación Cross Twin con motor de gasolina de 900 centímetros cúbicos, y 95 caballos de potencia. Luce un atractivo color azul eléctrico que no pasa desapercibido. Exteriormente, los detalles como las barras de techo o los aletines en los pasos de rueda, denotan su vocación campera. Facilidad de acceso en todas las aperturas, el motor tiene un buena accesibilidad a la hora de llevar a cabo labores mecánicas. El maletero es más aprovechable de lo que pudiera parecer en un principio y alberga en su fondo la rueda de repuesto, de galleta pero por lo menos tiene. Subirse al coche desde cualquier puerta no es difícil aunque tres adultos en el asiento trasero irán más que apretados. A bordo, todo bien. La instrumentación justa, pero suficiente, fácil de ver y más sencilla de utilizar. Los acabados son correctos y el tacto de los materiales agradable. Los asientos son cómodos aunque se echa en falta algo más de apoyo lumbar. Nos movemos. En tráfico urbano, seremos los reyes, por tamaño cabemos en cualquier sitio y los más radicales serán capaces de aparcar en batería en los espacios para hacerlo en fila. Pese a las reducidas dimensiones, tienen sensores de aparcamiento, algo bien pensado para que no seamos muy optimistas a la hora de maniobrar y queramos meterlo donde realmente no cabe. En vías rápidas nos moveremos bien, aunque siempre intentando usar marchas largas, ya que el motor resulta algo rumoroso. En tramos más virados o carreteras de montaña, el buen tarado de suspensiones permite rodar a buen ritmo sin inclinaciones de carrocería. Llegados al punto de rodar fuera del asfalto, repasamos los datos más importantes del modelo. Buenos ángulos característicos, 24ºx34ºx21º (ataque, salida y ventral) 15, 8 centímetros de altura libre, 76 de profundidad de vadeo, neumáticos cuatro estaciones, que sin ser específicos para el monte tienen buen agarre, protección de cárter metálico y 1179 kilogramos de peso. Con esos datos, muchos modelos de mayor envergadura y pretensiones, quedan en evidencia. Además vamos muy cerca del suelo, por lo que también podemos presumir de un buen centro de gravedad. Activamos la rueda en la posición  de circular en modo 4×4 y nos metemos en una pista en buen estado. Va como un tiro, mejor aun si el tramo es virado en donde este Panda Cross está en su salsa, se puede llevar un  ritmo muy alto por lo ligero y manejable que es. Si nos metemos en problemas, rodando en caminos más rotos deberemos tener en cuenta que ese tarado más bien firme, nos hará notar más las irregularidades del terreno, pero podremos pasar sin más agobios. Su anchura de vías permite circular sin caer encajado en las roderas de otros todo terreno. Las zonas trialeras son también su territorio natural. Cualquier paso se supera con mínima inercia y en las bajadas el control de descensos funciona. Los pasos estrechos o las zonas con vegetación, le convierten en el rey de la excursión. De serie va bien, pero se pueden cambiar los neumáticos de origen 185/65R15 (hay una opción de fabrica más estrecha 175/65R15) por unos más agresivos e incluso subir una medida hasta los 185/70R15 que nos permitiría subir en más de un centímetro la altura libre. Se trata en definitiva de un modelo muy digno, perfecto para la nieve, pero muy capaz en el monte, eso sí, con el espacio justo. Devolvemos el vehículo rozando los 1100 kilómetros recorridos, con un consumo medio, de 5,8 litros, algo menos de un litro de los que anuncia el fabricante, pero por rimo y uso, en el que el hecho de gastar poco no nos preocupó nos parecen una cifra más que correcta.   LA OPINIÓN DE ANTONIO NADAL*. Aprovechando nuestro desplazamiento hasta Masía Pelarda para hacer el reportaje de este Fiat Panda quisimos saber las impresiones de una de sus cabezas visibles sobre el modelo. Tras moverse por la finca abordando alguna que otra trialera y exprimir en lo posible el coche, nos resume la experiencia. “Me agrada el coche. El poco peso es básico para atreverse con muchos pasos complicados. Me gusta la posición de conducción. Me ha resultado cómoda la posibilidad no solo de apoyar el pie izquierdo en el reposapiés sino también el hecho de que se puede apoyar la rodilla derecha en la consola con lo que el pie de ese lado queda también controlado. La altura del pomo del cambio es perfecta y todos los mandos son claros y legibles. Algunos se quejaran de que son espartanos, pero su tamaño me gusta y además se ven fáciles de limpiar si usamos el coche de forma intensiva en el monte ya que no hay recovecos. El motor empuja lo suficiente, y cuando abres el capo, la mecánica queda muy a la vista algo que es de agradecer en los tiempos que corren en los que las marcas apuestan por tapar todo lo que puedan. En marcha, me ha gustado el tacto de la dirección, más directa de lo que podría parecer, y la eficacia de los sistemas de ayuda a la conducción fuera del asfalto. Cumplen lo que prometen. En lo negativo, creo que después del esfuerzo del fabricante por ofrecer un vehículo con posibilidades a la hora de circular por caminos, montando incluso una caja de cambios de seis marchas, sería deseable una primera más corta que la de origen y que el control de descensos fuera aun más restrictivo con la velocidad. Tampoco me ha gustado que la de repuesto no sea una rueda equivalente a las que monta”. *Antonio Nadal es uno de los responsables de Masía Pelarda, empresa dedicada al todo terreno de forma especializada, tanto en su

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Prueba. 4000 kilómetros con el SsangYong Rexton Limited. El buque insignia de Corea.

Es la tercera vez que probamos un Rexton en Marruecos. La primera ocasión, fue siguiendo el Dakar 2007, a plena satisfacción pese a que íbamos muy cargados y a veces con prisas y la segunda cubriendo el Trofeo Sin Fronteras Challenge de 2013, siendo el vehículo de prensa con el que más kilómetros fuera del asfalto hemos hecho en el país alauí sin mayores problemas. Esta vez ha sido durante el desarrollo del Rally Clásicos del Atlas recién celebrado. Pasamos a detallar la experiencia. Se trata de la cuarta generación del modelo, pero es desde luego la de cambio estético más radical. El vehículo nos llamaba la atención, no en vano en un mundo plagado de SUV,  justos en cuanto a robustez y capacidades todo terreno, SsangYong mantiene en el mercado un modelo con chasis macizo y reductora. En este caso, han apostado además por el generoso tamaño incluyendo hasta siete asientos. Recogemos el Rexton con 5831 kilómetros y nos disponemos a conocerlo. Estas primeras unidades se han entregado sin rueda de repuesto con juego de reparación de neumáticos, pero las siguientes con una modificación en el chasis, tendrán quinta rueda, algo imprescindible para un vehículo con posibilidades de rodar fuera del asfalto. La inclusión de rueda de repuesto ha sido iniciativa de la filial española de la marca, que también va a llevar a cabo un cubrecarter y posteriormente protecciones integrales de los bajos para quien lo desee. Gentilmente desde el departamento de prensa de la marca, se nos incluye una rueda completa y material para sustituirla en caso de pinchazo. Afortunadamente no hizo falta. El coche impresiona por tamaño y línea es realmente grande y tiene a simple vista buena altura libre para sus dimensiones además de ángulos característicos generosos para la carrocería que tiene como líneas dominantes unos pasos de rueda prominentes y un frontal agresivo como consecuencia de las diversas rejillas de ventilación. El acero de alta resistencia se ha utilizado con profusión y ha pasado por el túnel del viento de Pininfarina para pulir su aerodinámica. Sus dimensiones exteriores 4850 x 1960 x 1825 hablan a las claras de su tamaño. Ha crecido en longitud, y anchura, siendo unos milímetros más bajo. No obstante la altura mínima oscila entre los 20,5 y 22,3 centímetros, cifras dignas para un vehículo de este tamaño. La batalla ha crecido, lo que empeora algo el ángulo ventral, y el ancho de vías ha hecho lo propio para ganar en estabilidad. Los ángulos característicos quedan en 20,5º, 22º y 20 º respectivamente en cuanto de ataque, ventral y de salida. El espacio a bordo es amplio para todos los ocupantes. Los asientos delanteros que resultaron cómodos aunque se hicieran muchos kilómetros, habiendo podido comprobar tanto el sistema de calefacción como de aireación de los mismos ya que las diferencias de temperatura oscilaron desde los más de treinta grados hasta casi llegar a cero. Son realmente de tacto agradable y con reglaje eléctrico. El volante, también calefactado tiene generosa regulación en altura y profundidad y un grosor y tacto agradables. Esto es común a todo el habitáculo, un verdadero ejercicio de calidad por parte de la marca. Buenos ajustes, insonorización efectiva y ambiente confortable en cualquier circunstancia. Todos los mandos están a mano y son intuitivos en su manejo, además la posibilidad de sucesión de pantallas en el cuadro de mandos, permite controlar diversos parámetros del vehículo con facilidad, agradeciéndose en los recorridos con rutometro el buen tamaño de los dígitos en los kilometrajes parciales. Dos tomas de mechero y una de USB permiten alimentar navegadores, GPS o tablets suplementarios. Es desde luego para el conductor y acompañante un salón rodante. En la segunda fila de asientos mas de los mismo. Dos adultos de buen tamaño viajaran bien y si son tres podrán sobrevivir. Los asientos son calefactables y se dispone tanto de climatización específica cómo sus propias salidas de aire disponiendo en la consola central aparte de una de USB de una práctica toma de 220 voltios que alimenta aparatos de hasta 200 vatios de consumo.  La tercera fila, no solo está pensada para niños, dos adultos pueden hacer recorridos cortos sin acabar “retorcidos”. También dispone de su propia climatización con salidas de aire propias y toma de mechero. Con las siete plazas disponibles, el maletero queda algo justo pero con mínima capacidad, con un doble fondo con dos posibilidades de altura consiguiendo 214 litros. Con la tercera fila abatida, es más que suficiente para cinco viajeros llegando a los 820. Si abatimos la segunda roza los 2000, cifra que se supera si lo hacemos “furgoneta”. EN MARCHA. Tras situarnos en el puesto de conducción, lo primero que hay que hacer es mentalizarse del tamaño del vehículo que estamos moviendo y…disfrutar. Por que verdaderamente este coche es una delicia en cualquier circunstancia. En Ssangyong han dado un salto cualitativo y pueden presumir de tener un vehículo con buena material en los acabados y lo que es mejor que trasmite calidad en sus componentes. En tráfico urbano si no olvidamos nuestro tamaño rodaremos sin problemas, las ayudas en las maniobras con sensores de proximidad y cámara trasera nos ayudaran en la maniobras más delicadas. Alcanzamos una vía rápida y el coche mantiene el tipo. Su motor denominado D22 DTR proporciona 181 caballos, parece perezoso, (tiene que mover más de dos toneladas) pero suficiente tanto si viajamos solos o como lo hicimos durante toda la prueba con dos ocupantes y mucha carga. El uso del cambio en modo manual se nos antojo  poco cómodo de usar, en alguna que otra carretera de montaña y poco más. Su uso que depende de pulsar un conmutador en la propia palanca al no tener levas en el volante hace que de pereza utilizarlo, pero en el fondo, con este coche con el cambio automático tendremos un viaje más que placentero. Los tarados de suspensión son correctos y tan solo en frenadas apuradas el morro nos dio sensación de bajar en demasía. Es un verdadero

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Prueba. 800 kilómetros con el Mazda C-X5 2.5 Zenith. Japonés de calidad.

Dentro de la numerosa oferta de SUV con aspiraciones, nos encontramos con este Mazda que desde luego es diferente a su competencia en más de un aspecto. Exteriormente, su parrilla de generoso tamaño y lo inclinado del parabrisas le dan un aspecto agresivo, siendo más convencional la línea lateral y la parte trasera aunque los grupos ópticos muy apaisados también lo hacen distinto a lo visto generalmente junto con la doble salida de escape, que marca aun más el carácter deportivo. Los aletines laterales y demás molduras transmiten sensación de robustez y las llantas son muy bonitas aunque el perfil bajo y el diámetro de llanta le identifican como pensado para el asfalto. Recogimos el vehículo con 8307 kilómetros y nos dispusimos a rodar con él. Observándolo con más calma, resulta muy atractivo y con un carácter muy deportivo. Nos hemos cruzado con otros usuarios del modelo y al vernos nos lanzan ráfagas como afirmando que ellos también tienen  uno. Esto nos pasó durante todas las jornadas en las que nos movimos con él. Este CX-5 modelo llama la atención. A bordo descubrimos un interior muy cuidado con una tapicería de cuero en un blanco espectacular, dando hasta respeto sentarse por si uno ensucia la piel si venimos manchados. Los asientos son confortables y es fácil acomodarse a gusto. Los acabados y el tacto de los materiales son impecables y agradables consecuencia del esfuerzo del fabricante por estar más cerca del nivel Premium que el de los SUV convencionales. Los asientos traseros para dos son perfectos, siendo algo más justo el central por espacio, longitud de banqueta y tener la caña que se encuentra encima del cambio donde se ponen las piernas. En cuanto al maletero, no tendremos queja ya que dispondremos de 480 litros sin abatir los asientos. En tráfico urbano, pese a que tenemos dimensiones considerables, no moveremos con agilidad y sin problemas, estando apoyados por la cámara posterior y los avisos electrónicos de impacto. Pese a que supera los cuatro metros a bordo sin duda parece más recogido y en cualquier calle o aparcamiento nos apañaremos bien. En vías rápidas, es una autentica delicia, puestos a buscar justificación a los ciento noventa y cuatro caballos anunciados parece que tenemos menos, el cambio automático sube de velocidades de forma progresiva y suave. Si queremos más alegría deberemos pasar a activar la palanca manualmente para ganar en prestaciones. El propulsor de gasolina incorpora un sistema que permite desconectar dos cilindros si rodamos a velocidad constante y no multable lo que permite ahorrar combustible. Es curioso un motor 2.5 de inyección directa a contrapelo de lo que se estila, pero a la hora de la verdad en adelantamientos y situaciones donde se necesita alegría, se encuentra. Si necesitamos remolcar, también se agradecerá. El cuadro digital que se proyecta en el parabrisas delantero ayuda a conocer diversos datos sin bajar la mirada a los relojes que están tras el volante. El navegador  la sonorización y demás variables a controlar se gobiernan de forma muy intuitiva y fácil con una rueda existente en la consola central. No obstante la pantalla ocupa un espacio que impide poner en el centro G.P.S. topográficos o cualquier tipo de aparato de navegación especializada. Impecable en tramos virados, no se nota que tenemos un centro de gravedad más alto que el de una berlina convencional y se superan las curvas sin tacha. Ayuda el hecho de que la transmisión, que en condiciones normales tiene una tracción eje delantero/trasero de 90/10 pasa parte de la tracción al eje posterior lo que le hace que el comportamiento sea muy noble. Llega la hora de salir del asfalto y ahí encontramos algunas carencias, ya que los ángulos característicos y sobre todo el conjunto de llanta-neumático y su dibujo están enfocados para salir al monte lo justo por caminos planos y de buen piso. En este caso, tanto la ayuda de arranque en pendiente y sobre todo la tracción que si las circunstancias lo requieren puede pasar a ser 50/50 cumplen bien su función y nos pueden ayudar a superar una situación complicada. Mejoras a tener en cuenta. Los bajos aunque cubren toda la mecánica son de plástico y no aguantarían un impacto serio. Puestos a elegir, es preferible la llanta de 17 pulgadas que la de 19 por aquello de que en el mercado hay mas referencias de dibujo mixto, pero en nuestra versión de pruebas la más equipada, no están disponibles. Lo peor, que la rueda de repuesto no existe ni como opción aunque fuera de emergencia, por lo que el kit repara pinchazos es la única ayuda en caso de tener un problema con algún neumático. Devolvimos el CX-5 con 9114 kilómetros, es decir 804 después. Nuestro consumo sin rodar mucho tiempo a fondo pero tampoco pensando en ahorrar, se fue hasta los 8,1 litros no mucho más de lo que anuncia el fabricante. Llevamos a cabo las pruebas con dos adultos y dos niños y con tan solo dos adultos con mínimo equipaje, por todo tipo de carreteras haciendo cerca del 10% fuera del asfalto. Sin llegar a los 40000 euros, es una opción muy válida para los que quieran un SUV poco visto, con buena capacidad, calidad por todos lados,  mucho confort en los desplazamientos y tenga que hacer mínimas incursiones fuera del asfalto. LA OPINIÓN DE UN CLIENTE FINAL. Por José Ortega Abad. “Yo puede que sea mal consejero sobre el coche, porque de base soy un enamorado de la marca. Tuve un 323 y lo vendí a regañadientes para comprar otro más grande, cuando acabó el día en el que hice la operación, no fui capaz de conciliar el sueño en toda la noche, arrepintiéndome de haberlo vendido, y…sigo arrepentido. Adquirí un 6 y estoy encantado. Nunca me había fijado en un SUV como vehículo, pero ahora que  he podido conocer este de cerca, me doy cuenta de que es el coche que me viene al dedo. Mi 6 va como un tiro,

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Prueba. 1000 kilómetros con el Mitsubishi Eclipse Cross Kaiteki 4×4. Más que una cara bonita.

En la cada día mayor oferta de el concepto SUV, los fabricantes hacen lo posible por tener en su catalogo modelos en todos los segmentos, pasando simplemente en algunos casos por elevar unos centímetros la carrocería de sus turismos y acoplarles unos aletines y unas barras en el techo, lo que les permite completar sus cifras de ventas al atraer a los clientes “malotes” que no se conforman con el asfalto a la hora de circular sino que a veces (que pocas veces) ruedan por un camino o simplemente sueñan con hacerlo. Mitsubishi es una de las marcas de referencia en el mundo del todo terreno por lo que sus SUV aun bajo modernas apariencias, mantienen soluciones mecánicas efectivas en el monte aunque sean como opción. Ahora ponen en el mercado el Eclipse Cross, modelo que hemos podido probar a fondo. Recogimos el vehículo con 4149 kilómetros y nos pusimos manos a la obra. Exteriormente se nota el trabajo de diseño llevado a cabo por la marca, ya que en contra de la mayoría, no se parece a ningún modelo del mercado. Es muy atractivo y desde luego que llama la atención (durante nuestra prueba, acudimos a la Ruta 4×4 de La Carlota y no paramos de dar explicaciones sobre el coche, aun muy poco visto). Frontal agresivo, lateral en cuña y trasera con la ventana del portón dividida en dos, le hacen ser identificado a primera vista. Está destinado a convencer no solo a los que gustan de los SUV sino a los que quieren un coche diferente. El interior marca de la casa, es agradable y bien rematado. Los asientos recogen bien y no cansan con el paso de los kilómetros. Los traseros son para dos adultos y un menor porque tres según la envergadura, pueden no caber. En cuanto al maletero, oscila entre los 379 y 485 litros si rodamos sin o con los asientos traseros abatidos. Nuestra unidad, la más equipada del catalogo, dispone entre otros lujos de equipo de música de alta fidelidad, y el tablero sobre el salpicadero desplegable, activando un botón, algo que se agradece sobre todo en carretera cuando debemos mantener una velocidad de crucero correcta.  Las dimensiones son mas contenidas a la hora de conducir de lo que parece, pese a que es unos centímetros más largo que un ASX. Las cámaras exteriores son de gran ayuda en las maniobras (se agradecen aun mas en maniobras en el monte). En tráfico urbano, necesitaremos mínima adaptación, ya que se muestra muy manejable y no parece que tenga el tamaño que tiene. En carretera, estamos ante un cómodo rodador, pensado para hacer kilómetros sin sentir. El motor, un gasolina que da 163 caballos, se mostró suficiente a la hora de movernos, con tres personas y bastante equipaje, siendo ágil en todo momento. El consumo, teniendo en cuenta, que no fuimos a ahorrar en ningún momento, se fue cerca de los nueve litros, con parciales próximos a los siete que anuncia el fabricante. El cambio automático de ocho velocidades es correcto y progresivo. En campo, deberemos tener en cuenta los ángulos característicos sobre todo el delantero, ya que no llega ni al 20%, la altura libre que se queda en menos de 19 centímetros y sobre todo el dibujo de los neumáticos totalmente de asfalto con llanta de 18 pulgadas en medida 225/55. Es una pena que las llantas de 16, solo se monten en las versiones básicas 4×2, su medida 215/70 tiene más balón y lo que es mejor, hay más variedad en el mercado de dibujos mixtos. Por acabar con ese tema, no contaremos ni como opción con rueda de repuesto debiéndonos conformar con el kit anti pinchazos, algo totalmente insuficiente si circulamos por el monte con cierta frecuencia. A la hora de la verdad, se puede rodar cómodamente por pistas en buen estado pudiéndose mantener el ritmo si el camino empeora, los trenes con suspensión independiente, absorben con diligencia las irregularidades del terreno y llegado algún que otro obstáculo complicado son capaces de retorcerse para superarlo. Imprescindible la ayuda del sistema de tracción con tres posiciones, Auto, para conducción normal, Snow, para terreno deslizante y Gravel para terreno complicado. Pudimos constatar, que sin estar en la última de las posiciones comentadas, el vehículo directamente no pasa. Devolvimos el vehículo con 5278 kilómetros, 1129 después de su recogida, cosechando muchas miradas y lo que es mejor, elogios. No solo llegará a los aficionados a este tipo de vehículos sino a los que busquen un coche diferente y no caer en el grupo de “parecidos” que pueblan nuestras carreteras. El más sencillo con tracción a un eje y el equipamiento mínimo que es de por sí muy completo, nos costará 21800 euros. Nuestra unidad de pruebas, la más equipada y con tracción total, se va hasta los 31500. Están previstas en un futuro las versiones diésel e híbrida, que acabaran por completar la gama. Mitsubishi mantiene la línea de la compañía, con tres modelos en escala, quedando este Elipse Cross entre el ASX y el Outlander. Tres modelos de tamaño correlativo, similares, pero diferentes.   

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Prueba. 1000 kilómetros con el Skoda Karoq. Sin complejos.

