Comenzamos una serie de entrevistas para acercar a nuestros seguidores la cara humana de un grupo muy importante del sector del todo terreno, el de los clubes 4×4 que siempre están en primera línea de fuego, manteniendo sus actividades y programando nuevas. Cultivando el uso responsable de los vehículos en el monte, manteniendo los caminos vivos, y colaborando en el sustento de la economía rural en la medida de lo posible, gracias al impacto económico que dejan las caravanas de coches a su paso en pernoctaciones, combustible y demás. Por alguien había que empezar y aprovechando el acompañar al club en una de sus últimas actividades, hemos querido conocer mejor la historia de Iberutas. Comenzando por recordar que como tantos otros, su cabeza visible Eduardo Celdrán, tiene su experiencia en el mundo de la competición, participando en la Warn Adventure de Castellón en 1996 quedando decimosegundo a bordo de un Discovery. Un año después formo parte del equipo oficial que el importador de los Asia Rocsta inscribió en la Cup 180, metiéndose entre los diez primeros. Dos participaciones en la Sahara Aventura (2001-2002), también siempre en el «top ten» y resultado similar en la Grandola Aventura de 2008. ¿Cómo empezaste en el mundo del todo terreno? La historia comenzó desde pequeño por la pasión a los coches que siempre tuve. Pero el verdadero salto fue cuando en 1987 mi padre compro un Nissan Patrol, para su afición: la caza. El cual yo cogía siempre que podía, y me escapaba a emular las aventuras del Paris Dakar. Después vinieron otros coches como Land Rover Discovery, Mitsubishi Montero y Toyota Land Cruiser. Pero aquel Patrol siempre será “el primero”. Mi llegada al mundo del 4×4 fue de la mano de “El maestro” D. Edmundo Muñoz, enrolándome en una de sus excursiones, donde conocí a mi luego socio Fernando Sanz, ambos con Nissan Patrol, enseguida hicimos equipo y sobre todo ganas de hacer rutas diferentes, con un más alto standard de calidad. Que no solo fuera una salida al campo sino una experiencia, una aventura y sobre todo disfrutar de los buenos compañeros que todos estos años nos han brindado. ¿Cómo surgió la idea de poner en marcha un club? La idea surgió, casi sola, yo siempre inventaba recorridos, para desplazarme de un lugar a otro, y me encantaba planificar mis viajes por carretera. Así que salió solo, en cuanto conté con un compañero de viaje, empezamos a dar de alta el club. Y a pensar la cantidad de zonas que queríamos descubrir y luego enseñar a los demás. Todos los fines de semana salíamos al campo, a inspeccionar y marcar rutas. Hay que tener en cuenta que en aquel entonces todo era manual… mapa en mano, brújula, y mucha orientación. Nada que ver con los tiempos que corren con todo digital y moviendo una masa social de 550 miembros dados de alta en el club. ¿Desde cuándo estáis en marcha? La primera actividad que organizamos fue el 13 de marzo de 1993. Una ruta que unía Navas del rey con Sevilleja de la Jara. Con multitud de trialeras, y recorriendo las vías de tren abandonadas de La Jara, como final de ruta. Algo hoy impensable de realizar. Resúmenos un poco las actividades llevadas desde que empezasteis hasta nuestros días. El objetivo que no marcamos, tras terminar el año 1993, con nueve rutas organizadas, fue realizar un calendario anual constante donde los socios pudieran organizar su año, alrededor de las rutas 4×4 que programábamos. Por lo que, desde entonces, organizamos una actividad al mes, exceptuando los de verano. Hasta finales de 2020, habíamos organizado trescientas veinticuatro rutas o viajes, cursos o actividades. Entre los destinos que hemos visitado, por supuesto esta casi toda España, excepto Canarias y Baleares, hemos organizado rutas en todas las comunidades autónomas. Y en viajes internacionales, por supuesto Marruecos es un clásico, pero también Portugal. También hemos organizado rutas a La Patagonia, Jordania, Túnez, Los Alpes, Los Balcanes, etc. ¿Cuál es el proceso de puesta en marcha de una ruta o un viaje? En un primer momento, pensamos en la zona a visitar, por ejemplo, ahora estamos planeando una zona de Palencia, muy olvidada, la comarca del Cerrato. Primero investigamos turísticamente los lugares más interesantes, y recopilamos información de alojamientos, restaurantes, y zona de actividades complementarias. Una vez elegido el hotel, donde pasaremos el fin de semana, comenzamos a planificar las rutas, para que cuando hemos diseñado su boceto, vamos al campo a prepararla y comprobar que todo es posible recorrerlo y tomamos los tiempos. Aquí es donde uno pone todo el empeño y conocimientos, para que la ruta salga interesante y entretenida. A continuación, viene lo más difícil, solicitar los permisos a los distintos estamentos, comunidad, ayuntamientos, diputaciones, etc., etc.… (Solo falta que nos hagan pedir permiso a la conferencia episcopal… jejeje). Y después viene lo más divertido, anunciarlos a los socios y redes sociales, y que llegue el día del viaje. ¿Qué es lo más dificil de llevar a cabo? Sin duda los permisos. En los últimos años se ha complicado mucho. Y en estos tres últimos años mas aun, con la llegada de las presentaciones telemáticas, que dan muchos problemas. ¿En qué nuevas propuestas estáis trabajando? Ahora estamos planeando las rutas de otoño, tenemos dificultades para la de septiembre, por la gran cantidad de incendios que este año están sucediendo, que nos lo pone difícil. Pero ya tenemos confirmada la salida de octubre en la Sierra de Baza (Granada) y la de Noviembre, Ruta al Corazón de Galicia. Y además preparando la vuelta a Marruecos en Semana Santa, que después de estos años, tiene que ser una edición especial. Pero aún tenemos grandes proyectos, como un viaje pendiente a Islandia, otro a Atacama, que por diferentes motivos tuvieron que ser suspendidos. En fin, seguiremos dando guerra unos años más, mientras que las fuerzas nos acompañen. ¿Cómo ves el futuro del sector? Sinceramente, creo que hemos recuperado algo de prestigio, y por así decirlo ya no