Habíamos probado ya su hermano mayor, el Kodiaq que nos gusto,  porque ofrece más de lo que parece y lo que nos interesa, en el campo con mínimas modificaciones se defiende. Ahora nos ponemos a los mandos de su hermano “pequeño”, para comprobar si mantiene el tipo. No solo lo mantiene sino que incluso lo mejora. Recogimos el vehículo con 8449 kilómetros y lo devolvimos con 9390, 941 después, un acabado Style manual con el motor TDi de 150 caballos. A primera vista, cuesta creerse que es el hermano menor, ya que sus dimensiones exteriores son generosas. No obstante se trata de un SUV 4×4 que sobre el papel debería moverse en el monte mejor que su hermano mayor por una sencilla razón, el peso, que le permitirá salir más airoso de situaciones complicadas. Formas muy correctas y atractivas con buena accesibilidad gracias al generoso tamaño de las puertas y el maletero. Las llantas, son bonitas, pero sus 19 pulgadas y neumáticos 225/45 demuestran un enfoque muy de asfalto aunque se puede mejorar en este aspecto gracias a las opciones que brinda el propio fabricante. A bordo, buenos materiales y eficaz insonorización, todo con un tacto agradable y unos asientos que envuelven bien la zona lumbar y no molestan con el paso de los kilómetros. Los traseros tienen un tamaño correcto con dos adultos, pero tres viajaran algo justos. El maletero es generoso y alberga la rueda de repuesto que aunque es de emergencia, existe. El andar del Karoq, es progresivo y agradable gracias a las bondades de su motor y el buen manejo del cambio lo permiten y es un lujo el paso de los kilómetros. En vías rápidas, se mueve con soltura, los sistemas de ayuda a la conducción se agradecen y tan solo en zonas con sucesión de curvas el aviso de cambio de carril nos resulto levemente intrusivo. En tráfico urbano se maneja muy bien ya que aunque parece grande sus dimensiones son contenidas. En campo hemos disfrutado del modelo. Las suspensiones tienen un buen compromiso entre confort y eficacia, y podremos rodar muy rápido en pistas de buen piso. Si el camino se complica, deberemos tener en cuenta sobre todo los ángulos característicos, 18,4º el delantero y 18,7º el trasero para poder abordar los pasos complicados. Los bajos sin protecciones en buena parte de la mecánica, nos obligan a rodar con cautela, pero en el modo de conducción “off road”, nos hemos atrevido con trialeras largas y de considerable inclinación (rodamos en el circuito del Rincón de Barrachina, los que lo conozcan saben de que hablo) todo es muy efectivo sobre todo el control de descensos que funciona de forma impecable poniéndolo a prueba con cuatro adultos a bordo, suelo mojado y con los neumáticos que montaba nuestra unidad de pruebas totalmente enfocados al asfalto. Tan solo alguna zona en la que se debía jugar con el gas nos vimos obligados a exigirle al embrague, para poder pasar. Los consumos nos parecieron contenidos, sobre todo frente a modelos similares que son más bebedores. El fabricante anuncia poco más de cinco litros cada cien kilómetros, y ha habido tramos en los que hemos estado cerca, pero rodando sin pensar en ahorrar nos hemos ido a un litro mas, siempre con dos pasajeros y poco equipaje.   Como mejoras, con mínimos detalles ofrecidos por la propia Skoda en sus concesionarios oficiales, tendremos un Karoq mas campero que con la configuración de serie. Mejor con el cambio automático DSG que con el manual (la diferencia de precio no es excesiva y merece la pena. Se nos hace imprescindible instalar el juego de protecciones de bajos que no llega a los doscientos euros de costo y montar la llanta de dieciséis pulgadas, que se ofrece también como opción de rueda de repuesto. Esto nos permitirá montar neumáticos con mas balón y dibujo mixto e incluso una medida más para ganar en altura y poder cruzar los cinco cada cierto número de kilómetros. Así nos moveremos por pistas y caminos con más garantías y no seremos un SUV más sino uno de los que siguen avanzando cuando otros se quedan. Este Karoq, es una buena opción para los que quieren vehículo familiar sin renunciar a salidas y excursiones al monte. La opinión de Javier Vicente* “Me ha convencido”. “No soy mucho de este tipo de vehículos, prefiero los todo terreno de verdad, con chasis y reductora, pero he de reconocer que me ha sorprendido su buen comportamiento, ya que a la hora de la verdad, por los caminos circula sin problemas. Es más, he recorrido toda la finca y el coche ha pasado de forma solvente por todas las zonas delicadas. Me ha gustado mucho el confort en todos los sentidos que se vive a bordo. Mejor calzado sería un buen compañero de aventuras,  además en carretera los desplazamientos deben ser de lo más agradable”. *Javier Vicente, lleva décadas en labores de formación y competición en el sector, gestionando dos circuitos para la práctica del todo terreno permanentes y siendo uno de los responsables de buena parte del recorrido de la Baja Aragón, la prueba de la Copa del Mundo que se celebra en nuestro país.  

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Prueba. Jeep Wrangler JK Rubicón 3.6 Gasolina TMX. El coche de Jesús Calleja.

EDICIÓN EN PAPEL EN LA REVISTA FORMULA TODO TERRENO. El modelo ha sido, es y será base de todo tipo de preparaciones. En este caso es un trabajo absolutamente personalizado ya que su propietario ha elegido soluciones tanto estéticas como técnicas muy particulares. Es un Wrangler de caja larga, que va a hacer kilómetros, con bastante porcentaje de monte y lo que es más importante que debe de dar una imagen cuando menos diferente, ya que es propiedad de Jesús Calleja, y lo va a usar en sus reportajes y programas televisivos como vehículo de apoyo y se va a ver. Y mucho. El compromiso del preparador era que fuera rápido en pista, pero paralelamente eficaz en el franqueo de obstáculos. Para ello sin reformas estructurales de importancia se optó por incluir una serie de accesorios específicamente desarrollados para el modelo, que mejoran ostensiblemente las ya de por si buenas soluciones dinámicas del Wrangler. SOLUCIONES ESPECÍFICAS. Pese a que son un conjunto de accesorios, su instalación es irreversible, es decir una vez instalados no se podría volver a dejar el Jeep en su configuración original ya que hay piezas que para ser instaladas requieren de la modificación de zonas estructurales del vehículo. En cuanto a lo más habitual, que es la mejora de los trenes rodantes a nivel de ganancia de altura y suspensión, se ha ido a lo más moderno que se puede encontrar en el mercado. Todo parte de un kit desarrollado por Evo MFG con muelles realizados a medida y torretas a medida. Todo el sistema esta llevado a cabo por la firma King. Tirantes y brazos de mayor longitud y reforzados son de la firma Quadratel +, así como los topes de suspensión, la barra de la dirección y los refuerzos del eje delantero. Las trasmisiones también son reforzadas de la marca 4xShaft y los latiguillos de freno de mayor longitud y blindados son de North Ridge 4×4. Los aletines Metal Cloak, se han elegido así por ser de fácil montaje y desmontaje, lo que permite dada la longitud de desplazamiento de la suspensión impedir “toques” en los pasos más complicados. Recolocándolos una vez se ha superado la dificultad. El cabrestante es un Warn Zeon 12-S camuflado tras el paragolpes delantero, las llantas son unas Raceline Wheels de borde indesllantable con neumáticos de taco. Con todo montado, parece que es una configuración de fabrica, impecable montaje y lo que es mejor impecable accesibilidad mecánica, algo que se agradecerá en los mantenimientos, ya que una vez instalado a los pocos centenares de kilómetros requiere un reapriete completo, algo que luego se debe repetir cada varios miles realizados. Lo más novedoso es el sistema que utiliza la suspensión del tren trasero, que pasa a ocupar parte del vano trasero bajo el maletero liberando de piezas mecánicas todo el eje trasero que parece “flotar” entre tanto espacio. OBJETIVO CUMPLIDO. Si una de las cosas que se pretendía era llamar la atención, está desde luego conseguida, ya que el vehículo resulta muy espectacular se le mire por donde se le mire. La sobriedad del negro queda perfectamente compensada con las llamativas piezas y detalles en naranja. Destaca el hecho de que los aletines no cubran buena parte de la rueda algo que en principio no nos gusto, pero te acabas acostumbrando. Importante la altura libre que junto con lo recortado del paragolpes, las bonitas ruedas con neumáticos específicos, junto con el arco exterior y la barra de luces supletorias le dan un aspecto realmente intimidatorio. También destaca el hecho del que el paragolpes trasero sea un depósito del agua y el gato mecánico alijado en el portón trasero. Con más detalle se puede observar el discreto emplazamiento del cabestrante, y los soportes de las emisoras. El interior, muy de origen tiene bien pensados los alojamientos de la pala y el gato hidráulico y en el habitáculo, algunos interruptores, la emisora y los soportes de los sistemas de navegación. En marcha, lo primero que nos llamo la atención fue la escasez de ruido al movernos, ya que vistas las modificaciones cavia pensar que si bien todo encaja, deberían aparecer sonidos metálicos en la suspensión o en la dirección. Su comportamiento es bueno y lo que es mejor se puede rodar muy rápido aunque el terreno este roto. La amortiguación tiene un comportamiento impecable, vamos sin carga y dos personas, pero a plena carga, por experiencia el conjunto King es garantía de buen funcionamiento. Cada vez están más extendidos y trabajan de forma óptima en todos los modelos. Comportamiento noble y lo que es mejor se pude llevar buen ritmo aunque hagamos muchos kilómetros de pista. A la hora de franquear obstáculos se mantiene la eficacia. Generoso recorrido en ambos trenes, sobre todo en el trasero para lo que es habitual que,  basado en la tecnología utilizada en Fórmula 1 en los años 80, tiene una arquitectura en la que la compresión y la extensión se efectúa a través de bieletas  colocados de forma en principio antinatural pero que funciona perfectamente. Una vez superada la impresión de verlo todo en posición horizontal y sin aparente posibilidad de funcionamiento correcto ganaremos en confianza. Impresionante la altura libre en esa zona que consigue la solución empleada. Es en definitiva una sucesión de los ultimo que llega al mercado bien pensado y sobre todo muy probado, que abre posibilidades de utilización a otros modelos, gracias al uso intensivo que se hace del todo terreno en Estados Unidos, lo que mantiene a los fabricantes pensando en mejorar día a día.    

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Prueba largo kilometraje. 3000 kilómetros con el Skoda Kodiaq. Completo y eficaz sin arruinarnos.

La marca, que tenía ya en su catalogo vehículos con posibilidades para circular fuera del asfalto ha dado una vuelta de tuerca presentando modelos específicos en el segmento SUV, con versiones 4×4, siendo el Kodiaq el primero de ellos. Skoda España, nos ha cedido una unidad durante dos semanas para que la probáramos a fondo. Nuestro Skoda con acabado Style 2.0 TDI 190 c.c. DSG 7 velocidades 4×4, es a primera vista todo un espectáculo. Grande y atractivo llama nuestra atención y la de los transeúntes, que le dan vueltas donde los aparquemos, con curiosidad e interés. ¡Un Skoda! Exclaman muchos y es que en la mente de los clientes finales aun no tienen a la marca como referencia en SUV de representación, pero la tendrán. Facilidad de acceso y espacio por todos los lados, con posibilidad real de que cinco adultos viajen cómodamente y lo que es mejor sin dejarse nada en casa ya que el maletero verdaderamente parece no tener fondo, que lo tiene, con muchos huecos para objetos y lo que es mejor, rueda de repuesto aunque sea de las de emergencia, lo que se traduce en que un simple pinchazo no es una tragedia. Por acabar con el espacio de carga, las posibilidades de organizar nuestros efectos es infinita algo a lo que ayudan los accesorios que ofrece Skoda como fondos de goma o sistemas de separación para mascotas o poder cargar hasta el techo  por no hablar de la linterna portátil o la toma de 12v que se mantiene operativa aunque el vehículo este parado y cerrado. La tercera fila de asientos queda realmente escondida y una vez operativa permite a dos pasajeros viajar si es que su complexión no es muy grande. A bordo, se percibe calidad y tacto agradable, los asientos son cómodos y no nos provocaron rechazo corporal con el paso de los kilómetros. A destacar el accionamiento en altura del asiento del copiloto algo prácticamente inexistente en asientos de reglaje manual en la práctica totalidad de modelos del mercado. Además nuestro acompañante podrá hacernos llegar bebida fresca en cualquier circunstancia gracias a la guantera refrigerada.  Buena posición de conducción, pero siempre sin olvidar que movemos un modelo de generoso tamaño, ya que algunas veces por diseño no controlemos las medidas sobre todo las esquinas del frontal que parecen no tener fin. El día es agradable e invita a que retiremos el techo y rodemos con el cielo a la vista. Todo un salón para viajar. VERDADERAMENTE POLIVALENTE. Nuestros primeros movimientos fueron en tráfico urbano y volvimos a constatar que deberemos acostumbrarnos al tamaño, sobre todo en giros en calles estrechas y a la hora de aparcarlo. Una vez cargado, abordamos el primer trayecto interurbano que nos llevaría hasta el camping Puerto Peña en plena Siberia Extremeña. En autovía, las ayudas a la conducción se hacen patentes agradeciéndose algunas como el aviso del cambio involuntario de carril y resultándonos demasiado intrusivas otras como el control de crucero adaptativo que en ocasiones y según quien llevemos delante, supone un engorro. Ya en una nacional convencional, el Kodiaq se muestra como un verdadero rodador, con comportamiento ágil y rápido, la carretera N-502 de Talavera de la Reina a Herrera del Duque es muy variada y entretenida y se le puede sacar el jugo al cambio DSG que es toda una delicia. Los frenos son eficaces, los tarados de suspensión correctos y los kilómetros parecen no existir. Buena insonorización y listado interminable de extras desde sistemas de frenado inteligente, hasta ayudas electrónicas a la conducción, pasando por infoentretenimiento a la última o paraguas camuflados en las puertas delanteras. EN EL MONTE, SORPRENDENTEMENTE EFICAZ. No parece a priori un modelo para uso intensivo, pero tras hacer un uso continuo y real durante días fuera del asfalto, podemos asegurar, que dejaría en ridículo a modelos con imagen más “campera”. No debemos olvidar tamaño, peso (se acerca a las dos toneladas) y ángulos característicos, que son a priori circunstancias que pueden volverse en contra de nuestro avance. Nuestro campo de pruebas ha sido Andalucía, incluyendo zonas como la campiña cordobesa o el monte bajo de la Sierra de Baza, con terreno seco y duro al principio y días de lluvia y barro exagerados. Todo ello consecuencia de cubrir la segunda edición del Guadalquivir Classic Rally. En pistas de buen firme mantiene sus bondades y se puede rodar rápido. Si el camino empeora, la suspensión trabaja bien, sin rebotes desagradables y con buena progresión para un vehículo que tiene que valer para todo.   Con los sistemas de ayuda que incluyen modo “off  road” y asistente de arranque sobre superficies deslizantes, además de poder arrancar en pendiente y contar con control de descensos, salimos de muchas, destacando que el ABS no es para nada intrusivo. El límite nos lo puso una inclinación lateral, en la que el barro nos dejo atascados. Tuvimos que preparar nuestra escapada, liberando los neumáticos del barro acumulado y esperar a que se secara algo el terreno debajo del coche ya que no paraba de llover. Las ayudas a la conducción fueron vitales para volver a ponernos en marcha, con testigos, que es lo mejor para acabar de convencer al prójimo. Kilómetros de buen camino, pero muy deslizantes y delicados hicieron que pudiéramos comprobar las bondades de la electrónica, pudiendo incluso comprobar lo que es moverse con y sin su ayuda. De haber contado con unos neumáticos de mejor dibujo, nuestra vida hubiera sido mas fácil, pero por lo demás, satisfechos con el Kodiaq.  Mejoraría ostensiblemente con unos neumáticos de dibujo más técnico, y cambiando la medida de origen 235/50 por la 225/55 lo que nos hará ganar un centímetro de altura libre sacrificando anchura, sin tener problemas en el futuro con la I.T.V. Una vuelta de tuerca seria adquirirlo con llanta de 17” que nos daría más balón y más posibilidades de monta. Si a esto unimos sustituir las protecciones de plástico por unas gemelas metálicas convertiremos nuestro Kodiaq en un vehículo muy

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Prueba. 1000 kilómetros con el Ssangyong Korando. En el monte, tan a gusto.

Conocíamos el modelo en su última versión gracias a la presentación que ofreció el fabricante a la prensa especializada. Aquello solo fue un contacto que ya tuvisteis ocasión de ver publicado en nuestra web. El modelo nos gustó y hemos querido conocerlo más a fondo. Su imagen es agradable y moderna, sin duda diferente a la de su competencia. Nos gusta más en blanco o rojo los dos colores mates de la gama que le hacen parecer de mayor tamaño. Llaman la atención sus buenos ángulos característicos ya que es recogido de voladizos y el ángulo ventral no es malo. Sus 20 centímetros de altura libre le mantienen en los cánones “camperos”. Interiormente es agradable y cómodo. Todo a mano y con suavidad en el tacto. Destacar la comodidad de los asientos, que envuelven más de lo que parecen y que permiten hacer muchos kilómetros sin que el cuerpo se resienta. Cuatro adultos pueden viajar a bordo sin problemas y con equipaje ya que el maletero es cuadrado y capaz con doble fondo para meter pequeños objetos y ¡rueda de repuesto! Algo imprescindible si el modelo presume de tener posibilidades de rodar fuera del asfalto. En vías rápidas, ningún problema, los 178 caballos se muestran suficientes para mover este SsangYong, que tiene buena insonorización y casi nulos ruidos aerodinámicos. En la ciudad nos parecerá más pequeño y manejable de lo que su tamaño podría dejar entrever. Las maniobras son fáciles y aparcar no será excesivo problema en el tamaño medio de los huecos que se pueden encontrar en tráfico urbano. Donde se crece este Korando es en el campo. No pesa en exceso, y tiene diversas ayudas a la conducción muy prácticas si las cosas se ponen feas.  Por un lado la caja de cambios automática evita los castigos que se le producen al embrague en una manual, por otro dispone de ayuda de arranque en pendiente que permite comenzar sin impulso nuestro avance. Además se puede conectar un sistema de bloqueo de diferencial trasero y como complemento, en la consola central junto al cambio un conmutador que permite en modo “P” de power contar con relaciones de cambio más cortas, tiene la posición “w” de winter pensada para superficies deslizantes que hace comenzar el movimiento al vehículo desde la segunda marcha de la caja automática, ideal si no queremos “escarbar” el terreno. Con estas premisas estuvimos rodando en el circuito todo terreno de la localidad leonesa de Villarroañe, abordando obstáculos que dejarían chafados a modelos de aparente mayor o mejor presencia y posibilidades. El recorrido de suspensión es el que es, pero se muestra suficiente y lo que es mejor los sistemas de ayuda son efectivos, lo pudimos comprobar sobre todo en pasos cubiertos de hierba donde tan solo el dibujo de los neumáticos actuó en contra. El único pero es el conjunto llanta neumático, muy bonito pero orientado totalmente al asfalto. Monta de origen ruedas en medidas 225/50R18 y aquí poco se puede hacer. Algún fabricante tiene 195/60 R18 que nos hará ganar casi un centímetro de altura y tener mejor balón pero deberemos buscar dibujo mixto. También lo podemos adquirir este Ssangyong con llanta de 17 pulgadas e incluso de 16 donde hay mas oferta de neumático A./T. Otra necesidad a cubrir es la protección de bajos, ya que aunque son completos en origen, parecen endebles por lo que uno de dural para el motor y el tren delantero se hace recomendable si vamos a salir al monte con alguna frecuencia. Por lo demás, tenemos un modelo muy capaz fuera del asfalto pese a las apariencias, con un equipamiento brutal y completo para su categoría y con un umbral de precio en los 30000 euros. El consumo, haciendo campo y sin ir a ahorrar y rodando siempre a velocidades no multables se quedo en nueve litros pero llegamos a hacer parciales superando por poco los siete. Una familia puede tener sus necesidades completas por capacidad, versatilidad y si nos gusta el monte hacernos nuestras escapaditas y con unas mínimas manos dejar impactados a los 4×4 que nos acompañen.   LA OPINIÓN DE: «SERGIO MIRALLAS». El laureado piloto, nos vio evolucionar con el Korando y no dudó en subirse y moverse con el un buen rato. Amigo de los todo terrenos puros y radicales, cuando nos devolvió el coche pensabamos que no le habria gustado pero nada mas lejos de la realidad.  «Va muy bien, parece que no va a poder subir ni un bordillo como casi todo lo que llega al mercado con aires de todo terreno siendo simplemente un coche alto, pero te he visto a ti moverte y quería comprobarlo por mi mismo. me resulta ideal de tamaño y valoro mucho la capacidad de arrastre que tiene gracias a que la tracción total funciona de maravilla. No volveré a criticar uno de estos coches sin saber de lo que es capaz».

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Prueba largo kilometraje. 4000 kilómetros con el SsangYong Tivoli D16T. Para todos los caminos.

Coincidiendo con la celebración del Clásicos del Atlas 2017 prueba que tuvimos la ocasión de cubrir, hemos tenido la oportunidad de probar a fondo el SsangYong Tivoli  en su versión de tracción total y caja de cambios automática. Al recogerlo tenía 13608 kilómetros en el testigo del cuadro de instrumentos. De carrocería bicolor muy atractiva, escondía una llamativa carrocería también bitono. Lo importante, los asientos envolvían bien el cuerpo y permitían hacer muchos kilómetros sin que la espalda se quejara. Facilidad de acceso y una vez ajustada nuestra posición de conducción nos pusimos en marcha. La primera parte del viaje desde Madrid hasta el puerto de embarque fue toda por vías rápidas con dos pasajeros y mucha carga (la ayuda solidaria es lo que tiene), resultando suficientes los 115 caballos anunciados, pese a que el coche pasa en vacio de las dos toneladas. En estas condiciones se podría desear algo más de potencia, pero en el transcurso de los días cuando se descargo el coche y llevó una carga más normal, empujo a las mil maravillas. En las estrechas carreteras marroquíes con mal asfalto, se disfruta mucho del coche, el cambio responde con suavidad y es eficaz en todo tipo de trazados, pudiendo ir mas “de carreras” con pasar la palanca al modo secuencial. Los tarados de suspensión son más que correctos sujetan de forma agradable sin balanceos. Estas mismas reflexiones se pueden aplicar cuando nos movemos por pistas de buen piso, se puede rodar muy rápido  y la tracción total que funciona correctamente permite llevar un buen ritmo. CON CAUTELA FUERA DEL ASFALTO. La cosa se complica si empeora el terreno. El principal problema es la escasa altura libre al suelo. 16,7 centímetros, medición que se nos antoja optimista en el tren delantero. Esto obliga a ser muy cauteloso a la hora de afrontar pasos complicados o zonas muy rotas ya que podemos dar con los bajos que traen unas mínimas protecciones plásticas que llegamos a señalar en alguna lengua de arena. De hecho alguna zona debimos abordarla de forma semi-lateral, por que a buen seguro de hacerlo de frente hubiéramos tocado sin remedio. Además, si bien el voladizo trasero que roza los treinta grados ayuda en estos momentos, el delantero de poco más de veinte impide cualquier alegría trialera. Otro factor a tener en cuenta son el conjunto rodante, ya que las llantas de precioso diseño son de dieciocho pulgadas, lo que impide tener mucho donde elegir, ya que una de las opciones de mejora es sustituir la monta de neumáticos de origen de perfil muy bajo por unos equivalentes en el rango de equivalencias legales que nos hagan ganar algo de altura sin tener que tener que dar cuenta en la I.T.V. Como detalles a agradecer fuera del asfalto se encuentra el hecho de que se dispone de rueda de repuesto, que aunque sea de emergencia esta y algo que a algunos les parecerá desechable pero que nos resulto muy útil, la puesta a cero del cuentakilómetros tanto total como parcial está en la consola y no a mano del conductor por lo que si seguimos un rutometro, el copiloto lo tiene muy fácil. En general nos gusto este SsangYong, esta poco visto, se puede personalizar con las combinaciones de color de carrocería y sus dimensiones lo convierten en un perfecto “coche para todo”, que de paso nos dejara llevar a cabo excursiones fuera del asfalto si el camino no se complica demasiado.  Las últimas incorporaciones en materia de seguridad sin aumento de precio, mantienen al Tivoli como una de las opciones más interesantes de entre los SUV de su segmento. Devolvimos el vehículo con 17648 kilómetros, exactamente 4040 más que cuando lo recogimos. CONSUMO. El fabricante anuncia una horquilla de consumo de entre 5,9 y 7,8 litros a los cien kilómetros según sea nuestro recorrido vía rápida o urbano. El nuestro, teniendo en cuenta que en ningún momento rodamos pensando en ahorrar, nunca llego al máximo anunciado, pero tampoco nos pudimos acercar al mínimo. La media final, se quedo en 6,70 litros. Puntualmente, en algunos parciales se subió hasta los 7,7 litros, a la baja llegamos a rodar en 6,3. Otro dato a tener en cuenta es que gracias a los 47 litros del depósito y al consumo contenido, podremos superar los 700 kilómetros sin repostar. NOS GUSTO. -Comportamiento general. -Lleva aunque de emergencia, rueda de repuesto. -Relación precio/calidad/equipamiento. NO NOS GUSTO. -Altura libre. -Ausencia de protecciones de bajos robustas. -Conjunto llanta neumático difícil de convertir a uso campero.    

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Prueba largo kilometraje. 4000 kilómetros con la Toyota Hilux

Edición en papel en la revista Todo Terreno Magazine. Acompañando a una de las citas típicas marroquíes el Clásicos del Atlas en su versión invernal, hemos tenido la ocasión de rodar durante muchos kilómetros con el modelo japonés Toyota Hilux. Para atender las necesidades del día a día de carrera e incluso los reconocimientos previos, las organizaciones de pruebas en Marruecos, llevan generalmente todo terrenos modernos con distintos tipos de preparación. Cuando como prensa se acude a cubrir una de estas carreras, lo mejor es llevar un todo terreno de reciente puesta en el mercado para probarlo a fondo. El modelo es todo un best-seller para la marca. En 2015 se vendieron más de un millón de unidades en el mundo, lo que deja bien claro que aquí Toyota es el rey del segmento con diferencia. Los acabados más robustos con puente rígido delantero no llegan a nuestro país en el que se comercializan terminados más lujosos y equipados. El que hemos utilizado es una con acabado VX con cambio manual. El hecho de que el compartimento de carga no tuviera tapa, nos obligo a llevar el equipaje y el material (bastante en este caso ya que nos acompañaba el responsable sanitario de la carrera y llevaba varios botiquines y medicación) en el lugar de las plazas traseras levantando la banqueta para ganar espacio. En tráfico urbano, estuvimos mediatizados por el generoso tamaño del vehículo sobre todo en cuanto a longitud. En vías rápidas nos pareció muy correcto su comportamiento, el tren trasero no se descoloca y no existen ruidos aerodinámicos. Es fuera de asfalto donde nos centraremos. Normalmente al hacer un seguimiento de la carrera en los puntos más interesantes, hacemos menos pista de la deseada pero en esta ocasión, al llevar al “doctor”, tuvimos que no solo hacer el recorrido, sino que debimos acudir por protocolo a los escasos rescates que se pusieron en marcha, por lo que de los 4000 kilómetros llevados a cabo (lo recogimos con 9772 y lo dejamos con 13810) más de mil fueron fuera del asfalto. Metidos en faena, mantiene las directrices de todos los pick up, hay que ser conscientes de que no llevamos peso atrás, y de que con la tracción total insertada, los virajes más lentos hay que trazarlos con anticipación. Nos encontramos con el terreno muy blando en toda circunstancia, lo que hizo más suave el abordaje de las zonas más rotas. Un vehículo así debería de llevar de serie neumáticos mixtos pero los que monta, totalmente enfocados para asfalto, nos penalizaron en algunos pasos. No obstante, nos sacó de todas, ya que desde un remolque de vehículo, arrancando en parado con fuerte pendiente, hasta una aun más pronunciada trialera de varios centenares de metros con profundas roderas en la que más de uno necesito ayuda, no fueron impedimentos para el avance de la Toyota Hilux. Tan solo las estriberas, muy expuestas pueden ser un obstáculo. Con la reductora insertada y el bloqueo del eje trasero activado, el vehículo salió de todo. En arena, lo húmedo de la misma facilito las cosas y fue un verdadero placer rodar sin atascos. Puestos a pedir pese a que la potencia anunciada por el fabricante parece a priori suficiente, 150 c.v. se nos antojan escasos ya que remolcando o con mucha carga y cinco pasajeros, pudieran ser necesarios más. En cuanto a consumos, los siete litros anunciados por el fabricante se nos quedaron lejos ya que nos fue imposible bajar de nueve. La verdad es que no fuimos a ahorrar en ningún momento, por lo que tampoco son cifras que conviertan a este Toyota en un gastón. De hecho en los tramos en los que más exigimos al motor nunca llegamos a los doce. Lo dicho ruedas mixtas, algo más de motor y fuera estriberas, mejorarían la Toyota Hilux.  

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Prueba preparado: Toyota HZJ 75 Camperizado VehilsXtrem. El favorito de muchos.

Este Toyota Land Cruiser de chasis largo y solo dos puertas delanteras aparte del portón trasero ha sido, es, y será muy al gusto de una gran parte de la afición a nivel mundial, que suspira por tener uno, algo que hace que el fabricante lo mantenga en catalogo año tras año en muchos países. El modelo es de los más vistos sobre todo en televisión, ya que ha formado parte de flotas de naturalistas, médicos, ejércitos, guerrillas y demás colectivos que han necesitado un vehículo capaz de verdad a la hora de darle mal trato sobre los peores terreno posibles. Raro es el documental o el boletín de noticias en el que no aparecen.  En lo deportivo, se utilizó en los ochenta por equipos privados en raids africanos y forma parte aun pese a los cambios de empresa organizadora de la caravana de vehículos de organización del Dakar para controles en medio de la nada y para unidades medicalizadas, que se mueven cuando los helicópteros no pueden. Son muchos los que gustan de los grandes viajes los que han optado por este modelo como base de sus preparaciones y las fábricas de células vivienda los ofrecen en sus catálogos de transformaciones. En nuestro país, en concreto en la península, jamás han estado en los concesionarios oficiales de la marca y ha tenido que ser a través de importadores paralelos o trayéndolo de donde se vendían la única manera de disfrutar de este modelo de Toyota. HISTORIA PREVISIBLE. Este coche es precisamente de uno de estos casos. Tras localizarlo, se fue a buscar a Tenerife fue un coche comprado en las islas que estuvo abandonado en un garaje y tenía en el horizonte, un triste final. Nada más lejos de la realidad. Tenía 90000 kms, y quince años de uso, poco rodado consecuencia de que en las islas se hacen desplazamientos cortos, y tras ser pagado (alrededor de 18.000 euros de precio), se trajo en un contenedor. Cuando llegó aquí había que tener en cuenta de que Land Cruiser se trataba antes de ponerse manos a la obra. Era un trop-carrier (coche de tropa) y constaba en la parte trasera de banquetas corridas y diez plazas, con cabestrante original Toyota y motor 4.2 d atmosférico, es decir un propulsor indestructible. Tenía buen estado general y pese a sus muchos ratos cerca del mar no presentaba el más mínimo atisbo de oxidación. Se desmontó por completo, eliminando la configuración de coche de transporte de personal, y se repaso, saneo, reparo y se pinto por dentro y por fuera.  Esto es algo imprescindible, para localizar posibles daños que el paso del tiempo y el uso puedan haber causado. Después se camperizó el interior con la intención de dar autonomía a dos ocupantes por muy inhóspito y recóndito que fuera el sitio donde hubiera que pernoctar. Con las medidas muy bien tomadas, se diseñó el que iba a ser el “hogar”, la idea era tener en los laterales dos asientos corridos, con mesa central, con la intención de que se pudiera convertir en cama a voluntad teniendo bajo los asientos los electrodomésticos necesarios en el día a día.  Se montaron un mobiliario interior a medida que consta de nevera integrada en cajonera, ducha exterior con depósito de 60 litros de acero inoxidable hecho a medida en los bajos del coche, cajonera y mesa central desmontable para montar en el interior o fuera del vehículo. Se instalaron cortinillas y se utilizaron paneles en todo el habitáculo para aislarlo del exterior y calefacción webasto estacionaria para dormir. Desplegando las butacas traseras, que un tapicero realizo a medida, se convierte en una cama de 1.45 por 2.00m .También se monto equipo multimedia con tomas de 12v en plazas traseras, convertidor de onda pura de 220v , compresor…La cocina se pone en un estante escamoteable situado en el porton para evitar humos y ganar en seguridad a la hora de cocinar. Mecánicamente, se sustituyeron los amortiguadores de origen por unos Ohlins de última generación, y se reforzó la instalación eléctrica, se instalo una toma de admisión elevada y se instalaron neumaticos especificos para rodar fuera del asfalto. Poco más, es un vehículo básico mecánicamente pero suficientemente probado como para modificar tan solo lo imprescindible. Una decoración muy geográfica con el logo de VehilsXteme bien visible que fue quien llevo a cabo la preparación completaron el trabajo que fue convenientemente legalizado por los hombres de Homologaciones 4×4. Desde ese momento han sido varios los viajes africanos realizados por el propietario además de rutas por la península y asistencia a concentraciones y eventos del sector. EL TODO TERRENO POR EXCELENCIA. De acuerdo con los cánones estéticos de un 4×4 este Land Cruiser cumple como el mejor. Líneas cuadradas, aerodinámica discutible y generoso tamaño. Perfecto. Por fuera es desde luego imbatible al paso del tiempo, ya que pasan los años y en sucesivas actualizaciones los cambios estéticos han sido mínimos, y las ventas se mantienen par satisfacción del fabricante, eso sí a considerable distancia del “best seller” de la marca la Hilux de la que el pasado 2015 se comercializaron mas de ¡un millón¡ de unidades. En este segmento a Toyota no hay quien le tosa. El interior que en el habitáculo mantiene la configuración de serie, no podemos sino comprobar que se trata de un vehículo de trabajo por lo que los lujos están reducidos al mínimo, siendo mecánicas muchas de las palancas e interruptores huyendo en lo posible de la electrónica ¡así da gusto! La parte trasera está bien resuelta con el mobiliario bien rematado, con los cojines desenfundables para su lavado encajando todo a la perfección estando en perfecto estado de funcionamiento. Los cajones son capaces y bien organizado se pueden almacenar bastantes víveres y ropa. La ducha es suficiente salvo que estemos a bajas temperaturas donde solo los más curtidos harán uso de ella. Cambiamos la configuración de salón a dormitorio y la cama nos parece suficiente.   La prueba de fuego es rodar con él

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Prueba: Ford F-150 Supercab Raptor SVT. El amigo americano

En un mercado nacional cada vez con menos variedad y sobre todo con vehículos día a día menos eficaces, hay usuarios que buscan en el mercado de importación vehículos que satisfagan todas sus necesidades, tanto en el día a día como en viajes, rutas y excursiones. Este es el caso del Ford F-150 Supercab Raptor SVT. El fabricante americano, ha tenido en nuestro país una gama cuando menos peculiar para moverse fuera del asfalto con garantías. Lejos queda ya el Maverik, aquel modelo que compartía casi todo con el Nissan Terrano, y que se veía con frecuencia en nuestras carreteras y caminos en el boom del sector en los noventa. También en la distancia queda el Explorer que se podía adquirir en los concesionarios oficiales de la marca a finales de esa década. En nuestros tiempos, el Ranger, la pick-up europea de Ford se ha convertido en uno de los pocos 4×4 de verdad que quedan en nuestro mercado, al que acompaña en la gama Ford el Edge y el Kuga como todo caminos. Quien no se conforma, tiene en el mercado internacional un modelo que a medio camino de las pick up europeas y de los casi camiones americanos, el F-150, primer escalón de la serie “F”, que en su versión SVT (Sport Vehicle Truck), viene de fabrica equipado, y con muchas soluciones imprescindibles en el uso intensivo fuera de asfalto. El propietario es uno de los pilotos habituales del Nacional, Iván Banaclocha que según sus propias palabras, si bien encontraba coches en el mercado, principalmente Toyota, con posibilidades para preparar a conciencia, estaba precisamente harto del proceso y quería un todo terreno que desde su configuración de serie le permitiera llevar a cabo sin problemas rutas por la península y el puñado de viajes que cada año realiza a Marruecos. Decidido a hacerse con uno, pero los alrededor de 70000 euros que cuesta nuevo le hicieron decidirse a adquirir uno de segunda mano, en buen estado y con tan solo meses matriculado. Conseguirlo no le fue fácil, ya que es un modelo muy demandado en Estados Unidos donde tiene su grueso de ventas y más aun en el segmento de los seminuevos. Hasta tres veces, debió enviar la señal por trasferencia, ya que este proceso lleva un par de días y desde que en internet veía uno que le gustaba y hacia la gestión, otro interesado se presentaba donde estaba el coche con el dinero de la señal y haba que empezar de cero, debiendo conformarse con recibir de vuelta el dinero enviado. Finalmente pudo cuajar una operación y se hizo con uno. Tenía muy pocos kilómetros y menos de medio año de uso, en un color que le gustaba, crema claro “color desierto” como dice el propio Banaclocha y para la península en barco. El precio de los Raptor tanto nuevos como semi nuevos debería bajar ante la inminente llegada de la versión 2017 del modelo con cambios estéticos y técnicos. Debió una vez recibido, realizar un estudio de homologación como cada coche que se importa fuera de la Comunidad Económica Europea, aprovechando la gestión para introducir los accesorios y mejoras que le parecieron pertinentes, aunque viniera muy equipado de fábrica. Con todo en regla, ya solo quedaba disfrutar del coche y hacerle kilómetros, algo a lo que ayuda el propio manual del conductor que incluye un completo curso de conducción 4×4, con recomendaciones para abordar dunas o zonas rocosas por poner un par de ejemplos. PREPARADO PARA LO PEOR. Sería interminable la cantidad de detalles que nos gustan del Raptor, pero lo primero que es de agradecer es que pese a ser un modelo moderno, mantiene las líneas cuadradas de los 4×4 de toda la vida. La caja de carga es enorme y el habitáculo no le va a la zaga pudiendo viajar cómodamente cinco adultos, por muy largo que sea el desplazamiento. Hay que decir que el coche entre otras soluciones incorpora de serie, cuatro conjuntos de muelle y amortiguador Fox de competición, protecciones parciales de bajos, pintura de capó mate para evitar reflejos, estribos laterales, llantas con mordaza para circular a baja presión y neumáticos mixtos en medida 315//70/17. En cuanto a los accesorios que Iván a introducido se encuentran en el habitáculo los sistemas de navegación, un GPS Lowrance HDS-7 y una tablet PC Panasonic FC-51, una nevera Indel B modelo TB41Aque anula la plaza trasera central y unos cinturones delanteros de arnés de tres puntos de anclaje, y fuera del mismo un sistema completo de Bump Stop de la marca King para colaborar con la suspensión en situaciones extremas de compresión, un cabrestante Warn Zeon  10-S Platinum de 4536 kilos de capacidad de arrastre, cuatro soportes laterales para el gato mecánico, una barra de luz de led de techo de 480 Vatios modelo Curved Osram,  cuatro faros de largo alcance Omo Tcr y dentro del compartimento de carga un cofre hecho a medida, compresor Viair Xtrem Duty OBA de doble calderin, material de desatasco, la sexta rueda y tapa de la caja de carga X-Line XS 100. La imagen del Ford F-150 Supercab Raptor SVT es sencillamente impresionante, grande, cuadrado, perfecto. Subirse es fácil gracias a los estribos, y el puesto de conducción es cómodo y con un cuero agradable. La postura de conducción es ideal y con multitud de reglajes para adaptarse a la morfología de cualquier conductor. Impresionante cuadro de instrumentos, con el conmutador para poner el 4×4 y la reductora muy a mano y algo importante que destacar, la existencia justo delante de la palanca del cambio automático de cuatro conmutadores, que se pueden personalizar a voluntad, desde reglaje de suspensiones llegado el caso hasta uso del cabrestante, pasando por el uso del compresor o la activación de una cámara tras el remolque que llevemos si es que lo llevamos. Suavidad y agradable tacto en todo, y facilidad en las maniobras, gracias a las cámaras delanteras y traseras, (no hay que olvidar en ningún momento que nos movemos con unas dimensiones que

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Prueba preparado: Ford Ranger de Promyges. Sin parar de innovar

El distribuidor de material 4×4, gusta de equipar y mostrar sus productos sobre todo en modelos recién llegados al mercado, lo que da fe de su agilidad empresarial y comercial. Este Ford Ranger de Promyges es un buen ejemplo. El Ford Ranger, como el resto de Pick-up del mercado, (las “cangrejas” en el argot del sector) forman parte del reducido grupo de 4×4 de verdad que quedan en los catálogos de los fabricantes. Recién salido al mercado, ha recibido una serie de mejoras por parte de Promyges, la empresa madrileña dedicada al sector desde hace décadas. Tan solo se ha dejado de forma premeditada de origen la monta de neumáticos, dado que al ser vehículo “demo” en estos primeros meses, los desplazamientos por carretera serán prioritarios ya que son muchos los clientes a los que se quiere acercar este Ford. Se han adoptado soluciones muy probadas con otras que son absoluta novedad, y que se generalizaran en sucesivas presentaciones de productos. Lo primero que destaca es el tamaño del vehículo, sobre todo en longitud. Pero vayamos conociendo que tiene este Ford Ranger de Promyges que lo hace diferente. Paragolpes ARB «prototipo» fabricado en base de polímeros reticulados elásticos, con soporte de cabrestante y estructura interior metálica. Esta pieza es una autentica novedad, que tiene dos objetivos claros, mantener la robustez y fiabilidad que necesita una pieza de estas características reduciendo el peso de forma considerable respecto a los paragolpes específicos metálicos, mejorando así las inercias y el reparto de pesos. El montaje del paragolpes no supone la pérdida de las 5 estrellas EurNcap que el Ranger atesora en su configuración de serie. Esta pieza crecerá en el catalogo de la compañía con la incorporación de mas referencias pensadas para otros modelos. Dicho paragolpes, está bien concebido mejora el Angulo de ataque original y viene preparado para la instalación de accesorios.  En este caso lleva dos faros Intensity (homologados E11), de 32 leds (8.200 lumens) y un cabrestante BushRanger de 9500 Libras de arrastre con cable de plasma. El resto de aspectos importantes, no se han quedado atrás. Los bajos llevan protecciones de 3 tramos de acero de 3 mm de grosor con  punto de rescate señalizado, estribos plataforma, con estructura tubular de acero anclados a chasis, paragolpes trasero, compatible con sensores de parking, sistema de remolque (tipo americano) incorporado, con capacidad de arrastre de 3.500kg. La caja de carga lleva una techo de plástico ABS modelo Ascent, con cierre centralizado, afín al del propio vehículo y ventanas abatibles, Baca  para techo, en aluminio, con malla y toldo en medidas 2.500 x 2.000 mm. Todos estos complementos exteriores, son de la marca ARB, conocidos y probados, muy al gusto del consumidor final. Si el exterior ha recibido mejoras, el interior y la mecánica no se han quedado atrás. Imprescindible la toma de admisión elevada, un sistema de doble batería, con un cargador de 3 etapas (isolator incluido) de la marca Redarc, gama BCDC y sistema de suspensión OME, con amortiguadores BP-51 de botella separada y sistema By-Pass. También de la marca ARB son el depósito de gasoil (no gasolina),  Frontier de alta capacidad fabricado en base de polímeros reticulados elásticos, sustituye el original, y cubica 140 litros. Para guardar objetos dispone de cajoneras compuestas de: un módulo cajón normal un  modulo cajón con suelo deslizante y una nevera de 47 litros de capacidad, con bandeja deslizante y monitor remoto. TODO EN ORDEN. El modelo es muy nuevo, aunque mantiene las líneas de este tipo de vehículos aunque su diseño sobre todo del frontal de aspecto afilado lo hacen mucho más atractivo. El conjunto transmite que este Ford Ranger de Promyges está preparado para lo peor. Obviaremos el tema neumáticos, ya que pide a gritos una monta superior en tamaño y de dibujo técnico, por los imperativos promocionales del resto de accesorios. El tema del paragolpes nos parece muy acertado, ya que lejos de los conocidos hasta la fecha de líneas rectas, básicos y toscos, buscando la practicidad por encima de todo, este está bien diseñado e integrado para ser un prototipo y según los hombres de Promyges es el futuro en este tipo de accesorio. Nos llamó la atención los faros de largo alcance, que se hacían notar a plena luz del día, algo que de noche debe ser definitivo. Tienen el tamaño justo pero alumbran con ganas. El cabestrante queda bien integrado y es fácil de utilizar. En cuanto a la caja de carga, sencillamente perfecta. Todo funciona como es debido y la apertura lateral es muy práctica, así como la baca, de robusta presencia y generoso tamaño. Aerodinámicamente no nos molesto y en los pocos kilómetros que hicimos con el vehículo no hubo ruidos que molestaran. El toldo, de generoso tamaño ocupa lo justo recogido y será muy de agradecer en días soleados y…lluviosos. El interior es impecable. El deslizamiento de los cajones es preciso y de buena profundidad y la nevera es accesible y cada vez más imprescindible. Lo más destacable del coche fue su comportamiento offroad gracias a los amortiguadores OME BP51. Quizás, en este modelo concreto, al no montar defensa tradicional de ARB (winch bar) se ajustó la compresión y la extensión de los amortiguadores para soportar más kilos en el tren delantero, mostrándose algo más firme en su comportamiento (pero nunca desagradable) y algo más «rebotón» en el tren trasero (íbamos sin carga y con poco combustible, algo que en condiciones normales de uso será historia). En definitiva, un conjunto de suspensión muy confortable que nos ha permitido rodar fuerte sin perder tracción en curvas y copiando muy bien las irregularidades de la pista, pidiendo incluso, más ritmo en la conducción. Es de agradecer la celeridad con la que Promyges consigue poner en el mercado accesorios para nuevos modelos, teniendo en catalogo semanas antes de su comercialización en los concesionarios oficiales, defensas, paragolpes, o fondos para la caja de carga por poner unos ejemplos en materia exterior y juegos de suspensión, bloqueos, o segundas baterías en cuanto a mecánica. Y lo que

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Prueba preparado: Jeep Wrangler Diesel Techo de lona. Para uso intensivo.

Queríamos completar nuestra información sobre el festival de Les Comes con la prueba de uno de los coches que se acercaron el fin de semana a la finca que gestiona Pep Vila. Este Jeep Wrangler Diesel fue nuestra elección. Un coche espectacular por aspecto y buen rodar, sobre todo en tramos complicados y extremos, con la ventaja de que pese a su aspecto, es completamente legal circular con él. Difícil elección. Lo de Les Comes no dejaría indiferente ni al más experimentado de los aficionados. Es un fin de semana en el que no se para de  girar la cabeza a cada paso. Teniendo en cuenta que hay “aparatos” que se desplazan allí en remolque dado su carácter  de prototipo y otros con mínimas modificaciones, preferimos centrarnos en uno de lo que si bien se les ve más que preparados, mantengan su condición de “utilitario” a nivel documental. Este Jeep Wrangler Diesel es propiedad de Xavier Boada, que si bien se pasa la semana trabajando en una empresa cárnica, dedica los fines de semana que puede a salir al monte. Nos gusto el hecho de que se pasara el fin de semana haciendo recorridos por la finca, con el coche a tope ya que rodaba con un amigo y las respectivas parejas por las zonas más complicadas como si tal cosa. ACCESORIOS PARA TODO El modelo es el conocido Jeep, con el motor diesel de 2.777 centímetros cúbicos de cuatro cilindros denominado VM motori 50 C. con techo de lona, con caja de cambio automática. Se ha cambiado enormemente su configuración de serie en muchos aspectos para ganar en comportamiento en campo. La relación de los accesorios instalados es larga y abarca muchos aspectos. Modificaciones realizadas: Identificación. Cambio de emplazamiento de la placa de matrícula. Reubicación de la placa de matrícula posterior situándola en la parte central del nuevo parachoques trasero. Ejes y ruedas. Modificaciones o sustituciones en ruedas e instalación de separadores de rueda que  modifican del ancho de vía. Desinstalación de los separadores de origen. Sustitución de las llantas originales por otras en medida 8,5”x17” y con un bombeo distinto a las originales y equipadas con neumáticos Cooper Discoverer STT ya homologados en medida 35×12.5R7 119 Q M+S, asegurando la compatibilidad neumático llanta, siendo estas últimas con borde fijo para poder circular a baja presión. Suspensión. Modificación de las características del sistema de suspensión o de algunos de sus componentes elásticos. Sustitución de los amortiguadores de ambos ejes del vehículo por otros marca Fox y modelo  2.0 Perfomance. Sustitución de los muelles por otros marca Rubicón Express, referencia RM60315-40979 para los muelles delanteros y RM60330-38927 para los muelles traseros. Instalación de un sistema de suspensión “Tri-link” en el eje trasero del vehículo marca Rubicón  Express. Sustitución de los tirantes de suspensión delanteros por otros reforzados y regulables marca Rubicón Express. Sustitución del amortiguador de dirección por otro marca Fox y referencia 2.0. Sustitución de los soportes de la barra estabilizadora delantera por otros marca Rubicón Express. Carrocería. Acondicionamiento Interior / Instalación y desinstalación de elementos permanentes en la zona frontal del interior del habitáculo del vehículo. Instalación encima del tablero del vehículo de una barra de soporte para accesorios marca Rugged Ridge y referencia 0014. En ella van situados los diferentes sistemas de navegación y de medición de distancias. Modificación de la longitud del voladizo delantero y trasero. Sustitución del parachoques trasero original por otro, con soporte de rueda de repuesto, marca Smitty Bilty referencia XRC, que sustituye al original. Instalación de un juego de taloneras originales Jeep y modelo Wrangler. Sustitución de los aletines de origen por otros marca Buschwaker y referencia 1252. Instalación de un añadido inferior al parachoques trasero de fabricación artesanal y referencia AF01. Dispositivos de alumbrado y señalización Adición de faros supletorios delanteros siendo estos  proyectores de luz de carretera marca IPF y con contraseña de homologación 00 HR E13 25 0109. La suma total de puntos de iluminación para los proyectores de carretera del vehículo no superará los 100 permitidos. Sustitución y reubicación de las luces antiniebla traseras de fábrica por otras con contraseña de homologación F 00 E9 1024, situándolas en el nuevo parachoques trasero. Arrastre. Cabestrante T-Max Con cable de plasma. Asientos baquet abatibles con fundas lavables desmontables, y tiradores estratégicamente situados para acceder y bajar del vehículo. Emisora y su soporte, y diversos sistemas de navegación G.P.S. Un derivabrisas sobre el capo completa la preparación. Ni que decir tiene que todo está homologado y con la I.T.V. pasada excepto la parrilla delantera que enmascara ligeramente los faros, algo que la ley no permite bajo ningún concepto. Es un guiño estético, que complementado con los dientes dibujados en los laterales del soporte del cabestrante da un aspecto de “malote” al coche. Como tiene la de origen, se sustituye en la periódica revisión para evitar problemas. Ni que decir tiene que todos estos cambios, nos obligan para poder circular cumpliendo la legalidad a homologar todo lo instalado. Esta labor ha corrido a cargo de los hombres de MC Enginyeria, que convierten lo que aparentemente parece un tremendo dolor de cabeza en un mero trámite, lo que agradece el usuario final. ESPECTACULAR Y EFECTIVO Si el vehículo es atractivo, mas aun lo es el lugar donde realizamos la prueba. Tener la finca de Les Comes es algo que no se disfruta todos los días. Lo primero que nos llama la atención son los toques estéticos del frontal y el cabestrante que hacen parecer tener cara al coche. También destaca el derivabrisas del borde del capo delantero. Su propietario nos dice, que no es un tema estético, sino practico. Esta pieza está pensada para que en vías rápidas, los mosquitos no den en el parabrisas, algo que al ser este muy vertical, es habitual. Se crea una corriente de aire que reduce sobremanera esta circunstancia. Subirse tiene su aquel, ya que la altura del coche es considerable. Ayuda un tirador estratégicamente instalado en la barra antivuelco lateral. Una vez a bordo se agradecen

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Prueba: 2.000 kilómetros con la Mitsubishi L-200. Aun quedan 4×4 de verdad.

Por circunstancias de acumulación de carreras, hemos tenido la oportunidad de rodar durante una semana con esta pick-up, que pese a ser un modelo de los de mas reciente llegada al mercado, mantiene los cánones que todo buen 4×4 debe tener. En primer lugar hay que valorar su generoso tamaño y acertado diseño, que si bien arrancó en versiones anteriores a imagen y semejanza de los todopoderosos Monteros MPR 12 de competición, ha ido evolucionado hasta tener su propia personalidad, con un aspecto muy alejado del de vehículo de trabajo que solían tener este tipo de automóviles para convertirse en casi una berlina de lujo. Para ello, solo hace falta abrir la puerta para contemplar un cuidado interior, con asientos de cuero, navegador, buen equipo de música, climatizador, y acabados impecables y de tacto agradable. A ello hay que unir la caja de carga de buen tamaño y que se puede cubrir con un cofre que  hará que podamos transportar buena cantidad de enseres. Mecánicamente, la posibilidad de contar con reductora con bloqueo de diferencial central confirma que estamos ante lo mejor de  dos mundos. Ante el panorama cada vez más escaso de todo terrenos de verdad, la L-200 se presenta como una seria opción, tanto para trabajar en el monte, como para ir a un acto social, sin olvidar el poder llevar a cabo nuestras rutas y viajes sin problemas por lo complicado del trazado que vayamos a llevar a cabo. A bordo deberemos tener siempre muy presente la longitud de la pick-up, sobre todo en algunos giros o maniobras. La cámara posterior será en estas situaciones nuestra mejor aliada. Es en el tráfico urbano donde deberemos tener mayor atención, ya que en campo abierto se maneja como uno más. En vías rápidas, se muestra como un gran rodador el control de crucero permite hacer más cómodos los desplazamientos largos, a lo que se suman unos asientos cómodos pero que deberían recoger algo más el cuerpo sobre todo en el respaldo. El tacto del cuero es agradable aunque no somos amigos de esta solución para los asientos que a nuestro gusto deben ser de tela, pero eso como en otras cosas es una apreciación personal. Desde Madrid, nuestra primera parada fue Cazorla. Hasta allí, dos personas y algo de equipaje, en un viaje placentero, siempre a velocidades no multables, debiendo tener en cuenta nada mas la longitud del vehículo a la hora de volver al carril lento a la hora de adelantar, algo a lo que uno se acostumbra a la primera. En tierras jienenses, abordamos algunos tramos de carretera de montaña, circunstancias en la que la L-200 también se maneja bien. El cambio funciona con suavidad y las levas en el volante al utilizar el modo secuencial son efectivas y permiten rodar rápido. Llego el momento de salir del asfalto y nos encontramos ante una situación delicada ya que las lluvias caídas durante días antes habían dejado las pistas y caminos muy resbaladizos. Conectamos la tracción total y avanzamos sin problemas ya que el sistema Mitsubishi de tracción total es my efectivo. Es una pista bien mantenida por los lugareños y se rueda sin problemas. Nos metemos más hacia el monte y la cosa se complica, el barro aunque de escaso grosor se pega al neumático y nos complica no solo trazar sino también seguir con el recorrido (los de la zona dicen que es el barro de “la campiña”). Seria más llevadero de poder llevar ruedas mixtas, ya que el dibujo de la monta de origen está totalmente enfocado al asfalto. Pelear con el barro nos llevo varios días siguiendo a los 4×4 clásicos pero salimos de todas. De allí traslado hasta Serón, donde se disputaba carrera del Nacional de Todo Terreno. Directamente recorrimos la prologo que tenia de todo, zonas rápidas con saltos incluidos y zonas muy rotas trialeras incluidas. Perfecto, no hubo que meter la reductora en ningún momento y tan solo en un paso en bajada con escalón tuvimos que tener precaución para no tocar con el voladizo trasero. Tanta torsión o algún apoyo nos provocó un pinchazo lento y nos vimos en la tesitura de necesitar hacer uso de la rueda de repuesto. En contra de la moda imperante, la L-200 la tiene y ¡exactamente igual que las cuatro restantes! Llanta de aleación incluida. Como tiene que ser. Tan solo hay que hacer notar que habrá que tirarse debajo del coche para extraerla. Esta L-200 es en definitiva uno de los pocos todo terrenos de verdad que se pueden adquirir, nos conformaríamos con una versión menos lujosa, con tapa para el compartimento de carga y sustituyendo los neumáticos de origen por unos mixtos y en una medida más lo que nos haría ganar en altura libre y tracción. Unas protecciones de bajos tampoco vendrán mal para rodar con más garantías.  Así sera difícil que nos paren.    

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Prueba Preparado. Toyota Land Cruiser Kobe Motor. Un amigo para todo.

El modelo es de los que gusta hasta de estricta serie, en esta ocasión, aparte de las habituales mejoras en los apartados mas habituales, la unidad monta deposito y adaptación para poder funcionar con gas licuado, lo que mejora ostensiblemente el consumo. EDICIÓN EN PAPEL EN LA REVISTA AUTOAVENTURA 4X4 En el triste catalogo que en cuanto a vehículos 4×4 ofrece en nuestros días Toyota en nuestro continente y por añadidura en nuestro país, este modelo ni está ni se le espera. Hemos traído a nuestras páginas, preparaciones sencillas y otras mucho mas elaboradas. En esta ocasión, nos atrae que el coche tiene un paquete de mejoras interesantes, la capacidad de moverse con gas licuado y sobre todo que ha tenido una vida muy intensa en cuanto a uso.El vehiculo como todos los que llegan a nuestro país, lo hizo a través de un importador paralelo del norte de la península. Pero mejor que sea ella quen nos lo cuente. SU PROPIETARIA NOS DESCRIBE LA HISTORIA DE SU ALFA. Ya de pequeña me encantaba que mi padre ocasionalmente me recogiera del cole y me dejara junto a mi hermano y par de amiguitos subir en la parte trasera del Land Rover que conducía en el trabajo, en el asiento lateral, ese que era como una butaca alargada y sin ningún tipo de sujeción (por supuesto) pues eran los años 80. Ni siguiera necesitaba que nos llevara al campo, que eso ya lo considerábamos una fiesta, con los botes que dábamos atrás y lo que nos divertía a pesar de los golpes que nos íbamos dando. Aquel coche me parecía “especial”. Mientras los demás niños se fijaban y elogiaban las prestaciones de otro tipo de coches mucho más deportivos, mi mirada siempre se paraba en el Opel Frontera, en el Terrano,… siempre me parecieron mucho más atractivos y prácticos. Soy de Cáceres, me crié en un pueblecito de la Sierra de Gata y suelo pasar más tiempo en el campo o en la naturaleza que en casa, de ahí que este tipo de vehículos me parezcan más atractivos. Hace unos años uno de mis amigos tuvo la genial idea de enseñarme su nuevo coche, un FJ Cruiser con el que fuimos a hacer alguna salida por el campo y me fascinó. Y cuando mi amigo me preguntó si me gustaba, la respuesta fue clara: me gusta mucho pero para mí. Decidí comprarme un 4×4 para empezar poco a poco e ir aprendiendo y al mirar opciones (pues el FJ se salía de mi presupuesto) me di cuenta de que comprara el coche que comprara, cuando quedara con mi amigo aunque fuera a tomar un café, miraría su coche con la pena de no haberlo tenido. Por eso, con un gran esfuerzo y algo de ayuda familiar me puse a buscar lo que de verdad quería, un FJ. Por supuesto todo el mundo me decía que si sabía lo que hacía, que ese coche consumía mucho, que si era muy grande, que si para qué quiero ese tanque… Tras una larga búsqueda por internet viajé a Barcelona a probar uno pero no me encajó. Un mes después, en junio de 2011 conseguí comprar un fantástico FJ Cruiser a través de un importador en Logroño, la idea era comprarlo de segunda mano pero al final encontré uno nuevo a un precio bastante razonable así que me tiré a la piscina y gasté todos mis ahorros para poder disfrutar de verdad con él en el campo. Ya tenía coche pero faltaba aprender y encima sabía que no tendría más presupuesto para prepararlo así que tocaba amoldarse a lo que había. Mirando en internet encontré una Concentración que Toyota Kobe organiza cada año y allí fuimos, el “Alfa” y yo. Ese fue el nick que utilicé en los foros para presentarme pues la verdad es que siendo chica y con un coche rarito pensé que no me tomarían en serio así que decidí no especificar que era chica y llamar al coche de modo que pareciera respetable. Me presenté en la Concentración de Kobe con otros 75 coches más y creo recordar que era la única chica. Mi coche les encantó y a todos les sorprendió que una chica sola fuera a hacer 4×4 en serio. Empezamos a quedar los amigos para hacer rutas por la zona centro: Guadalajara, Segovia, Burgos, Ávila, y fui aprendiendo un montón de mis compañeros que ya llevaban más años en esto que yo. El coche llevaba hasta neumáticos de carretera pero la verdad es que me fui acostumbrando y cada vez me sentía más cómoda y sacaba más partido a las posibilidades del coche. Llené el Alfa de pegatinas (pegatinas4x4.com) para darle un toque más campero y quitarle un poco el aspecto de “coche pijo” que se alejaba totalmente de la realidad, yo había comprado un coche para el campo y eso quería que pareciera. Las rutas empezaron a ser más continuas y más lejanas: La Rioja, Palencia, Zaragoza, etc. y como era la más entusiasta empecé a ser yo la que animaba a mis compañeros a salir.  Aprendí a crear rutas desde el ordenador, íbamos a probarlas y luego las hacíamos con los amigos. Normalmente no teníamos problemas, salvo las conocidas restricciones que cada vez hacen más difícil que podamos salir a disfrutar de un día de campo con los amigos. Todos me recomendaron que fuera preparando el coche para seguir saliendo de ruta pero mi economía todavía no me lo permitía así que empecé con lo básico: Protección de bajos de Duraluminio de 8 mm, unas taloneras y tras dos años y pico de rutas me decidí a cambiar los neumáticos y poner unas BF Googrich Mud-Terrain KM2 . Hasta ahora me había acostumbrado a bajar las presiones siempre que íbamos de ruta y la verdad es que el coche iba de fábula y me permitía hacer lo mismo que los compañeros con neumáticos más adecuados. Hice la transformación a GLP (ircongas.com) para economizar las salidas,

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Prueba: 1000 kilómetros con el Jeep Compass 4×4 Limited 2.0. Más todo terreno de lo que parece.

El modelo que llevaba desaparecido de nuestro mercado un par de años, ha vuelto completamente renovado y actualizado. Recogimos el Compass con 21567 kilómetros. Exteriormente su silueta recuerda a la del Grand Cherokee, pero con menores dimensiones. Ha perdido los faros redondos teniendo un frontal más acorde con la icónica línea de la marca y atesora detalles cromados que le dan cierto toque de distinción. También destaca el tono bicolor con el techo negro y sobre todo dos conjuntos de adhesivos en vinilo uno en el tercer pilar del vehículo y otro más grande en el capo. Es pura personalización y a quien guste de estas cosas estará servido. El alerón trasero y los aletines que continúan su línea con los bajos tanto laterales como frontal y trasero marcan la línea deportiva que se pretende con este SUV., que consigue un resultado atractivo y diferenciador. Las llantas son muy bonitas pero poco practicas, la medida de neumáticos de nuestra unidad con dibujo totalmente de asfalto es 225/45 en llanta de diecinueve pulgadas, siendo muy recomendable si tenemos intención de movernos por pistas y caminos adquirir nuestro Compass  con unas de dieciséis y montarle neumáticos mixtos que le permitirán ganar enteros fuera del asfalto. Gestión de concesionario. Destacar que lleva una pequeña protección metálica de bajos en la parte frontal del vehículo, algo inaudito en nuestros tiempos en coches de estricta serie. El interior es agradable aunque hay bastante utilización del plástico y se echa en falta algún que otro hueco mas para objetos sobre todo en el puesto de conducción. Destacable las holgadas posibilidades de colocación del volante, superiores a la media del mercado. Los asientos son cómodos aunque se echa en falta algo más de sujeción lumbar. Los traseros son también agradables, más que correctos para dos adultos pero algo justos si son tres los ocupantes. En su máxima capacidad alcanza los 1257. El maletero tiene una capacidad de 438 litros, bastante cuadrado y capaz aunque por diseño la boca de carga es alta y estrecha. Tras un bajo fondo se encuentra más espacio para objetos y el kit anti pinchazos ya que no contaremos con rueda de repuesto salvo que la pidamos explícitamente. A bordo disfrutamos de buen ambiente, con correcta ergonomía en los mandos y facilidad de manejo, el motor, un 2.0 Multijet de 140 caballos mueve la algo más de tonelada y media de peso del Compass sin problemas. En cuanto al consumo, los 5,7 litros anunciados por el fabricante, se nos quedaron cortos ya que nuestra media supero por poco los 8 litros. En su descargo hay que reseñar que hicimos el 20% del kilometraje fuera del asfalto y muchas veces con cinco pasajeros a bordo. El cambio es progresivo y agradable y los desplazamientos son cómodos y no se nota el paso de los kilómetros. Las tres primeras marchas son más bien cortas pero luego todo es buena conducción.  Cuenta con un completo sistema de seguridad que incluye entre otras cosas el detector de cambio involuntario de carril y el de aviso de posible colisión frontal. EN CAMPO, MEJOR DE LO QUE CABRIA PENSAR. Sobre el papel, Jeep garantiza que todos sus modelos con tracción 4×4 se defienden en el campo y este desde luego lo hace. Hemos hecho muchos kilómetros de pista ya que las especiales del Eurotrial (competición a la que acudimos con el Compass) estaban separadas por centenares de metros y en varias ocasiones colaboramos con la organización a la hora de desplazar pilotos del parque cerrado a la zona de asistencia y a la propia de acampada, siempre en pistas de buen firme pero con considerable pendiente. El coche se ha comportado. Tracción en todo momento y comodidad para todos los ocupantes. El acceso es bueno y con cinco a bordo se mueve con agilidad. Tiene, llegada la ocasión cuatro posibilidades de utilización, automático, nieve arena y barro en base  al sistema Active Drive, que se complementa con un bloqueo 100% si es que las cosas se complican. Tan solo pudimos rodar sobre tierra y… hierba y en ningún caso el coche falló. Con las cuatro ruedas sobre césped, y no plano precisamente el sistema demostró su eficacia. Es sin lugar a dudas una buena elección si queremos un coche para todo, y con tan solo modificar un par de cosas será un buen rodador en el monte. En cuanto a precio, una unidad como la del reportaje a tope de equipamiento superaría por poco los 40000 euros. Devolvimos el Compass con 22538 kilómetros. 971 más que cuando lo recogimos. La opinión de Françoise Hollender* ME HA SORPRENDIDO SU BUEN ANDAR FUERA DEL ASFALTO. Aprovechando que estábamos juntos en la celebración del Eurotrial, le sugerimos a Françoise Hollender que nos diera su opinión sobre el vehículo. Costo muy poco convencerla y la verdad es que lo hizo a conciencia a que se movió no solo por caminos sino que rodo también por asfalto en diferentes tipos de vías. “Me ha gustado mucho el Compass, permite circular cómodamente por carretera, es suave en todo y exteriormente muy atractivo, dando un toque personal los vinilos de los laterales y el capo delantero. Lo que más me ha impresionado es que fuera del asfalto se pueden abordar pasos que dejarían tirados a otros modelos con más pretensiones y mejor apariencia. Me gusta que pese a que lo he retorcido en varios momentos no se oye el más mínimo ruido estructural, señal de que todo está bien concebido y en su sitio. Tan solo le cambiaria el conjunto llanta/neumático por uno más enfocado al monte y le haría ganar algo en altura con un kit de suspensión elevada, que mejoraría sus ángulos sobre todo el delantero, ya que el morro está muy expuesto y lo he rozado hasta en pequeños agujeros donde a priori no debería tocar. Seria así mucho más efectivo”. Antes de terminar me pide que refleje otra opinión aun más personal sobre la marca: “Me gustaría que se supiera, que

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Prueba. 500 kilómetros con el Hyundai Kona 4×4. Un coreano diferente y capaz.

El grupo de SUV es el de más éxito comercial de los últimos meses (y lo que le queda), el fabricante coreano lo sabe y ha lanzado hace semanas este modelo, que ahora hemos podido conocer de cerca. En el disputado segmento B, es una opción que atesora atributos más que interesantes a la hora de poder circular fuera del asfalto que es lo que nos interesa. PERSONALIDAD PROPIA. Recogimos el Kona con 5648 kilómetros y nos pusimos a escudriñarlo. Se trata de un TGDi 1.6 de 176 caballos, con acabado Style, interior Sky Red y color Cake Silver. Lo que más llama la atención es que pese a que tiene unas formas aparentemente comunes a otros modelos, tiene una marcada personalidad. Nuestra unidad es de un tono similar a la gran cantidad de aditamentos que tiene la carrocería lo que hace que estos destaquen menos, pero es desde luego todo un ejercicio de lo que debe ser la imagen de un SUV. Prominentes pasos de rueda, barras de techo, paragolpes trasero envolvente… En Hyundai manteniendo los rasgos de familia, se han permitido salirse de la norma. Se puede adquirir en diez colores de carrocería y dos de techo, lo que personalizará aun más nuestra compra. Destaca el frontal, diferente a todo y con una posición de los faros en tres alturas. Es sin duda lo más característico del modelo, que trasmite robustez en sus formas. La profusión de plástico en el entorno de la carrocería, es de agradecer en el tráfico urbano, lo que hará que nuestra chapa sufra menos aunque por diseño algunas ópticas parecen algo expuestas.  Las puertas y portón trasero tienen un tamaño correcto lo que permite una buena accesibilidad. El último apartado, nos parece suficiente, en su configuración normal con 361 litros de capacidad. El fondo del mismo es desmontable y oculta el kit anti pinchazos ya que no trae rueda de repuesto, algo imprescindible si queremos salir al monte con frecuencia. Un último detalle a tener en cuenta es que la antena se desatornilla con facilidad por lo que en según qué casos habrá que retirarla por ser un botín propicio para los amigos de lo ajeno. El interior, también se puede personalizar con tres colores de pespuntes de tapicería a elegir. Los asientos delanteros recogen bien y son cómodos y las plazas traseras son también cómodas si van dos ocupantes y aceptables para tres. La instrumentación es clara y todos los interruptores se localizan con facilidad. Buena calidad en los materiales y ambiente agradable en general. En marcha, es dócil en cualquier circunstancia, su tamaño permite que nos movamos perfectamente en vías urbanas y que aparcar no sea una pesadilla. En vías rápidas se muestra progresivo y ágil, siendo muy efectivo en trazados sinuosos y carreteras de montaña. La suspensión más dura de lo habitual se agradece y podemos disfrutar de poder llevar un buen ritmo si es que queremos correr. Completísimo equipamiento en cuanto a seguridad, desde la detección de peatones hasta la cámara trasera, sin duda al nivel de modelos de mayores pretensiones.   EN EL MONTE, MEJOR DE LO PREVISTO. A priori, tras lo conocido comenzamos a rodar por pistas en buen estado y el vehículo se muestra noble y con buen tacto tanto en frenadas como a la hora de negociar curvas pudiéndose mantener un buen ritmo. Buscamos un camino más roto y el coche parece notar más las irregularidades, consecuencia de unos tarados de suspensión firmes, pero el coche no tiene problemas para avanzar, solo deberemos tener cuidado con el ángulo de ataque, escaso por lo afilado del diseño del morro y por la escasa altura libre al suelo (17 centímetros). El resto sin problemas. Los recorridos de suspensión son dignos para el concepto del modelo y su peso que supera por poco los 1300 kilogramos, lo que le convierte en un modelo “ligero” algo que es bueno en pasos complicados y cuando el barro es protagonista. Tenemos ayudas a la conducción, ya que el sistema automático que pasa tracción a la rueda que tiene más agarre, se puede bloquear manualmente gracias a un interruptor instalado en la consola central dejando el sistema en 50% para cada tren de forma permanente. También contamos con control de descenso de pendientes, que impide que el coche alcance siquiera los 10 kilómetros hora. La ayuda de arranque en pendiente, también es útil si nos ponemos en marcha en mala postura. El coche tiene tres posibilidades de uso del motor, Eco, Confort y Sport. Lo mejor en la primera posición nombrada en la que las reacciones son más suaves. Aparte de el ángulo y la altura comentados, tendremos en contra el dibujo de los neumáticos totalmente de asfalto y el diámetro de la llanta que si bien de origen anuncia 215/55R17, nuestra unidad montaba 235/ 45 R18. Lo mejor que el concesionario nos facilitara una medida 205/ 60 R16 que montan las versiones menos equipadas y que además de tener más oferta en el mercado del neumático mixto, nos permitiría montar mas perfil sin tener que rendir cuentas en la ITV ganado alrededor de un centímetro de altura libre que nos vendría muy bien fuera del asfalto. Otra mejora, seria sustituir las protecciones de bajos de plástico por unas metálicas lo que nos daría confianza en pasos con obstáculos. Así tendremos un coche a la última, que va bien en todo tipo de vías, que lleva un completo equipamiento en cuanto a confort y seguridad, con un tamaño contenido, aunque goza de capacidad y con posibilidades más que dignas de rodar fuera del asfalto. En Hyundai van a la moda pero sin olvidar el fondo de armario. Devolvimos el Kona con 6212 kilometros 564 más que cuando lo recogimos siendo el 20% fuera del asfalto.  En cuanto a consumos, los 6,7 litros en combinado que anuncia el fabricante, nos fueron imposibles de alcanzar ya que no fuimos a ahorrar en n ningún momento, moviéndonos en una horquilla de 8-9 cada 100

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Prueba. 1000 kilómetros con el Alfa Romeo Stelvio First Editión 2.0 AWD. Disparo italiano.

Como tantas otras marcas, Alfa Romeo no ha podido evitar hacerse eco de la cada vez mayor presencia de modelos SUV en el mercado, sobre todo en el segmento Premium, plagado de  firmas que en principio no hubieran comercializado vehículos de este tipo hace unos años. Tamaño generoso, cinco puertas,  mayor altura de la carrocería y posibilidad de adquisición con tracción total para los más osados, han llegado a los que deciden en Italia y desde hace semanas el Stelvio, rueda por nuestras carreteras. Hemos podido probar uno de ellos. Como aficionado al automovilismo, Alfa es una marca que tenemos en el disco duro tanto en el día a día como en la memoria histórica y acercarse a uno siempre provoca un plus de interés. El coche por fuera es muy, muy bonito, además el color (denominado por el fabricante como rojo competizione) lo realza, ya que imita el que llevaban los de carreras durante buena parte del siglo pasado. El primitivo rojo Italia. Líneas armoniosas, con un frontal típico de la marca y llantas resultonas le convierten en un conjunto impresionante. Se puede decir que dentro de la similitud de líneas de muchos modelos del segmento, este parece tener su toque diferenciador. Marca de la casa, combinan diseño y soluciones actuales, como faros de Xenon o llantas de aleación de generoso diámetro, con cromados impecables o la eterna imagen de la parrilla de la marca. Por encima de todo, se mantiene el carácter deportivo que Alfa Romeo imprime a todas sus creaciones. El interior no le va a la zaga. Asientos cómodos y envolventes, volante con tacto agradable y perfecta ergonomía en todos los interruptores. Todo es fácil de entender y con un uso mínimo de teclas y botones, todo muy intuitivo lo que se agradece. Tiene toda la información, pero no apabulla con relojes, pantallas, testigos o luces. Es muy espacioso para cualquiera de los ocupantes, con una posición de los asientos cómoda independientemente  de la morfología del pasajero. El maletero supera por poco los 500 litros pero nos pareció capaz para guardar varios equipajes. Bajo un falso fondo hay otra zona de carga en la que existen varios compartimentos que incluyen el kit anti pinchazos ya que ni en opción se puede adquirir con rueda de repuesto. Extras como el techo panorámico o el equipo de música, convierten un viaje en una agradable experiencia. UN AUTENTICA BOMBA. Puestos en marcha, todo resulta ser muy agradable y silencioso, sus generosas dimensiones exteriores parecen más pequeñas una vez a bordo cualquier movimiento es fácil. En vías rápidas, tendremos una berlina de buenas prestaciones, son casi 300 caballos (280), para poco más de 1700 kilos y el Stelvio es ágil. El cambio de ocho velocidades es eficaz y agradable y realmente aunque tiene tres posiciones de uso, la Normal la deportiva Dynamic y la mas progresiva Advanced Eficiency,  una vez probadas no notamos excesivas diferencias salvo en el modo deportivo que apura las marchas algo más. Nuestro recorrido desde Madrid por la A-5 nos lleva de vía rápida a una carretera verdaderamente pensada para disfrutar, la que va desde Talavera de la Reina a Herrera del Duque capital de la Siberia Extremeña. Aquí es donde el Stelvio saca a relucir todo su potencial. Cabe recordar que rodamos con un vehículo de propulsión con la tracción en el eje trasero, que cuando detecta perdidas de adherencia pasa tracción al delantero hasta llegar incluso al 50-50. Puestos en el modo Dynamic y manejando el cambio con las levas del volante (estas tienen generosa longitud, por lo que quedan a mano por muy cerrado que sea el viraje), abordamos la inmensa variedad de curvas rápidas que tiene ese tramo, gozando de una estabilidad y aplomo impecables, lo que nos permite llevar un ritmo altísimo. Tan solo nos resulto molesta alguna de las ayudas a la conducción que resultaron ocasionalmente intrusivas por detectar como obstáculos elementos fijos que solo aparecían fugazmente en alguna de las trazadas.    Posteriormente pudimos rodar por carreteras locales, ratoneras y reviradas en el Parque Natural de Cabañeros donde en algunos tramos te hartas verdaderamente de “dar manotazos” por la interminable sucesión de curvas. El Stelvio pasa bien por todo y da gusto conducirlo. No parece que estemos a bordo de un SUV, ya que el carácter deportivo sobrevuela cualquier acción. Este Alfa tiene los tres mandamientos de un vehículo rápido: anda, se tiene y frena. EN CAMPO, CON LIMITACIONES. Pocos de los que adquieran un Stelvio, se atreverán a sacarlo del asfalto, como mucho llegar a esa finca en la que tenemos un compromiso social y que tiene el acceso sin asfaltar, o abordar carreteras nevadas si es que la climatologia se tuerce. De todas maneras, si el camino está bien de piso, sin problemas. Es más, lo pide a gritos, su comportamiento es tan explosivo que hará las delicias de quienes lo aprieten. Se puede jugar con el sin problemas teniendo un comportamiento muy noble.  Siempre hablamos de cómo mejorar la configuración de serie, desde luego con modificaciones que no tengan  que dar cuanta en la ITV, pero el Stelvio está bien así, el asfalto es su espacio natural. De todas maneras, rodando con cautela, se puede llegar a muchos sitios a priori complicados para el modelo. Alguna de las fotos que ilustran este reportaje, dan fe de ello ya que con el Stelvio llegamos sin problemas a lugares como el Sitio de Malamoneda o el Dolmen de San Martin de Montalbán, con algunos pasos con pronunciadas roderas, inclinaciones o cubiertos de vegetación, donde según en que circunstancias (barro o hierba) el avance con un 4×2 se vería comprometido. Conviene activar el modo Advanced que actúa sobre la dirección, la respuesta del motor y el cambio, suavizando las reacciones del coche. El sistema de control de descensos también ayuda, es efectivo y permite rodar a mínima velocidad algo que se agradece en algunos pasos. Tampoco tenemos que olvidar que no tenemos una excesiva altura libre, llevamos ruedas

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Prueba. 1800 kilómetros con el Subaru XV 2.0 i Sport Plus. Un 4×4 de verdad, discreto y eficaz.

Subaru es de las pocas marcas que no se rinden ante la invasión de los SUV con clara vocación de rodar por asfalto, manteniendo en ¡TODA! su gama la tracción total y lo que es mejor, ayudas a la conducción fuera del asfalto. Este XV es lo último que la marca ha puesto en el mercado y lo hemos podido disfrutar. Si el anterior nos gustaba, este nos ha encantado. Aparentemente la carrocería tiene mínimos retoques pero nada más lejos de la realidad, porque se trata de un monocasco enteramente nuevo, base de varios modelos de la marca. El diseño del frontal se ha afinado un poco con los faros y la toma de aire del motor  más rasgados. Circunstancia similar en los pilotos traseros. Boca de carga alta, llantas atractivas de 18 pulgadas con buen neumático en medida 235/55/18 pero totalmente de asfalto y buenos ángulos característicos en el caso del ventral y el trasero, siendo más discreto el delantero, dato a tener en cuenta en zonas trialeras o grandes roderas.   La altura libre es generosa con casi veintidós centímetros en todo los bajos a lo que colabora el diseño del motor bóxer que mantiene en la zona del propulsor dicha altura. Se da la circunstancia de que en algunos países se comercializan otros paragolpes delanteros con los antiniebla recolocados y mejor ángulo para no tocar en los obstáculos. A bordo, si se notan las mejoras. Acabados de calidad, y buenos remates y encaje, destacando una costura naranja que recorre estratégicamente todo el interior desde asientos a guarnecidos de puertas (los mas caprichosos podrán elegir el XV en carrocería naranja a juego con el pespunte). Puede no gustar a algunos pero remarca el carácter deportivo. Buena habitabilidad para cuatro adultos debiendo ser poco corpulentos si es que quieren incorporar el quinto pasajero. En cuanto al maletero, no llega a los 400 litros pero es muy aprovechable. Bajo un doble fondo, encontramos un hueco para los triángulos de emergencia y el kit de reparación de neumáticos, dejando en evidencia el a nuestro juicio mayor fallo de este Subaru, la ausencia de rueda de repuesto, algo imprescindible para un coche con tan buenas capacidades para rodar fuera del asfalto que es donde se suele pinchar. Arrancamos por una vía rápida con casi setecientos kilómetros por delante, hasta la Pobra de Caramiñal donde tendría lugar la Asamblea Anual de la Asociación de usuarios de Todo Terreno. Constatamos que los asientos, sobre todo en apoyo lumbar son cómodos y no cansan por mucho tiempo que estemos en carretera. El motor anuncia 156 caballos que a veces parecen no estar por el escalonado del cambio CVT que no siempre te deja rodar de forma alegre. Se puede llevar un  buen ritmo de forma cómoda gracias a un correcto tarado de la suspensión que no se queja en los apoyos prolongados ni con el cambio de radio en las curvas y por lo que colabora la barra estabilizadora trasera, más gruesa y mejor anclada que en la versión anterior. El sistema Eye Sight (de serie en toda la gama) es completo y funciona de forma correcta, aunque nos resulto un tanto intrusivo en los tramos de más de dos carriles y en según qué curvas en las que los demás vehículos varían súbitamente su velocidad o su trazada. Llegados a carreteras nacionales, comarcales y las ratoneras que dominan Galicia, el coche se sigue mostrando eficaz, el sistema Active Torque Vectoring que frena la rueda trasera interior en los virajes más cerrados, se agradece, apareciendo las bondades del sistema de tracción total en las humedades que suelen encontrarse en las umbrías de las carreteras más recónditas de montaña. Llegado el momento de salir del asfalto, tendremos un póker de aliados. En primer lugar el sistema Symetrical AWD marca de la casa, un sistema de tracción total de funcionamiento impecable, el X-Mode, que se activa con un botón y que aumenta y mejora la tracción a baja velocidad, el Hold Assist que ayuda a arrancar en pendiente y el HDC o sistema de control de descensos. Vamos a comprobar las bondades del conjunto. De momento en pistas de buen firme mantiene sus buenas prestaciones, pero cuando el terreno se complica, saca sus virtudes. El sistema de suspensión multibrazo sigue siendo eficaz y absorbe muy bien las irregularidades del terreno. Abordando pasos más complicados como barrizales con roderas o raíces, tan solo deberemos controlar que no damos con el morro y pasaremos sin problemas, no hay que olvidar que el coche pesa poco más de 1400 kilogramos, lo que ayuda en subidas y barro. En las tres rutas que hicimos durante la prueba, solo usamos el X-Mode por ver si era eficaz, comprobando que lo más destacable es que facilita las cosas siendo útil sobre todo en pasos estrechos o donde la velocidad deba ser mínima. El control de descensos ayuda sobre todo en caminos invadidos por la vegetación impidiendo que el Subaru adquiera más velocidad de la deseada.  Tan solo desistimos de atacar los cortafuegos, por el tamaño de las piedras en alguno de ellos y por que el dibujo de nuestros neumáticos nos impediría progresar correctamente. Llegado el caso el recorrido de las suspensiones es mayor del que podría preverse y lo que es mejor el sistema de tracción mantiene detenida la que está en el aire. Superamos los 1800 kilómetros en nuestra prueba de los que casi 200 lo fueron lejos del asfalto, con un consumo medio que supero en algo más de un litro al combinado de 6,9 a los cien que anuncia el fabricante. RESUMIENDO. Se puede adquirir desde 21900 euros, si nos referimos a la versión 1.6 de 114 caballos, que cuenta con algo exclusivo, una reductora que se activa con interruptor y llantas de 17 pulgadas que permiten encontrar en el mercado varias posibilidades de neumáticos mixtos. Con estos mimbres por poco dinero más podemos hacernos con un 4×4 más que digno desde casi el mismo concesionario. Imprescindibles las

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Prueba. 1000 kilómetros con el Fiat Panda Cross Twin Air 4×4. Argumentos de peso.

Estamos ante un vehículo con posibilidad de circular con tracción total, hasta ahí como muchos del mercado, pero que goza de un valor añadido muy importante a la hora de moverse fuera del asfalto. Su peso supera por muy poco la tonelada. Lo hemos probado para ver como se desenvuelve. Se trata de la terminación Cross Twin con motor de gasolina de 900 centímetros cúbicos, y 95 caballos de potencia. Luce un atractivo color azul eléctrico que no pasa desapercibido. Exteriormente, los detalles como las barras de techo o los aletines en los pasos de rueda, denotan su vocación campera. Facilidad de acceso en todas las aperturas, el motor tiene un buena accesibilidad a la hora de llevar a cabo labores mecánicas. El maletero es más aprovechable de lo que pudiera parecer en un principio y alberga en su fondo la rueda de repuesto, de galleta pero por lo menos tiene. Subirse al coche desde cualquier puerta no es difícil aunque tres adultos en el asiento trasero irán más que apretados. A bordo, todo bien. La instrumentación justa, pero suficiente, fácil de ver y más sencilla de utilizar. Los acabados son correctos y el tacto de los materiales agradable. Los asientos son cómodos aunque se echa en falta algo más de apoyo lumbar. Nos movemos. En tráfico urbano, seremos los reyes, por tamaño cabemos en cualquier sitio y los más radicales serán capaces de aparcar en batería en los espacios para hacerlo en fila. Pese a las reducidas dimensiones, tienen sensores de aparcamiento, algo bien pensado para que no seamos muy optimistas a la hora de maniobrar y queramos meterlo donde realmente no cabe. En vías rápidas nos moveremos bien, aunque siempre intentando usar marchas largas, ya que el motor resulta algo rumoroso. En tramos más virados o carreteras de montaña, el buen tarado de suspensiones permite rodar a buen ritmo sin inclinaciones de carrocería. Llegados al punto de rodar fuera del asfalto, repasamos los datos más importantes del modelo. Buenos ángulos característicos, 24ºx34ºx21º (ataque, salida y ventral) 15, 8 centímetros de altura libre, 76 de profundidad de vadeo, neumáticos cuatro estaciones, que sin ser específicos para el monte tienen buen agarre, protección de cárter metálico y 1179 kilogramos de peso. Con esos datos, muchos modelos de mayor envergadura y pretensiones, quedan en evidencia. Además vamos muy cerca del suelo, por lo que también podemos presumir de un buen centro de gravedad. Activamos la rueda en la posición  de circular en modo 4×4 y nos metemos en una pista en buen estado. Va como un tiro, mejor aun si el tramo es virado en donde este Panda Cross está en su salsa, se puede llevar un  ritmo muy alto por lo ligero y manejable que es. Si nos metemos en problemas, rodando en caminos más rotos deberemos tener en cuenta que ese tarado más bien firme, nos hará notar más las irregularidades del terreno, pero podremos pasar sin más agobios. Su anchura de vías permite circular sin caer encajado en las roderas de otros todo terreno. Las zonas trialeras son también su territorio natural. Cualquier paso se supera con mínima inercia y en las bajadas el control de descensos funciona. Los pasos estrechos o las zonas con vegetación, le convierten en el rey de la excursión. De serie va bien, pero se pueden cambiar los neumáticos de origen 185/65R15 (hay una opción de fabrica más estrecha 175/65R15) por unos más agresivos e incluso subir una medida hasta los 185/70R15 que nos permitiría subir en más de un centímetro la altura libre. Se trata en definitiva de un modelo muy digno, perfecto para la nieve, pero muy capaz en el monte, eso sí, con el espacio justo. Devolvemos el vehículo rozando los 1100 kilómetros recorridos, con un consumo medio, de 5,8 litros, algo menos de un litro de los que anuncia el fabricante, pero por rimo y uso, en el que el hecho de gastar poco no nos preocupó nos parecen una cifra más que correcta.   LA OPINIÓN DE ANTONIO NADAL*. Aprovechando nuestro desplazamiento hasta Masía Pelarda para hacer el reportaje de este Fiat Panda quisimos saber las impresiones de una de sus cabezas visibles sobre el modelo. Tras moverse por la finca abordando alguna que otra trialera y exprimir en lo posible el coche, nos resume la experiencia. “Me agrada el coche. El poco peso es básico para atreverse con muchos pasos complicados. Me gusta la posición de conducción. Me ha resultado cómoda la posibilidad no solo de apoyar el pie izquierdo en el reposapiés sino también el hecho de que se puede apoyar la rodilla derecha en la consola con lo que el pie de ese lado queda también controlado. La altura del pomo del cambio es perfecta y todos los mandos son claros y legibles. Algunos se quejaran de que son espartanos, pero su tamaño me gusta y además se ven fáciles de limpiar si usamos el coche de forma intensiva en el monte ya que no hay recovecos. El motor empuja lo suficiente, y cuando abres el capo, la mecánica queda muy a la vista algo que es de agradecer en los tiempos que corren en los que las marcas apuestan por tapar todo lo que puedan. En marcha, me ha gustado el tacto de la dirección, más directa de lo que podría parecer, y la eficacia de los sistemas de ayuda a la conducción fuera del asfalto. Cumplen lo que prometen. En lo negativo, creo que después del esfuerzo del fabricante por ofrecer un vehículo con posibilidades a la hora de circular por caminos, montando incluso una caja de cambios de seis marchas, sería deseable una primera más corta que la de origen y que el control de descensos fuera aun más restrictivo con la velocidad. Tampoco me ha gustado que la de repuesto no sea una rueda equivalente a las que monta”. *Antonio Nadal es uno de los responsables de Masía Pelarda, empresa dedicada al todo terreno de forma especializada, tanto en su

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Prueba. 4000 kilómetros con el SsangYong Rexton Limited. El buque insignia de Corea.

Es la tercera vez que probamos un Rexton en Marruecos. La primera ocasión, fue siguiendo el Dakar 2007, a plena satisfacción pese a que íbamos muy cargados y a veces con prisas y la segunda cubriendo el Trofeo Sin Fronteras Challenge de 2013, siendo el vehículo de prensa con el que más kilómetros fuera del asfalto hemos hecho en el país alauí sin mayores problemas. Esta vez ha sido durante el desarrollo del Rally Clásicos del Atlas recién celebrado. Pasamos a detallar la experiencia. Se trata de la cuarta generación del modelo, pero es desde luego la de cambio estético más radical. El vehículo nos llamaba la atención, no en vano en un mundo plagado de SUV,  justos en cuanto a robustez y capacidades todo terreno, SsangYong mantiene en el mercado un modelo con chasis macizo y reductora. En este caso, han apostado además por el generoso tamaño incluyendo hasta siete asientos. Recogemos el Rexton con 5831 kilómetros y nos disponemos a conocerlo. Estas primeras unidades se han entregado sin rueda de repuesto con juego de reparación de neumáticos, pero las siguientes con una modificación en el chasis, tendrán quinta rueda, algo imprescindible para un vehículo con posibilidades de rodar fuera del asfalto. La inclusión de rueda de repuesto ha sido iniciativa de la filial española de la marca, que también va a llevar a cabo un cubrecarter y posteriormente protecciones integrales de los bajos para quien lo desee. Gentilmente desde el departamento de prensa de la marca, se nos incluye una rueda completa y material para sustituirla en caso de pinchazo. Afortunadamente no hizo falta. El coche impresiona por tamaño y línea es realmente grande y tiene a simple vista buena altura libre para sus dimensiones además de ángulos característicos generosos para la carrocería que tiene como líneas dominantes unos pasos de rueda prominentes y un frontal agresivo como consecuencia de las diversas rejillas de ventilación. El acero de alta resistencia se ha utilizado con profusión y ha pasado por el túnel del viento de Pininfarina para pulir su aerodinámica. Sus dimensiones exteriores 4850 x 1960 x 1825 hablan a las claras de su tamaño. Ha crecido en longitud, y anchura, siendo unos milímetros más bajo. No obstante la altura mínima oscila entre los 20,5 y 22,3 centímetros, cifras dignas para un vehículo de este tamaño. La batalla ha crecido, lo que empeora algo el ángulo ventral, y el ancho de vías ha hecho lo propio para ganar en estabilidad. Los ángulos característicos quedan en 20,5º, 22º y 20 º respectivamente en cuanto de ataque, ventral y de salida. El espacio a bordo es amplio para todos los ocupantes. Los asientos delanteros que resultaron cómodos aunque se hicieran muchos kilómetros, habiendo podido comprobar tanto el sistema de calefacción como de aireación de los mismos ya que las diferencias de temperatura oscilaron desde los más de treinta grados hasta casi llegar a cero. Son realmente de tacto agradable y con reglaje eléctrico. El volante, también calefactado tiene generosa regulación en altura y profundidad y un grosor y tacto agradables. Esto es común a todo el habitáculo, un verdadero ejercicio de calidad por parte de la marca. Buenos ajustes, insonorización efectiva y ambiente confortable en cualquier circunstancia. Todos los mandos están a mano y son intuitivos en su manejo, además la posibilidad de sucesión de pantallas en el cuadro de mandos, permite controlar diversos parámetros del vehículo con facilidad, agradeciéndose en los recorridos con rutometro el buen tamaño de los dígitos en los kilometrajes parciales. Dos tomas de mechero y una de USB permiten alimentar navegadores, GPS o tablets suplementarios. Es desde luego para el conductor y acompañante un salón rodante. En la segunda fila de asientos mas de los mismo. Dos adultos de buen tamaño viajaran bien y si son tres podrán sobrevivir. Los asientos son calefactables y se dispone tanto de climatización específica cómo sus propias salidas de aire disponiendo en la consola central aparte de una de USB de una práctica toma de 220 voltios que alimenta aparatos de hasta 200 vatios de consumo.  La tercera fila, no solo está pensada para niños, dos adultos pueden hacer recorridos cortos sin acabar “retorcidos”. También dispone de su propia climatización con salidas de aire propias y toma de mechero. Con las siete plazas disponibles, el maletero queda algo justo pero con mínima capacidad, con un doble fondo con dos posibilidades de altura consiguiendo 214 litros. Con la tercera fila abatida, es más que suficiente para cinco viajeros llegando a los 820. Si abatimos la segunda roza los 2000, cifra que se supera si lo hacemos “furgoneta”. EN MARCHA. Tras situarnos en el puesto de conducción, lo primero que hay que hacer es mentalizarse del tamaño del vehículo que estamos moviendo y…disfrutar. Por que verdaderamente este coche es una delicia en cualquier circunstancia. En Ssangyong han dado un salto cualitativo y pueden presumir de tener un vehículo con buena material en los acabados y lo que es mejor que trasmite calidad en sus componentes. En tráfico urbano si no olvidamos nuestro tamaño rodaremos sin problemas, las ayudas en las maniobras con sensores de proximidad y cámara trasera nos ayudaran en la maniobras más delicadas. Alcanzamos una vía rápida y el coche mantiene el tipo. Su motor denominado D22 DTR proporciona 181 caballos, parece perezoso, (tiene que mover más de dos toneladas) pero suficiente tanto si viajamos solos o como lo hicimos durante toda la prueba con dos ocupantes y mucha carga. El uso del cambio en modo manual se nos antojo  poco cómodo de usar, en alguna que otra carretera de montaña y poco más. Su uso que depende de pulsar un conmutador en la propia palanca al no tener levas en el volante hace que de pereza utilizarlo, pero en el fondo, con este coche con el cambio automático tendremos un viaje más que placentero. Los tarados de suspensión son correctos y tan solo en frenadas apuradas el morro nos dio sensación de bajar en demasía. Es un verdadero

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Prueba. 800 kilómetros con el Mazda C-X5 2.5 Zenith. Japonés de calidad.

Dentro de la numerosa oferta de SUV con aspiraciones, nos encontramos con este Mazda que desde luego es diferente a su competencia en más de un aspecto. Exteriormente, su parrilla de generoso tamaño y lo inclinado del parabrisas le dan un aspecto agresivo, siendo más convencional la línea lateral y la parte trasera aunque los grupos ópticos muy apaisados también lo hacen distinto a lo visto generalmente junto con la doble salida de escape, que marca aun más el carácter deportivo. Los aletines laterales y demás molduras transmiten sensación de robustez y las llantas son muy bonitas aunque el perfil bajo y el diámetro de llanta le identifican como pensado para el asfalto. Recogimos el vehículo con 8307 kilómetros y nos dispusimos a rodar con él. Observándolo con más calma, resulta muy atractivo y con un carácter muy deportivo. Nos hemos cruzado con otros usuarios del modelo y al vernos nos lanzan ráfagas como afirmando que ellos también tienen  uno. Esto nos pasó durante todas las jornadas en las que nos movimos con él. Este CX-5 modelo llama la atención. A bordo descubrimos un interior muy cuidado con una tapicería de cuero en un blanco espectacular, dando hasta respeto sentarse por si uno ensucia la piel si venimos manchados. Los asientos son confortables y es fácil acomodarse a gusto. Los acabados y el tacto de los materiales son impecables y agradables consecuencia del esfuerzo del fabricante por estar más cerca del nivel Premium que el de los SUV convencionales. Los asientos traseros para dos son perfectos, siendo algo más justo el central por espacio, longitud de banqueta y tener la caña que se encuentra encima del cambio donde se ponen las piernas. En cuanto al maletero, no tendremos queja ya que dispondremos de 480 litros sin abatir los asientos. En tráfico urbano, pese a que tenemos dimensiones considerables, no moveremos con agilidad y sin problemas, estando apoyados por la cámara posterior y los avisos electrónicos de impacto. Pese a que supera los cuatro metros a bordo sin duda parece más recogido y en cualquier calle o aparcamiento nos apañaremos bien. En vías rápidas, es una autentica delicia, puestos a buscar justificación a los ciento noventa y cuatro caballos anunciados parece que tenemos menos, el cambio automático sube de velocidades de forma progresiva y suave. Si queremos más alegría deberemos pasar a activar la palanca manualmente para ganar en prestaciones. El propulsor de gasolina incorpora un sistema que permite desconectar dos cilindros si rodamos a velocidad constante y no multable lo que permite ahorrar combustible. Es curioso un motor 2.5 de inyección directa a contrapelo de lo que se estila, pero a la hora de la verdad en adelantamientos y situaciones donde se necesita alegría, se encuentra. Si necesitamos remolcar, también se agradecerá. El cuadro digital que se proyecta en el parabrisas delantero ayuda a conocer diversos datos sin bajar la mirada a los relojes que están tras el volante. El navegador  la sonorización y demás variables a controlar se gobiernan de forma muy intuitiva y fácil con una rueda existente en la consola central. No obstante la pantalla ocupa un espacio que impide poner en el centro G.P.S. topográficos o cualquier tipo de aparato de navegación especializada. Impecable en tramos virados, no se nota que tenemos un centro de gravedad más alto que el de una berlina convencional y se superan las curvas sin tacha. Ayuda el hecho de que la transmisión, que en condiciones normales tiene una tracción eje delantero/trasero de 90/10 pasa parte de la tracción al eje posterior lo que le hace que el comportamiento sea muy noble. Llega la hora de salir del asfalto y ahí encontramos algunas carencias, ya que los ángulos característicos y sobre todo el conjunto de llanta-neumático y su dibujo están enfocados para salir al monte lo justo por caminos planos y de buen piso. En este caso, tanto la ayuda de arranque en pendiente y sobre todo la tracción que si las circunstancias lo requieren puede pasar a ser 50/50 cumplen bien su función y nos pueden ayudar a superar una situación complicada. Mejoras a tener en cuenta. Los bajos aunque cubren toda la mecánica son de plástico y no aguantarían un impacto serio. Puestos a elegir, es preferible la llanta de 17 pulgadas que la de 19 por aquello de que en el mercado hay mas referencias de dibujo mixto, pero en nuestra versión de pruebas la más equipada, no están disponibles. Lo peor, que la rueda de repuesto no existe ni como opción aunque fuera de emergencia, por lo que el kit repara pinchazos es la única ayuda en caso de tener un problema con algún neumático. Devolvimos el CX-5 con 9114 kilómetros, es decir 804 después. Nuestro consumo sin rodar mucho tiempo a fondo pero tampoco pensando en ahorrar, se fue hasta los 8,1 litros no mucho más de lo que anuncia el fabricante. Llevamos a cabo las pruebas con dos adultos y dos niños y con tan solo dos adultos con mínimo equipaje, por todo tipo de carreteras haciendo cerca del 10% fuera del asfalto. Sin llegar a los 40000 euros, es una opción muy válida para los que quieran un SUV poco visto, con buena capacidad, calidad por todos lados,  mucho confort en los desplazamientos y tenga que hacer mínimas incursiones fuera del asfalto. LA OPINIÓN DE UN CLIENTE FINAL. Por José Ortega Abad. “Yo puede que sea mal consejero sobre el coche, porque de base soy un enamorado de la marca. Tuve un 323 y lo vendí a regañadientes para comprar otro más grande, cuando acabó el día en el que hice la operación, no fui capaz de conciliar el sueño en toda la noche, arrepintiéndome de haberlo vendido, y…sigo arrepentido. Adquirí un 6 y estoy encantado. Nunca me había fijado en un SUV como vehículo, pero ahora que  he podido conocer este de cerca, me doy cuenta de que es el coche que me viene al dedo. Mi 6 va como un tiro,

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Prueba. 1000 kilómetros con el Mitsubishi Eclipse Cross Kaiteki 4×4. Más que una cara bonita.

En la cada día mayor oferta de el concepto SUV, los fabricantes hacen lo posible por tener en su catalogo modelos en todos los segmentos, pasando simplemente en algunos casos por elevar unos centímetros la carrocería de sus turismos y acoplarles unos aletines y unas barras en el techo, lo que les permite completar sus cifras de ventas al atraer a los clientes “malotes” que no se conforman con el asfalto a la hora de circular sino que a veces (que pocas veces) ruedan por un camino o simplemente sueñan con hacerlo. Mitsubishi es una de las marcas de referencia en el mundo del todo terreno por lo que sus SUV aun bajo modernas apariencias, mantienen soluciones mecánicas efectivas en el monte aunque sean como opción. Ahora ponen en el mercado el Eclipse Cross, modelo que hemos podido probar a fondo. Recogimos el vehículo con 4149 kilómetros y nos pusimos manos a la obra. Exteriormente se nota el trabajo de diseño llevado a cabo por la marca, ya que en contra de la mayoría, no se parece a ningún modelo del mercado. Es muy atractivo y desde luego que llama la atención (durante nuestra prueba, acudimos a la Ruta 4×4 de La Carlota y no paramos de dar explicaciones sobre el coche, aun muy poco visto). Frontal agresivo, lateral en cuña y trasera con la ventana del portón dividida en dos, le hacen ser identificado a primera vista. Está destinado a convencer no solo a los que gustan de los SUV sino a los que quieren un coche diferente. El interior marca de la casa, es agradable y bien rematado. Los asientos recogen bien y no cansan con el paso de los kilómetros. Los traseros son para dos adultos y un menor porque tres según la envergadura, pueden no caber. En cuanto al maletero, oscila entre los 379 y 485 litros si rodamos sin o con los asientos traseros abatidos. Nuestra unidad, la más equipada del catalogo, dispone entre otros lujos de equipo de música de alta fidelidad, y el tablero sobre el salpicadero desplegable, activando un botón, algo que se agradece sobre todo en carretera cuando debemos mantener una velocidad de crucero correcta.  Las dimensiones son mas contenidas a la hora de conducir de lo que parece, pese a que es unos centímetros más largo que un ASX. Las cámaras exteriores son de gran ayuda en las maniobras (se agradecen aun mas en maniobras en el monte). En tráfico urbano, necesitaremos mínima adaptación, ya que se muestra muy manejable y no parece que tenga el tamaño que tiene. En carretera, estamos ante un cómodo rodador, pensado para hacer kilómetros sin sentir. El motor, un gasolina que da 163 caballos, se mostró suficiente a la hora de movernos, con tres personas y bastante equipaje, siendo ágil en todo momento. El consumo, teniendo en cuenta, que no fuimos a ahorrar en ningún momento, se fue cerca de los nueve litros, con parciales próximos a los siete que anuncia el fabricante. El cambio automático de ocho velocidades es correcto y progresivo. En campo, deberemos tener en cuenta los ángulos característicos sobre todo el delantero, ya que no llega ni al 20%, la altura libre que se queda en menos de 19 centímetros y sobre todo el dibujo de los neumáticos totalmente de asfalto con llanta de 18 pulgadas en medida 225/55. Es una pena que las llantas de 16, solo se monten en las versiones básicas 4×2, su medida 215/70 tiene más balón y lo que es mejor, hay más variedad en el mercado de dibujos mixtos. Por acabar con ese tema, no contaremos ni como opción con rueda de repuesto debiéndonos conformar con el kit anti pinchazos, algo totalmente insuficiente si circulamos por el monte con cierta frecuencia. A la hora de la verdad, se puede rodar cómodamente por pistas en buen estado pudiéndose mantener el ritmo si el camino empeora, los trenes con suspensión independiente, absorben con diligencia las irregularidades del terreno y llegado algún que otro obstáculo complicado son capaces de retorcerse para superarlo. Imprescindible la ayuda del sistema de tracción con tres posiciones, Auto, para conducción normal, Snow, para terreno deslizante y Gravel para terreno complicado. Pudimos constatar, que sin estar en la última de las posiciones comentadas, el vehículo directamente no pasa. Devolvimos el vehículo con 5278 kilómetros, 1129 después de su recogida, cosechando muchas miradas y lo que es mejor, elogios. No solo llegará a los aficionados a este tipo de vehículos sino a los que busquen un coche diferente y no caer en el grupo de “parecidos” que pueblan nuestras carreteras. El más sencillo con tracción a un eje y el equipamiento mínimo que es de por sí muy completo, nos costará 21800 euros. Nuestra unidad de pruebas, la más equipada y con tracción total, se va hasta los 31500. Están previstas en un futuro las versiones diésel e híbrida, que acabaran por completar la gama. Mitsubishi mantiene la línea de la compañía, con tres modelos en escala, quedando este Elipse Cross entre el ASX y el Outlander. Tres modelos de tamaño correlativo, similares, pero diferentes.   

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Prueba. 1000 kilómetros con el Skoda Karoq. Sin complejos.

Habíamos probado ya su hermano mayor, el Kodiaq que nos gusto,  porque ofrece más de lo que parece y lo que nos interesa, en el campo con mínimas modificaciones se defiende. Ahora nos ponemos a los mandos de su hermano “pequeño”, para comprobar si mantiene el tipo. No solo lo mantiene sino que incluso lo mejora. Recogimos el vehículo con 8449 kilómetros y lo devolvimos con 9390, 941 después, un acabado Style manual con el motor TDi de 150 caballos. A primera vista, cuesta creerse que es el hermano menor, ya que sus dimensiones exteriores son generosas. No obstante se trata de un SUV 4×4 que sobre el papel debería moverse en el monte mejor que su hermano mayor por una sencilla razón, el peso, que le permitirá salir más airoso de situaciones complicadas. Formas muy correctas y atractivas con buena accesibilidad gracias al generoso tamaño de las puertas y el maletero. Las llantas, son bonitas, pero sus 19 pulgadas y neumáticos 225/45 demuestran un enfoque muy de asfalto aunque se puede mejorar en este aspecto gracias a las opciones que brinda el propio fabricante. A bordo, buenos materiales y eficaz insonorización, todo con un tacto agradable y unos asientos que envuelven bien la zona lumbar y no molestan con el paso de los kilómetros. Los traseros tienen un tamaño correcto con dos adultos, pero tres viajaran algo justos. El maletero es generoso y alberga la rueda de repuesto que aunque es de emergencia, existe. El andar del Karoq, es progresivo y agradable gracias a las bondades de su motor y el buen manejo del cambio lo permiten y es un lujo el paso de los kilómetros. En vías rápidas, se mueve con soltura, los sistemas de ayuda a la conducción se agradecen y tan solo en zonas con sucesión de curvas el aviso de cambio de carril nos resulto levemente intrusivo. En tráfico urbano se maneja muy bien ya que aunque parece grande sus dimensiones son contenidas. En campo hemos disfrutado del modelo. Las suspensiones tienen un buen compromiso entre confort y eficacia, y podremos rodar muy rápido en pistas de buen piso. Si el camino se complica, deberemos tener en cuenta sobre todo los ángulos característicos, 18,4º el delantero y 18,7º el trasero para poder abordar los pasos complicados. Los bajos sin protecciones en buena parte de la mecánica, nos obligan a rodar con cautela, pero en el modo de conducción “off road”, nos hemos atrevido con trialeras largas y de considerable inclinación (rodamos en el circuito del Rincón de Barrachina, los que lo conozcan saben de que hablo) todo es muy efectivo sobre todo el control de descensos que funciona de forma impecable poniéndolo a prueba con cuatro adultos a bordo, suelo mojado y con los neumáticos que montaba nuestra unidad de pruebas totalmente enfocados al asfalto. Tan solo alguna zona en la que se debía jugar con el gas nos vimos obligados a exigirle al embrague, para poder pasar. Los consumos nos parecieron contenidos, sobre todo frente a modelos similares que son más bebedores. El fabricante anuncia poco más de cinco litros cada cien kilómetros, y ha habido tramos en los que hemos estado cerca, pero rodando sin pensar en ahorrar nos hemos ido a un litro mas, siempre con dos pasajeros y poco equipaje.   Como mejoras, con mínimos detalles ofrecidos por la propia Skoda en sus concesionarios oficiales, tendremos un Karoq mas campero que con la configuración de serie. Mejor con el cambio automático DSG que con el manual (la diferencia de precio no es excesiva y merece la pena. Se nos hace imprescindible instalar el juego de protecciones de bajos que no llega a los doscientos euros de costo y montar la llanta de dieciséis pulgadas, que se ofrece también como opción de rueda de repuesto. Esto nos permitirá montar neumáticos con mas balón y dibujo mixto e incluso una medida más para ganar en altura y poder cruzar los cinco cada cierto número de kilómetros. Así nos moveremos por pistas y caminos con más garantías y no seremos un SUV más sino uno de los que siguen avanzando cuando otros se quedan. Este Karoq, es una buena opción para los que quieren vehículo familiar sin renunciar a salidas y excursiones al monte. La opinión de Javier Vicente* “Me ha convencido”. “No soy mucho de este tipo de vehículos, prefiero los todo terreno de verdad, con chasis y reductora, pero he de reconocer que me ha sorprendido su buen comportamiento, ya que a la hora de la verdad, por los caminos circula sin problemas. Es más, he recorrido toda la finca y el coche ha pasado de forma solvente por todas las zonas delicadas. Me ha gustado mucho el confort en todos los sentidos que se vive a bordo. Mejor calzado sería un buen compañero de aventuras,  además en carretera los desplazamientos deben ser de lo más agradable”. *Javier Vicente, lleva décadas en labores de formación y competición en el sector, gestionando dos circuitos para la práctica del todo terreno permanentes y siendo uno de los responsables de buena parte del recorrido de la Baja Aragón, la prueba de la Copa del Mundo que se celebra en nuestro país.  

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Prueba. Jeep Wrangler JK Rubicón 3.6 Gasolina TMX. El coche de Jesús Calleja.

EDICIÓN EN PAPEL EN LA REVISTA FORMULA TODO TERRENO. El modelo ha sido, es y será base de todo tipo de preparaciones. En este caso es un trabajo absolutamente personalizado ya que su propietario ha elegido soluciones tanto estéticas como técnicas muy particulares. Es un Wrangler de caja larga, que va a hacer kilómetros, con bastante porcentaje de monte y lo que es más importante que debe de dar una imagen cuando menos diferente, ya que es propiedad de Jesús Calleja, y lo va a usar en sus reportajes y programas televisivos como vehículo de apoyo y se va a ver. Y mucho. El compromiso del preparador era que fuera rápido en pista, pero paralelamente eficaz en el franqueo de obstáculos. Para ello sin reformas estructurales de importancia se optó por incluir una serie de accesorios específicamente desarrollados para el modelo, que mejoran ostensiblemente las ya de por si buenas soluciones dinámicas del Wrangler. SOLUCIONES ESPECÍFICAS. Pese a que son un conjunto de accesorios, su instalación es irreversible, es decir una vez instalados no se podría volver a dejar el Jeep en su configuración original ya que hay piezas que para ser instaladas requieren de la modificación de zonas estructurales del vehículo. En cuanto a lo más habitual, que es la mejora de los trenes rodantes a nivel de ganancia de altura y suspensión, se ha ido a lo más moderno que se puede encontrar en el mercado. Todo parte de un kit desarrollado por Evo MFG con muelles realizados a medida y torretas a medida. Todo el sistema esta llevado a cabo por la firma King. Tirantes y brazos de mayor longitud y reforzados son de la firma Quadratel +, así como los topes de suspensión, la barra de la dirección y los refuerzos del eje delantero. Las trasmisiones también son reforzadas de la marca 4xShaft y los latiguillos de freno de mayor longitud y blindados son de North Ridge 4×4. Los aletines Metal Cloak, se han elegido así por ser de fácil montaje y desmontaje, lo que permite dada la longitud de desplazamiento de la suspensión impedir “toques” en los pasos más complicados. Recolocándolos una vez se ha superado la dificultad. El cabrestante es un Warn Zeon 12-S camuflado tras el paragolpes delantero, las llantas son unas Raceline Wheels de borde indesllantable con neumáticos de taco. Con todo montado, parece que es una configuración de fabrica, impecable montaje y lo que es mejor impecable accesibilidad mecánica, algo que se agradecerá en los mantenimientos, ya que una vez instalado a los pocos centenares de kilómetros requiere un reapriete completo, algo que luego se debe repetir cada varios miles realizados. Lo más novedoso es el sistema que utiliza la suspensión del tren trasero, que pasa a ocupar parte del vano trasero bajo el maletero liberando de piezas mecánicas todo el eje trasero que parece “flotar” entre tanto espacio. OBJETIVO CUMPLIDO. Si una de las cosas que se pretendía era llamar la atención, está desde luego conseguida, ya que el vehículo resulta muy espectacular se le mire por donde se le mire. La sobriedad del negro queda perfectamente compensada con las llamativas piezas y detalles en naranja. Destaca el hecho de que los aletines no cubran buena parte de la rueda algo que en principio no nos gusto, pero te acabas acostumbrando. Importante la altura libre que junto con lo recortado del paragolpes, las bonitas ruedas con neumáticos específicos, junto con el arco exterior y la barra de luces supletorias le dan un aspecto realmente intimidatorio. También destaca el hecho del que el paragolpes trasero sea un depósito del agua y el gato mecánico alijado en el portón trasero. Con más detalle se puede observar el discreto emplazamiento del cabestrante, y los soportes de las emisoras. El interior, muy de origen tiene bien pensados los alojamientos de la pala y el gato hidráulico y en el habitáculo, algunos interruptores, la emisora y los soportes de los sistemas de navegación. En marcha, lo primero que nos llamo la atención fue la escasez de ruido al movernos, ya que vistas las modificaciones cavia pensar que si bien todo encaja, deberían aparecer sonidos metálicos en la suspensión o en la dirección. Su comportamiento es bueno y lo que es mejor se puede rodar muy rápido aunque el terreno este roto. La amortiguación tiene un comportamiento impecable, vamos sin carga y dos personas, pero a plena carga, por experiencia el conjunto King es garantía de buen funcionamiento. Cada vez están más extendidos y trabajan de forma óptima en todos los modelos. Comportamiento noble y lo que es mejor se pude llevar buen ritmo aunque hagamos muchos kilómetros de pista. A la hora de franquear obstáculos se mantiene la eficacia. Generoso recorrido en ambos trenes, sobre todo en el trasero para lo que es habitual que,  basado en la tecnología utilizada en Fórmula 1 en los años 80, tiene una arquitectura en la que la compresión y la extensión se efectúa a través de bieletas  colocados de forma en principio antinatural pero que funciona perfectamente. Una vez superada la impresión de verlo todo en posición horizontal y sin aparente posibilidad de funcionamiento correcto ganaremos en confianza. Impresionante la altura libre en esa zona que consigue la solución empleada. Es en definitiva una sucesión de los ultimo que llega al mercado bien pensado y sobre todo muy probado, que abre posibilidades de utilización a otros modelos, gracias al uso intensivo que se hace del todo terreno en Estados Unidos, lo que mantiene a los fabricantes pensando en mejorar día a día.    

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Prueba largo kilometraje. 3000 kilómetros con el Skoda Kodiaq. Completo y eficaz sin arruinarnos.

La marca, que tenía ya en su catalogo vehículos con posibilidades para circular fuera del asfalto ha dado una vuelta de tuerca presentando modelos específicos en el segmento SUV, con versiones 4×4, siendo el Kodiaq el primero de ellos. Skoda España, nos ha cedido una unidad durante dos semanas para que la probáramos a fondo. Nuestro Skoda con acabado Style 2.0 TDI 190 c.c. DSG 7 velocidades 4×4, es a primera vista todo un espectáculo. Grande y atractivo llama nuestra atención y la de los transeúntes, que le dan vueltas donde los aparquemos, con curiosidad e interés. ¡Un Skoda! Exclaman muchos y es que en la mente de los clientes finales aun no tienen a la marca como referencia en SUV de representación, pero la tendrán. Facilidad de acceso y espacio por todos los lados, con posibilidad real de que cinco adultos viajen cómodamente y lo que es mejor sin dejarse nada en casa ya que el maletero verdaderamente parece no tener fondo, que lo tiene, con muchos huecos para objetos y lo que es mejor, rueda de repuesto aunque sea de las de emergencia, lo que se traduce en que un simple pinchazo no es una tragedia. Por acabar con el espacio de carga, las posibilidades de organizar nuestros efectos es infinita algo a lo que ayudan los accesorios que ofrece Skoda como fondos de goma o sistemas de separación para mascotas o poder cargar hasta el techo  por no hablar de la linterna portátil o la toma de 12v que se mantiene operativa aunque el vehículo este parado y cerrado. La tercera fila de asientos queda realmente escondida y una vez operativa permite a dos pasajeros viajar si es que su complexión no es muy grande. A bordo, se percibe calidad y tacto agradable, los asientos son cómodos y no nos provocaron rechazo corporal con el paso de los kilómetros. A destacar el accionamiento en altura del asiento del copiloto algo prácticamente inexistente en asientos de reglaje manual en la práctica totalidad de modelos del mercado. Además nuestro acompañante podrá hacernos llegar bebida fresca en cualquier circunstancia gracias a la guantera refrigerada.  Buena posición de conducción, pero siempre sin olvidar que movemos un modelo de generoso tamaño, ya que algunas veces por diseño no controlemos las medidas sobre todo las esquinas del frontal que parecen no tener fin. El día es agradable e invita a que retiremos el techo y rodemos con el cielo a la vista. Todo un salón para viajar. VERDADERAMENTE POLIVALENTE. Nuestros primeros movimientos fueron en tráfico urbano y volvimos a constatar que deberemos acostumbrarnos al tamaño, sobre todo en giros en calles estrechas y a la hora de aparcarlo. Una vez cargado, abordamos el primer trayecto interurbano que nos llevaría hasta el camping Puerto Peña en plena Siberia Extremeña. En autovía, las ayudas a la conducción se hacen patentes agradeciéndose algunas como el aviso del cambio involuntario de carril y resultándonos demasiado intrusivas otras como el control de crucero adaptativo que en ocasiones y según quien llevemos delante, supone un engorro. Ya en una nacional convencional, el Kodiaq se muestra como un verdadero rodador, con comportamiento ágil y rápido, la carretera N-502 de Talavera de la Reina a Herrera del Duque es muy variada y entretenida y se le puede sacar el jugo al cambio DSG que es toda una delicia. Los frenos son eficaces, los tarados de suspensión correctos y los kilómetros parecen no existir. Buena insonorización y listado interminable de extras desde sistemas de frenado inteligente, hasta ayudas electrónicas a la conducción, pasando por infoentretenimiento a la última o paraguas camuflados en las puertas delanteras. EN EL MONTE, SORPRENDENTEMENTE EFICAZ. No parece a priori un modelo para uso intensivo, pero tras hacer un uso continuo y real durante días fuera del asfalto, podemos asegurar, que dejaría en ridículo a modelos con imagen más “campera”. No debemos olvidar tamaño, peso (se acerca a las dos toneladas) y ángulos característicos, que son a priori circunstancias que pueden volverse en contra de nuestro avance. Nuestro campo de pruebas ha sido Andalucía, incluyendo zonas como la campiña cordobesa o el monte bajo de la Sierra de Baza, con terreno seco y duro al principio y días de lluvia y barro exagerados. Todo ello consecuencia de cubrir la segunda edición del Guadalquivir Classic Rally. En pistas de buen firme mantiene sus bondades y se puede rodar rápido. Si el camino empeora, la suspensión trabaja bien, sin rebotes desagradables y con buena progresión para un vehículo que tiene que valer para todo.   Con los sistemas de ayuda que incluyen modo “off  road” y asistente de arranque sobre superficies deslizantes, además de poder arrancar en pendiente y contar con control de descensos, salimos de muchas, destacando que el ABS no es para nada intrusivo. El límite nos lo puso una inclinación lateral, en la que el barro nos dejo atascados. Tuvimos que preparar nuestra escapada, liberando los neumáticos del barro acumulado y esperar a que se secara algo el terreno debajo del coche ya que no paraba de llover. Las ayudas a la conducción fueron vitales para volver a ponernos en marcha, con testigos, que es lo mejor para acabar de convencer al prójimo. Kilómetros de buen camino, pero muy deslizantes y delicados hicieron que pudiéramos comprobar las bondades de la electrónica, pudiendo incluso comprobar lo que es moverse con y sin su ayuda. De haber contado con unos neumáticos de mejor dibujo, nuestra vida hubiera sido mas fácil, pero por lo demás, satisfechos con el Kodiaq.  Mejoraría ostensiblemente con unos neumáticos de dibujo más técnico, y cambiando la medida de origen 235/50 por la 225/55 lo que nos hará ganar un centímetro de altura libre sacrificando anchura, sin tener problemas en el futuro con la I.T.V. Una vuelta de tuerca seria adquirirlo con llanta de 17” que nos daría más balón y más posibilidades de monta. Si a esto unimos sustituir las protecciones de plástico por unas gemelas metálicas convertiremos nuestro Kodiaq en un vehículo muy

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Prueba. 1000 kilómetros con el Ssangyong Korando. En el monte, tan a gusto.

Conocíamos el modelo en su última versión gracias a la presentación que ofreció el fabricante a la prensa especializada. Aquello solo fue un contacto que ya tuvisteis ocasión de ver publicado en nuestra web. El modelo nos gustó y hemos querido conocerlo más a fondo. Su imagen es agradable y moderna, sin duda diferente a la de su competencia. Nos gusta más en blanco o rojo los dos colores mates de la gama que le hacen parecer de mayor tamaño. Llaman la atención sus buenos ángulos característicos ya que es recogido de voladizos y el ángulo ventral no es malo. Sus 20 centímetros de altura libre le mantienen en los cánones “camperos”. Interiormente es agradable y cómodo. Todo a mano y con suavidad en el tacto. Destacar la comodidad de los asientos, que envuelven más de lo que parecen y que permiten hacer muchos kilómetros sin que el cuerpo se resienta. Cuatro adultos pueden viajar a bordo sin problemas y con equipaje ya que el maletero es cuadrado y capaz con doble fondo para meter pequeños objetos y ¡rueda de repuesto! Algo imprescindible si el modelo presume de tener posibilidades de rodar fuera del asfalto. En vías rápidas, ningún problema, los 178 caballos se muestran suficientes para mover este SsangYong, que tiene buena insonorización y casi nulos ruidos aerodinámicos. En la ciudad nos parecerá más pequeño y manejable de lo que su tamaño podría dejar entrever. Las maniobras son fáciles y aparcar no será excesivo problema en el tamaño medio de los huecos que se pueden encontrar en tráfico urbano. Donde se crece este Korando es en el campo. No pesa en exceso, y tiene diversas ayudas a la conducción muy prácticas si las cosas se ponen feas.  Por un lado la caja de cambios automática evita los castigos que se le producen al embrague en una manual, por otro dispone de ayuda de arranque en pendiente que permite comenzar sin impulso nuestro avance. Además se puede conectar un sistema de bloqueo de diferencial trasero y como complemento, en la consola central junto al cambio un conmutador que permite en modo “P” de power contar con relaciones de cambio más cortas, tiene la posición “w” de winter pensada para superficies deslizantes que hace comenzar el movimiento al vehículo desde la segunda marcha de la caja automática, ideal si no queremos “escarbar” el terreno. Con estas premisas estuvimos rodando en el circuito todo terreno de la localidad leonesa de Villarroañe, abordando obstáculos que dejarían chafados a modelos de aparente mayor o mejor presencia y posibilidades. El recorrido de suspensión es el que es, pero se muestra suficiente y lo que es mejor los sistemas de ayuda son efectivos, lo pudimos comprobar sobre todo en pasos cubiertos de hierba donde tan solo el dibujo de los neumáticos actuó en contra. El único pero es el conjunto llanta neumático, muy bonito pero orientado totalmente al asfalto. Monta de origen ruedas en medidas 225/50R18 y aquí poco se puede hacer. Algún fabricante tiene 195/60 R18 que nos hará ganar casi un centímetro de altura y tener mejor balón pero deberemos buscar dibujo mixto. También lo podemos adquirir este Ssangyong con llanta de 17 pulgadas e incluso de 16 donde hay mas oferta de neumático A./T. Otra necesidad a cubrir es la protección de bajos, ya que aunque son completos en origen, parecen endebles por lo que uno de dural para el motor y el tren delantero se hace recomendable si vamos a salir al monte con alguna frecuencia. Por lo demás, tenemos un modelo muy capaz fuera del asfalto pese a las apariencias, con un equipamiento brutal y completo para su categoría y con un umbral de precio en los 30000 euros. El consumo, haciendo campo y sin ir a ahorrar y rodando siempre a velocidades no multables se quedo en nueve litros pero llegamos a hacer parciales superando por poco los siete. Una familia puede tener sus necesidades completas por capacidad, versatilidad y si nos gusta el monte hacernos nuestras escapaditas y con unas mínimas manos dejar impactados a los 4×4 que nos acompañen.   LA OPINIÓN DE: «SERGIO MIRALLAS». El laureado piloto, nos vio evolucionar con el Korando y no dudó en subirse y moverse con el un buen rato. Amigo de los todo terrenos puros y radicales, cuando nos devolvió el coche pensabamos que no le habria gustado pero nada mas lejos de la realidad.  «Va muy bien, parece que no va a poder subir ni un bordillo como casi todo lo que llega al mercado con aires de todo terreno siendo simplemente un coche alto, pero te he visto a ti moverte y quería comprobarlo por mi mismo. me resulta ideal de tamaño y valoro mucho la capacidad de arrastre que tiene gracias a que la tracción total funciona de maravilla. No volveré a criticar uno de estos coches sin saber de lo que es capaz».

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Prueba largo kilometraje. 4000 kilómetros con el SsangYong Tivoli D16T. Para todos los caminos.

Coincidiendo con la celebración del Clásicos del Atlas 2017 prueba que tuvimos la ocasión de cubrir, hemos tenido la oportunidad de probar a fondo el SsangYong Tivoli  en su versión de tracción total y caja de cambios automática. Al recogerlo tenía 13608 kilómetros en el testigo del cuadro de instrumentos. De carrocería bicolor muy atractiva, escondía una llamativa carrocería también bitono. Lo importante, los asientos envolvían bien el cuerpo y permitían hacer muchos kilómetros sin que la espalda se quejara. Facilidad de acceso y una vez ajustada nuestra posición de conducción nos pusimos en marcha. La primera parte del viaje desde Madrid hasta el puerto de embarque fue toda por vías rápidas con dos pasajeros y mucha carga (la ayuda solidaria es lo que tiene), resultando suficientes los 115 caballos anunciados, pese a que el coche pasa en vacio de las dos toneladas. En estas condiciones se podría desear algo más de potencia, pero en el transcurso de los días cuando se descargo el coche y llevó una carga más normal, empujo a las mil maravillas. En las estrechas carreteras marroquíes con mal asfalto, se disfruta mucho del coche, el cambio responde con suavidad y es eficaz en todo tipo de trazados, pudiendo ir mas “de carreras” con pasar la palanca al modo secuencial. Los tarados de suspensión son más que correctos sujetan de forma agradable sin balanceos. Estas mismas reflexiones se pueden aplicar cuando nos movemos por pistas de buen piso, se puede rodar muy rápido  y la tracción total que funciona correctamente permite llevar un buen ritmo. CON CAUTELA FUERA DEL ASFALTO. La cosa se complica si empeora el terreno. El principal problema es la escasa altura libre al suelo. 16,7 centímetros, medición que se nos antoja optimista en el tren delantero. Esto obliga a ser muy cauteloso a la hora de afrontar pasos complicados o zonas muy rotas ya que podemos dar con los bajos que traen unas mínimas protecciones plásticas que llegamos a señalar en alguna lengua de arena. De hecho alguna zona debimos abordarla de forma semi-lateral, por que a buen seguro de hacerlo de frente hubiéramos tocado sin remedio. Además, si bien el voladizo trasero que roza los treinta grados ayuda en estos momentos, el delantero de poco más de veinte impide cualquier alegría trialera. Otro factor a tener en cuenta son el conjunto rodante, ya que las llantas de precioso diseño son de dieciocho pulgadas, lo que impide tener mucho donde elegir, ya que una de las opciones de mejora es sustituir la monta de neumáticos de origen de perfil muy bajo por unos equivalentes en el rango de equivalencias legales que nos hagan ganar algo de altura sin tener que tener que dar cuenta en la I.T.V. Como detalles a agradecer fuera del asfalto se encuentra el hecho de que se dispone de rueda de repuesto, que aunque sea de emergencia esta y algo que a algunos les parecerá desechable pero que nos resulto muy útil, la puesta a cero del cuentakilómetros tanto total como parcial está en la consola y no a mano del conductor por lo que si seguimos un rutometro, el copiloto lo tiene muy fácil. En general nos gusto este SsangYong, esta poco visto, se puede personalizar con las combinaciones de color de carrocería y sus dimensiones lo convierten en un perfecto “coche para todo”, que de paso nos dejara llevar a cabo excursiones fuera del asfalto si el camino no se complica demasiado.  Las últimas incorporaciones en materia de seguridad sin aumento de precio, mantienen al Tivoli como una de las opciones más interesantes de entre los SUV de su segmento. Devolvimos el vehículo con 17648 kilómetros, exactamente 4040 más que cuando lo recogimos. CONSUMO. El fabricante anuncia una horquilla de consumo de entre 5,9 y 7,8 litros a los cien kilómetros según sea nuestro recorrido vía rápida o urbano. El nuestro, teniendo en cuenta que en ningún momento rodamos pensando en ahorrar, nunca llego al máximo anunciado, pero tampoco nos pudimos acercar al mínimo. La media final, se quedo en 6,70 litros. Puntualmente, en algunos parciales se subió hasta los 7,7 litros, a la baja llegamos a rodar en 6,3. Otro dato a tener en cuenta es que gracias a los 47 litros del depósito y al consumo contenido, podremos superar los 700 kilómetros sin repostar. NOS GUSTO. -Comportamiento general. -Lleva aunque de emergencia, rueda de repuesto. -Relación precio/calidad/equipamiento. NO NOS GUSTO. -Altura libre. -Ausencia de protecciones de bajos robustas. -Conjunto llanta neumático difícil de convertir a uso campero.    

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Prueba largo kilometraje. 4000 kilómetros con la Toyota Hilux

Edición en papel en la revista Todo Terreno Magazine. Acompañando a una de las citas típicas marroquíes el Clásicos del Atlas en su versión invernal, hemos tenido la ocasión de rodar durante muchos kilómetros con el modelo japonés Toyota Hilux. Para atender las necesidades del día a día de carrera e incluso los reconocimientos previos, las organizaciones de pruebas en Marruecos, llevan generalmente todo terrenos modernos con distintos tipos de preparación. Cuando como prensa se acude a cubrir una de estas carreras, lo mejor es llevar un todo terreno de reciente puesta en el mercado para probarlo a fondo. El modelo es todo un best-seller para la marca. En 2015 se vendieron más de un millón de unidades en el mundo, lo que deja bien claro que aquí Toyota es el rey del segmento con diferencia. Los acabados más robustos con puente rígido delantero no llegan a nuestro país en el que se comercializan terminados más lujosos y equipados. El que hemos utilizado es una con acabado VX con cambio manual. El hecho de que el compartimento de carga no tuviera tapa, nos obligo a llevar el equipaje y el material (bastante en este caso ya que nos acompañaba el responsable sanitario de la carrera y llevaba varios botiquines y medicación) en el lugar de las plazas traseras levantando la banqueta para ganar espacio. En tráfico urbano, estuvimos mediatizados por el generoso tamaño del vehículo sobre todo en cuanto a longitud. En vías rápidas nos pareció muy correcto su comportamiento, el tren trasero no se descoloca y no existen ruidos aerodinámicos. Es fuera de asfalto donde nos centraremos. Normalmente al hacer un seguimiento de la carrera en los puntos más interesantes, hacemos menos pista de la deseada pero en esta ocasión, al llevar al “doctor”, tuvimos que no solo hacer el recorrido, sino que debimos acudir por protocolo a los escasos rescates que se pusieron en marcha, por lo que de los 4000 kilómetros llevados a cabo (lo recogimos con 9772 y lo dejamos con 13810) más de mil fueron fuera del asfalto. Metidos en faena, mantiene las directrices de todos los pick up, hay que ser conscientes de que no llevamos peso atrás, y de que con la tracción total insertada, los virajes más lentos hay que trazarlos con anticipación. Nos encontramos con el terreno muy blando en toda circunstancia, lo que hizo más suave el abordaje de las zonas más rotas. Un vehículo así debería de llevar de serie neumáticos mixtos pero los que monta, totalmente enfocados para asfalto, nos penalizaron en algunos pasos. No obstante, nos sacó de todas, ya que desde un remolque de vehículo, arrancando en parado con fuerte pendiente, hasta una aun más pronunciada trialera de varios centenares de metros con profundas roderas en la que más de uno necesito ayuda, no fueron impedimentos para el avance de la Toyota Hilux. Tan solo las estriberas, muy expuestas pueden ser un obstáculo. Con la reductora insertada y el bloqueo del eje trasero activado, el vehículo salió de todo. En arena, lo húmedo de la misma facilito las cosas y fue un verdadero placer rodar sin atascos. Puestos a pedir pese a que la potencia anunciada por el fabricante parece a priori suficiente, 150 c.v. se nos antojan escasos ya que remolcando o con mucha carga y cinco pasajeros, pudieran ser necesarios más. En cuanto a consumos, los siete litros anunciados por el fabricante se nos quedaron lejos ya que nos fue imposible bajar de nueve. La verdad es que no fuimos a ahorrar en ningún momento, por lo que tampoco son cifras que conviertan a este Toyota en un gastón. De hecho en los tramos en los que más exigimos al motor nunca llegamos a los doce. Lo dicho ruedas mixtas, algo más de motor y fuera estriberas, mejorarían la Toyota Hilux.  

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Prueba preparado: Toyota HZJ 75 Camperizado VehilsXtrem. El favorito de muchos.

Este Toyota Land Cruiser de chasis largo y solo dos puertas delanteras aparte del portón trasero ha sido, es, y será muy al gusto de una gran parte de la afición a nivel mundial, que suspira por tener uno, algo que hace que el fabricante lo mantenga en catalogo año tras año en muchos países. El modelo es de los más vistos sobre todo en televisión, ya que ha formado parte de flotas de naturalistas, médicos, ejércitos, guerrillas y demás colectivos que han necesitado un vehículo capaz de verdad a la hora de darle mal trato sobre los peores terreno posibles. Raro es el documental o el boletín de noticias en el que no aparecen.  En lo deportivo, se utilizó en los ochenta por equipos privados en raids africanos y forma parte aun pese a los cambios de empresa organizadora de la caravana de vehículos de organización del Dakar para controles en medio de la nada y para unidades medicalizadas, que se mueven cuando los helicópteros no pueden. Son muchos los que gustan de los grandes viajes los que han optado por este modelo como base de sus preparaciones y las fábricas de células vivienda los ofrecen en sus catálogos de transformaciones. En nuestro país, en concreto en la península, jamás han estado en los concesionarios oficiales de la marca y ha tenido que ser a través de importadores paralelos o trayéndolo de donde se vendían la única manera de disfrutar de este modelo de Toyota. HISTORIA PREVISIBLE. Este coche es precisamente de uno de estos casos. Tras localizarlo, se fue a buscar a Tenerife fue un coche comprado en las islas que estuvo abandonado en un garaje y tenía en el horizonte, un triste final. Nada más lejos de la realidad. Tenía 90000 kms, y quince años de uso, poco rodado consecuencia de que en las islas se hacen desplazamientos cortos, y tras ser pagado (alrededor de 18.000 euros de precio), se trajo en un contenedor. Cuando llegó aquí había que tener en cuenta de que Land Cruiser se trataba antes de ponerse manos a la obra. Era un trop-carrier (coche de tropa) y constaba en la parte trasera de banquetas corridas y diez plazas, con cabestrante original Toyota y motor 4.2 d atmosférico, es decir un propulsor indestructible. Tenía buen estado general y pese a sus muchos ratos cerca del mar no presentaba el más mínimo atisbo de oxidación. Se desmontó por completo, eliminando la configuración de coche de transporte de personal, y se repaso, saneo, reparo y se pinto por dentro y por fuera.  Esto es algo imprescindible, para localizar posibles daños que el paso del tiempo y el uso puedan haber causado. Después se camperizó el interior con la intención de dar autonomía a dos ocupantes por muy inhóspito y recóndito que fuera el sitio donde hubiera que pernoctar. Con las medidas muy bien tomadas, se diseñó el que iba a ser el “hogar”, la idea era tener en los laterales dos asientos corridos, con mesa central, con la intención de que se pudiera convertir en cama a voluntad teniendo bajo los asientos los electrodomésticos necesarios en el día a día.  Se montaron un mobiliario interior a medida que consta de nevera integrada en cajonera, ducha exterior con depósito de 60 litros de acero inoxidable hecho a medida en los bajos del coche, cajonera y mesa central desmontable para montar en el interior o fuera del vehículo. Se instalaron cortinillas y se utilizaron paneles en todo el habitáculo para aislarlo del exterior y calefacción webasto estacionaria para dormir. Desplegando las butacas traseras, que un tapicero realizo a medida, se convierte en una cama de 1.45 por 2.00m .También se monto equipo multimedia con tomas de 12v en plazas traseras, convertidor de onda pura de 220v , compresor…La cocina se pone en un estante escamoteable situado en el porton para evitar humos y ganar en seguridad a la hora de cocinar. Mecánicamente, se sustituyeron los amortiguadores de origen por unos Ohlins de última generación, y se reforzó la instalación eléctrica, se instalo una toma de admisión elevada y se instalaron neumaticos especificos para rodar fuera del asfalto. Poco más, es un vehículo básico mecánicamente pero suficientemente probado como para modificar tan solo lo imprescindible. Una decoración muy geográfica con el logo de VehilsXteme bien visible que fue quien llevo a cabo la preparación completaron el trabajo que fue convenientemente legalizado por los hombres de Homologaciones 4×4. Desde ese momento han sido varios los viajes africanos realizados por el propietario además de rutas por la península y asistencia a concentraciones y eventos del sector. EL TODO TERRENO POR EXCELENCIA. De acuerdo con los cánones estéticos de un 4×4 este Land Cruiser cumple como el mejor. Líneas cuadradas, aerodinámica discutible y generoso tamaño. Perfecto. Por fuera es desde luego imbatible al paso del tiempo, ya que pasan los años y en sucesivas actualizaciones los cambios estéticos han sido mínimos, y las ventas se mantienen par satisfacción del fabricante, eso sí a considerable distancia del “best seller” de la marca la Hilux de la que el pasado 2015 se comercializaron mas de ¡un millón¡ de unidades. En este segmento a Toyota no hay quien le tosa. El interior que en el habitáculo mantiene la configuración de serie, no podemos sino comprobar que se trata de un vehículo de trabajo por lo que los lujos están reducidos al mínimo, siendo mecánicas muchas de las palancas e interruptores huyendo en lo posible de la electrónica ¡así da gusto! La parte trasera está bien resuelta con el mobiliario bien rematado, con los cojines desenfundables para su lavado encajando todo a la perfección estando en perfecto estado de funcionamiento. Los cajones son capaces y bien organizado se pueden almacenar bastantes víveres y ropa. La ducha es suficiente salvo que estemos a bajas temperaturas donde solo los más curtidos harán uso de ella. Cambiamos la configuración de salón a dormitorio y la cama nos parece suficiente.   La prueba de fuego es rodar con él

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Prueba: Ford F-150 Supercab Raptor SVT. El amigo americano

En un mercado nacional cada vez con menos variedad y sobre todo con vehículos día a día menos eficaces, hay usuarios que buscan en el mercado de importación vehículos que satisfagan todas sus necesidades, tanto en el día a día como en viajes, rutas y excursiones. Este es el caso del Ford F-150 Supercab Raptor SVT. El fabricante americano, ha tenido en nuestro país una gama cuando menos peculiar para moverse fuera del asfalto con garantías. Lejos queda ya el Maverik, aquel modelo que compartía casi todo con el Nissan Terrano, y que se veía con frecuencia en nuestras carreteras y caminos en el boom del sector en los noventa. También en la distancia queda el Explorer que se podía adquirir en los concesionarios oficiales de la marca a finales de esa década. En nuestros tiempos, el Ranger, la pick-up europea de Ford se ha convertido en uno de los pocos 4×4 de verdad que quedan en nuestro mercado, al que acompaña en la gama Ford el Edge y el Kuga como todo caminos. Quien no se conforma, tiene en el mercado internacional un modelo que a medio camino de las pick up europeas y de los casi camiones americanos, el F-150, primer escalón de la serie “F”, que en su versión SVT (Sport Vehicle Truck), viene de fabrica equipado, y con muchas soluciones imprescindibles en el uso intensivo fuera de asfalto. El propietario es uno de los pilotos habituales del Nacional, Iván Banaclocha que según sus propias palabras, si bien encontraba coches en el mercado, principalmente Toyota, con posibilidades para preparar a conciencia, estaba precisamente harto del proceso y quería un todo terreno que desde su configuración de serie le permitiera llevar a cabo sin problemas rutas por la península y el puñado de viajes que cada año realiza a Marruecos. Decidido a hacerse con uno, pero los alrededor de 70000 euros que cuesta nuevo le hicieron decidirse a adquirir uno de segunda mano, en buen estado y con tan solo meses matriculado. Conseguirlo no le fue fácil, ya que es un modelo muy demandado en Estados Unidos donde tiene su grueso de ventas y más aun en el segmento de los seminuevos. Hasta tres veces, debió enviar la señal por trasferencia, ya que este proceso lleva un par de días y desde que en internet veía uno que le gustaba y hacia la gestión, otro interesado se presentaba donde estaba el coche con el dinero de la señal y haba que empezar de cero, debiendo conformarse con recibir de vuelta el dinero enviado. Finalmente pudo cuajar una operación y se hizo con uno. Tenía muy pocos kilómetros y menos de medio año de uso, en un color que le gustaba, crema claro “color desierto” como dice el propio Banaclocha y para la península en barco. El precio de los Raptor tanto nuevos como semi nuevos debería bajar ante la inminente llegada de la versión 2017 del modelo con cambios estéticos y técnicos. Debió una vez recibido, realizar un estudio de homologación como cada coche que se importa fuera de la Comunidad Económica Europea, aprovechando la gestión para introducir los accesorios y mejoras que le parecieron pertinentes, aunque viniera muy equipado de fábrica. Con todo en regla, ya solo quedaba disfrutar del coche y hacerle kilómetros, algo a lo que ayuda el propio manual del conductor que incluye un completo curso de conducción 4×4, con recomendaciones para abordar dunas o zonas rocosas por poner un par de ejemplos. PREPARADO PARA LO PEOR. Sería interminable la cantidad de detalles que nos gustan del Raptor, pero lo primero que es de agradecer es que pese a ser un modelo moderno, mantiene las líneas cuadradas de los 4×4 de toda la vida. La caja de carga es enorme y el habitáculo no le va a la zaga pudiendo viajar cómodamente cinco adultos, por muy largo que sea el desplazamiento. Hay que decir que el coche entre otras soluciones incorpora de serie, cuatro conjuntos de muelle y amortiguador Fox de competición, protecciones parciales de bajos, pintura de capó mate para evitar reflejos, estribos laterales, llantas con mordaza para circular a baja presión y neumáticos mixtos en medida 315//70/17. En cuanto a los accesorios que Iván a introducido se encuentran en el habitáculo los sistemas de navegación, un GPS Lowrance HDS-7 y una tablet PC Panasonic FC-51, una nevera Indel B modelo TB41Aque anula la plaza trasera central y unos cinturones delanteros de arnés de tres puntos de anclaje, y fuera del mismo un sistema completo de Bump Stop de la marca King para colaborar con la suspensión en situaciones extremas de compresión, un cabrestante Warn Zeon  10-S Platinum de 4536 kilos de capacidad de arrastre, cuatro soportes laterales para el gato mecánico, una barra de luz de led de techo de 480 Vatios modelo Curved Osram,  cuatro faros de largo alcance Omo Tcr y dentro del compartimento de carga un cofre hecho a medida, compresor Viair Xtrem Duty OBA de doble calderin, material de desatasco, la sexta rueda y tapa de la caja de carga X-Line XS 100. La imagen del Ford F-150 Supercab Raptor SVT es sencillamente impresionante, grande, cuadrado, perfecto. Subirse es fácil gracias a los estribos, y el puesto de conducción es cómodo y con un cuero agradable. La postura de conducción es ideal y con multitud de reglajes para adaptarse a la morfología de cualquier conductor. Impresionante cuadro de instrumentos, con el conmutador para poner el 4×4 y la reductora muy a mano y algo importante que destacar, la existencia justo delante de la palanca del cambio automático de cuatro conmutadores, que se pueden personalizar a voluntad, desde reglaje de suspensiones llegado el caso hasta uso del cabrestante, pasando por el uso del compresor o la activación de una cámara tras el remolque que llevemos si es que lo llevamos. Suavidad y agradable tacto en todo, y facilidad en las maniobras, gracias a las cámaras delanteras y traseras, (no hay que olvidar en ningún momento que nos movemos con unas dimensiones que

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Prueba preparado: Ford Ranger de Promyges. Sin parar de innovar

El distribuidor de material 4×4, gusta de equipar y mostrar sus productos sobre todo en modelos recién llegados al mercado, lo que da fe de su agilidad empresarial y comercial. Este Ford Ranger de Promyges es un buen ejemplo. El Ford Ranger, como el resto de Pick-up del mercado, (las “cangrejas” en el argot del sector) forman parte del reducido grupo de 4×4 de verdad que quedan en los catálogos de los fabricantes. Recién salido al mercado, ha recibido una serie de mejoras por parte de Promyges, la empresa madrileña dedicada al sector desde hace décadas. Tan solo se ha dejado de forma premeditada de origen la monta de neumáticos, dado que al ser vehículo “demo” en estos primeros meses, los desplazamientos por carretera serán prioritarios ya que son muchos los clientes a los que se quiere acercar este Ford. Se han adoptado soluciones muy probadas con otras que son absoluta novedad, y que se generalizaran en sucesivas presentaciones de productos. Lo primero que destaca es el tamaño del vehículo, sobre todo en longitud. Pero vayamos conociendo que tiene este Ford Ranger de Promyges que lo hace diferente. Paragolpes ARB «prototipo» fabricado en base de polímeros reticulados elásticos, con soporte de cabrestante y estructura interior metálica. Esta pieza es una autentica novedad, que tiene dos objetivos claros, mantener la robustez y fiabilidad que necesita una pieza de estas características reduciendo el peso de forma considerable respecto a los paragolpes específicos metálicos, mejorando así las inercias y el reparto de pesos. El montaje del paragolpes no supone la pérdida de las 5 estrellas EurNcap que el Ranger atesora en su configuración de serie. Esta pieza crecerá en el catalogo de la compañía con la incorporación de mas referencias pensadas para otros modelos. Dicho paragolpes, está bien concebido mejora el Angulo de ataque original y viene preparado para la instalación de accesorios.  En este caso lleva dos faros Intensity (homologados E11), de 32 leds (8.200 lumens) y un cabrestante BushRanger de 9500 Libras de arrastre con cable de plasma. El resto de aspectos importantes, no se han quedado atrás. Los bajos llevan protecciones de 3 tramos de acero de 3 mm de grosor con  punto de rescate señalizado, estribos plataforma, con estructura tubular de acero anclados a chasis, paragolpes trasero, compatible con sensores de parking, sistema de remolque (tipo americano) incorporado, con capacidad de arrastre de 3.500kg. La caja de carga lleva una techo de plástico ABS modelo Ascent, con cierre centralizado, afín al del propio vehículo y ventanas abatibles, Baca  para techo, en aluminio, con malla y toldo en medidas 2.500 x 2.000 mm. Todos estos complementos exteriores, son de la marca ARB, conocidos y probados, muy al gusto del consumidor final. Si el exterior ha recibido mejoras, el interior y la mecánica no se han quedado atrás. Imprescindible la toma de admisión elevada, un sistema de doble batería, con un cargador de 3 etapas (isolator incluido) de la marca Redarc, gama BCDC y sistema de suspensión OME, con amortiguadores BP-51 de botella separada y sistema By-Pass. También de la marca ARB son el depósito de gasoil (no gasolina),  Frontier de alta capacidad fabricado en base de polímeros reticulados elásticos, sustituye el original, y cubica 140 litros. Para guardar objetos dispone de cajoneras compuestas de: un módulo cajón normal un  modulo cajón con suelo deslizante y una nevera de 47 litros de capacidad, con bandeja deslizante y monitor remoto. TODO EN ORDEN. El modelo es muy nuevo, aunque mantiene las líneas de este tipo de vehículos aunque su diseño sobre todo del frontal de aspecto afilado lo hacen mucho más atractivo. El conjunto transmite que este Ford Ranger de Promyges está preparado para lo peor. Obviaremos el tema neumáticos, ya que pide a gritos una monta superior en tamaño y de dibujo técnico, por los imperativos promocionales del resto de accesorios. El tema del paragolpes nos parece muy acertado, ya que lejos de los conocidos hasta la fecha de líneas rectas, básicos y toscos, buscando la practicidad por encima de todo, este está bien diseñado e integrado para ser un prototipo y según los hombres de Promyges es el futuro en este tipo de accesorio. Nos llamó la atención los faros de largo alcance, que se hacían notar a plena luz del día, algo que de noche debe ser definitivo. Tienen el tamaño justo pero alumbran con ganas. El cabestrante queda bien integrado y es fácil de utilizar. En cuanto a la caja de carga, sencillamente perfecta. Todo funciona como es debido y la apertura lateral es muy práctica, así como la baca, de robusta presencia y generoso tamaño. Aerodinámicamente no nos molesto y en los pocos kilómetros que hicimos con el vehículo no hubo ruidos que molestaran. El toldo, de generoso tamaño ocupa lo justo recogido y será muy de agradecer en días soleados y…lluviosos. El interior es impecable. El deslizamiento de los cajones es preciso y de buena profundidad y la nevera es accesible y cada vez más imprescindible. Lo más destacable del coche fue su comportamiento offroad gracias a los amortiguadores OME BP51. Quizás, en este modelo concreto, al no montar defensa tradicional de ARB (winch bar) se ajustó la compresión y la extensión de los amortiguadores para soportar más kilos en el tren delantero, mostrándose algo más firme en su comportamiento (pero nunca desagradable) y algo más «rebotón» en el tren trasero (íbamos sin carga y con poco combustible, algo que en condiciones normales de uso será historia). En definitiva, un conjunto de suspensión muy confortable que nos ha permitido rodar fuerte sin perder tracción en curvas y copiando muy bien las irregularidades de la pista, pidiendo incluso, más ritmo en la conducción. Es de agradecer la celeridad con la que Promyges consigue poner en el mercado accesorios para nuevos modelos, teniendo en catalogo semanas antes de su comercialización en los concesionarios oficiales, defensas, paragolpes, o fondos para la caja de carga por poner unos ejemplos en materia exterior y juegos de suspensión, bloqueos, o segundas baterías en cuanto a mecánica. Y lo que

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Prueba preparado: Jeep Wrangler Diesel Techo de lona. Para uso intensivo.

Queríamos completar nuestra información sobre el festival de Les Comes con la prueba de uno de los coches que se acercaron el fin de semana a la finca que gestiona Pep Vila. Este Jeep Wrangler Diesel fue nuestra elección. Un coche espectacular por aspecto y buen rodar, sobre todo en tramos complicados y extremos, con la ventaja de que pese a su aspecto, es completamente legal circular con él. Difícil elección. Lo de Les Comes no dejaría indiferente ni al más experimentado de los aficionados. Es un fin de semana en el que no se para de  girar la cabeza a cada paso. Teniendo en cuenta que hay “aparatos” que se desplazan allí en remolque dado su carácter  de prototipo y otros con mínimas modificaciones, preferimos centrarnos en uno de lo que si bien se les ve más que preparados, mantengan su condición de “utilitario” a nivel documental. Este Jeep Wrangler Diesel es propiedad de Xavier Boada, que si bien se pasa la semana trabajando en una empresa cárnica, dedica los fines de semana que puede a salir al monte. Nos gusto el hecho de que se pasara el fin de semana haciendo recorridos por la finca, con el coche a tope ya que rodaba con un amigo y las respectivas parejas por las zonas más complicadas como si tal cosa. ACCESORIOS PARA TODO El modelo es el conocido Jeep, con el motor diesel de 2.777 centímetros cúbicos de cuatro cilindros denominado VM motori 50 C. con techo de lona, con caja de cambio automática. Se ha cambiado enormemente su configuración de serie en muchos aspectos para ganar en comportamiento en campo. La relación de los accesorios instalados es larga y abarca muchos aspectos. Modificaciones realizadas: Identificación. Cambio de emplazamiento de la placa de matrícula. Reubicación de la placa de matrícula posterior situándola en la parte central del nuevo parachoques trasero. Ejes y ruedas. Modificaciones o sustituciones en ruedas e instalación de separadores de rueda que  modifican del ancho de vía. Desinstalación de los separadores de origen. Sustitución de las llantas originales por otras en medida 8,5”x17” y con un bombeo distinto a las originales y equipadas con neumáticos Cooper Discoverer STT ya homologados en medida 35×12.5R7 119 Q M+S, asegurando la compatibilidad neumático llanta, siendo estas últimas con borde fijo para poder circular a baja presión. Suspensión. Modificación de las características del sistema de suspensión o de algunos de sus componentes elásticos. Sustitución de los amortiguadores de ambos ejes del vehículo por otros marca Fox y modelo  2.0 Perfomance. Sustitución de los muelles por otros marca Rubicón Express, referencia RM60315-40979 para los muelles delanteros y RM60330-38927 para los muelles traseros. Instalación de un sistema de suspensión “Tri-link” en el eje trasero del vehículo marca Rubicón  Express. Sustitución de los tirantes de suspensión delanteros por otros reforzados y regulables marca Rubicón Express. Sustitución del amortiguador de dirección por otro marca Fox y referencia 2.0. Sustitución de los soportes de la barra estabilizadora delantera por otros marca Rubicón Express. Carrocería. Acondicionamiento Interior / Instalación y desinstalación de elementos permanentes en la zona frontal del interior del habitáculo del vehículo. Instalación encima del tablero del vehículo de una barra de soporte para accesorios marca Rugged Ridge y referencia 0014. En ella van situados los diferentes sistemas de navegación y de medición de distancias. Modificación de la longitud del voladizo delantero y trasero. Sustitución del parachoques trasero original por otro, con soporte de rueda de repuesto, marca Smitty Bilty referencia XRC, que sustituye al original. Instalación de un juego de taloneras originales Jeep y modelo Wrangler. Sustitución de los aletines de origen por otros marca Buschwaker y referencia 1252. Instalación de un añadido inferior al parachoques trasero de fabricación artesanal y referencia AF01. Dispositivos de alumbrado y señalización Adición de faros supletorios delanteros siendo estos  proyectores de luz de carretera marca IPF y con contraseña de homologación 00 HR E13 25 0109. La suma total de puntos de iluminación para los proyectores de carretera del vehículo no superará los 100 permitidos. Sustitución y reubicación de las luces antiniebla traseras de fábrica por otras con contraseña de homologación F 00 E9 1024, situándolas en el nuevo parachoques trasero. Arrastre. Cabestrante T-Max Con cable de plasma. Asientos baquet abatibles con fundas lavables desmontables, y tiradores estratégicamente situados para acceder y bajar del vehículo. Emisora y su soporte, y diversos sistemas de navegación G.P.S. Un derivabrisas sobre el capo completa la preparación. Ni que decir tiene que todo está homologado y con la I.T.V. pasada excepto la parrilla delantera que enmascara ligeramente los faros, algo que la ley no permite bajo ningún concepto. Es un guiño estético, que complementado con los dientes dibujados en los laterales del soporte del cabestrante da un aspecto de “malote” al coche. Como tiene la de origen, se sustituye en la periódica revisión para evitar problemas. Ni que decir tiene que todos estos cambios, nos obligan para poder circular cumpliendo la legalidad a homologar todo lo instalado. Esta labor ha corrido a cargo de los hombres de MC Enginyeria, que convierten lo que aparentemente parece un tremendo dolor de cabeza en un mero trámite, lo que agradece el usuario final. ESPECTACULAR Y EFECTIVO Si el vehículo es atractivo, mas aun lo es el lugar donde realizamos la prueba. Tener la finca de Les Comes es algo que no se disfruta todos los días. Lo primero que nos llama la atención son los toques estéticos del frontal y el cabestrante que hacen parecer tener cara al coche. También destaca el derivabrisas del borde del capo delantero. Su propietario nos dice, que no es un tema estético, sino practico. Esta pieza está pensada para que en vías rápidas, los mosquitos no den en el parabrisas, algo que al ser este muy vertical, es habitual. Se crea una corriente de aire que reduce sobremanera esta circunstancia. Subirse tiene su aquel, ya que la altura del coche es considerable. Ayuda un tirador estratégicamente instalado en la barra antivuelco lateral. Una vez a bordo se agradecen

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Prueba: 2.000 kilómetros con la Mitsubishi L-200. Aun quedan 4×4 de verdad.

Por circunstancias de acumulación de carreras, hemos tenido la oportunidad de rodar durante una semana con esta pick-up, que pese a ser un modelo de los de mas reciente llegada al mercado, mantiene los cánones que todo buen 4×4 debe tener. En primer lugar hay que valorar su generoso tamaño y acertado diseño, que si bien arrancó en versiones anteriores a imagen y semejanza de los todopoderosos Monteros MPR 12 de competición, ha ido evolucionado hasta tener su propia personalidad, con un aspecto muy alejado del de vehículo de trabajo que solían tener este tipo de automóviles para convertirse en casi una berlina de lujo. Para ello, solo hace falta abrir la puerta para contemplar un cuidado interior, con asientos de cuero, navegador, buen equipo de música, climatizador, y acabados impecables y de tacto agradable. A ello hay que unir la caja de carga de buen tamaño y que se puede cubrir con un cofre que  hará que podamos transportar buena cantidad de enseres. Mecánicamente, la posibilidad de contar con reductora con bloqueo de diferencial central confirma que estamos ante lo mejor de  dos mundos. Ante el panorama cada vez más escaso de todo terrenos de verdad, la L-200 se presenta como una seria opción, tanto para trabajar en el monte, como para ir a un acto social, sin olvidar el poder llevar a cabo nuestras rutas y viajes sin problemas por lo complicado del trazado que vayamos a llevar a cabo. A bordo deberemos tener siempre muy presente la longitud de la pick-up, sobre todo en algunos giros o maniobras. La cámara posterior será en estas situaciones nuestra mejor aliada. Es en el tráfico urbano donde deberemos tener mayor atención, ya que en campo abierto se maneja como uno más. En vías rápidas, se muestra como un gran rodador el control de crucero permite hacer más cómodos los desplazamientos largos, a lo que se suman unos asientos cómodos pero que deberían recoger algo más el cuerpo sobre todo en el respaldo. El tacto del cuero es agradable aunque no somos amigos de esta solución para los asientos que a nuestro gusto deben ser de tela, pero eso como en otras cosas es una apreciación personal. Desde Madrid, nuestra primera parada fue Cazorla. Hasta allí, dos personas y algo de equipaje, en un viaje placentero, siempre a velocidades no multables, debiendo tener en cuenta nada mas la longitud del vehículo a la hora de volver al carril lento a la hora de adelantar, algo a lo que uno se acostumbra a la primera. En tierras jienenses, abordamos algunos tramos de carretera de montaña, circunstancias en la que la L-200 también se maneja bien. El cambio funciona con suavidad y las levas en el volante al utilizar el modo secuencial son efectivas y permiten rodar rápido. Llego el momento de salir del asfalto y nos encontramos ante una situación delicada ya que las lluvias caídas durante días antes habían dejado las pistas y caminos muy resbaladizos. Conectamos la tracción total y avanzamos sin problemas ya que el sistema Mitsubishi de tracción total es my efectivo. Es una pista bien mantenida por los lugareños y se rueda sin problemas. Nos metemos más hacia el monte y la cosa se complica, el barro aunque de escaso grosor se pega al neumático y nos complica no solo trazar sino también seguir con el recorrido (los de la zona dicen que es el barro de “la campiña”). Seria más llevadero de poder llevar ruedas mixtas, ya que el dibujo de la monta de origen está totalmente enfocado al asfalto. Pelear con el barro nos llevo varios días siguiendo a los 4×4 clásicos pero salimos de todas. De allí traslado hasta Serón, donde se disputaba carrera del Nacional de Todo Terreno. Directamente recorrimos la prologo que tenia de todo, zonas rápidas con saltos incluidos y zonas muy rotas trialeras incluidas. Perfecto, no hubo que meter la reductora en ningún momento y tan solo en un paso en bajada con escalón tuvimos que tener precaución para no tocar con el voladizo trasero. Tanta torsión o algún apoyo nos provocó un pinchazo lento y nos vimos en la tesitura de necesitar hacer uso de la rueda de repuesto. En contra de la moda imperante, la L-200 la tiene y ¡exactamente igual que las cuatro restantes! Llanta de aleación incluida. Como tiene que ser. Tan solo hay que hacer notar que habrá que tirarse debajo del coche para extraerla. Esta L-200 es en definitiva uno de los pocos todo terrenos de verdad que se pueden adquirir, nos conformaríamos con una versión menos lujosa, con tapa para el compartimento de carga y sustituyendo los neumáticos de origen por unos mixtos y en una medida más lo que nos haría ganar en altura libre y tracción. Unas protecciones de bajos tampoco vendrán mal para rodar con más garantías.  Así sera difícil que nos paren.    

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Prueba Preparado. Toyota Land Cruiser Kobe Motor. Un amigo para todo.

El modelo es de los que gusta hasta de estricta serie, en esta ocasión, aparte de las habituales mejoras en los apartados mas habituales, la unidad monta deposito y adaptación para poder funcionar con gas licuado, lo que mejora ostensiblemente el consumo. EDICIÓN EN PAPEL EN LA REVISTA AUTOAVENTURA 4X4 En el triste catalogo que en cuanto a vehículos 4×4 ofrece en nuestros días Toyota en nuestro continente y por añadidura en nuestro país, este modelo ni está ni se le espera. Hemos traído a nuestras páginas, preparaciones sencillas y otras mucho mas elaboradas. En esta ocasión, nos atrae que el coche tiene un paquete de mejoras interesantes, la capacidad de moverse con gas licuado y sobre todo que ha tenido una vida muy intensa en cuanto a uso.El vehiculo como todos los que llegan a nuestro país, lo hizo a través de un importador paralelo del norte de la península. Pero mejor que sea ella quen nos lo cuente. SU PROPIETARIA NOS DESCRIBE LA HISTORIA DE SU ALFA. Ya de pequeña me encantaba que mi padre ocasionalmente me recogiera del cole y me dejara junto a mi hermano y par de amiguitos subir en la parte trasera del Land Rover que conducía en el trabajo, en el asiento lateral, ese que era como una butaca alargada y sin ningún tipo de sujeción (por supuesto) pues eran los años 80. Ni siguiera necesitaba que nos llevara al campo, que eso ya lo considerábamos una fiesta, con los botes que dábamos atrás y lo que nos divertía a pesar de los golpes que nos íbamos dando. Aquel coche me parecía “especial”. Mientras los demás niños se fijaban y elogiaban las prestaciones de otro tipo de coches mucho más deportivos, mi mirada siempre se paraba en el Opel Frontera, en el Terrano,… siempre me parecieron mucho más atractivos y prácticos. Soy de Cáceres, me crié en un pueblecito de la Sierra de Gata y suelo pasar más tiempo en el campo o en la naturaleza que en casa, de ahí que este tipo de vehículos me parezcan más atractivos. Hace unos años uno de mis amigos tuvo la genial idea de enseñarme su nuevo coche, un FJ Cruiser con el que fuimos a hacer alguna salida por el campo y me fascinó. Y cuando mi amigo me preguntó si me gustaba, la respuesta fue clara: me gusta mucho pero para mí. Decidí comprarme un 4×4 para empezar poco a poco e ir aprendiendo y al mirar opciones (pues el FJ se salía de mi presupuesto) me di cuenta de que comprara el coche que comprara, cuando quedara con mi amigo aunque fuera a tomar un café, miraría su coche con la pena de no haberlo tenido. Por eso, con un gran esfuerzo y algo de ayuda familiar me puse a buscar lo que de verdad quería, un FJ. Por supuesto todo el mundo me decía que si sabía lo que hacía, que ese coche consumía mucho, que si era muy grande, que si para qué quiero ese tanque… Tras una larga búsqueda por internet viajé a Barcelona a probar uno pero no me encajó. Un mes después, en junio de 2011 conseguí comprar un fantástico FJ Cruiser a través de un importador en Logroño, la idea era comprarlo de segunda mano pero al final encontré uno nuevo a un precio bastante razonable así que me tiré a la piscina y gasté todos mis ahorros para poder disfrutar de verdad con él en el campo. Ya tenía coche pero faltaba aprender y encima sabía que no tendría más presupuesto para prepararlo así que tocaba amoldarse a lo que había. Mirando en internet encontré una Concentración que Toyota Kobe organiza cada año y allí fuimos, el “Alfa” y yo. Ese fue el nick que utilicé en los foros para presentarme pues la verdad es que siendo chica y con un coche rarito pensé que no me tomarían en serio así que decidí no especificar que era chica y llamar al coche de modo que pareciera respetable. Me presenté en la Concentración de Kobe con otros 75 coches más y creo recordar que era la única chica. Mi coche les encantó y a todos les sorprendió que una chica sola fuera a hacer 4×4 en serio. Empezamos a quedar los amigos para hacer rutas por la zona centro: Guadalajara, Segovia, Burgos, Ávila, y fui aprendiendo un montón de mis compañeros que ya llevaban más años en esto que yo. El coche llevaba hasta neumáticos de carretera pero la verdad es que me fui acostumbrando y cada vez me sentía más cómoda y sacaba más partido a las posibilidades del coche. Llené el Alfa de pegatinas (pegatinas4x4.com) para darle un toque más campero y quitarle un poco el aspecto de “coche pijo” que se alejaba totalmente de la realidad, yo había comprado un coche para el campo y eso quería que pareciera. Las rutas empezaron a ser más continuas y más lejanas: La Rioja, Palencia, Zaragoza, etc. y como era la más entusiasta empecé a ser yo la que animaba a mis compañeros a salir.  Aprendí a crear rutas desde el ordenador, íbamos a probarlas y luego las hacíamos con los amigos. Normalmente no teníamos problemas, salvo las conocidas restricciones que cada vez hacen más difícil que podamos salir a disfrutar de un día de campo con los amigos. Todos me recomendaron que fuera preparando el coche para seguir saliendo de ruta pero mi economía todavía no me lo permitía así que empecé con lo básico: Protección de bajos de Duraluminio de 8 mm, unas taloneras y tras dos años y pico de rutas me decidí a cambiar los neumáticos y poner unas BF Googrich Mud-Terrain KM2 . Hasta ahora me había acostumbrado a bajar las presiones siempre que íbamos de ruta y la verdad es que el coche iba de fábula y me permitía hacer lo mismo que los compañeros con neumáticos más adecuados. Hice la transformación a GLP (ircongas.com) para economizar las salidas,

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