Pueblos marineros de paredes blancas, un mar de aguas transparentes, paraísos submarinos y parques naturales con parajes salvajes de un verde penetrante, frente a pequeñas calas encajonadas entre piedras y localidades turísticas como Lloret de Mar, Cadaqués y Roses. Una tierra de mar, luz, tramontana y pescadores. Historia y arte en forma de yacimientos arqueológicos, monasterios, iglesias, puentes, conjuntos monumentales, fiestas y celebraciones centenarias que dotan de una personalidad propia a este enclave, de más de 200 kilómetros de extensión, situado al norte de Cataluña, en la provincia de Girona.
Gracias a su excelente clima, este punto del litoral catalán es uno de los destinos más demandados por turistas de todo el mundo desde hace décadas, y disfruta de una inmensa actividad cultural durante todo el año. Los conciertos, festivales y las celebraciones populares llenan los pueblos de música, colorido y alegría. La herencia artística y cultural de la Costa Brava también se pone de relieve en su inmenso patrimonio histórico-artístico de un valor incalculable, que impresiona por su variedad. Poco a poco, sin prisas, y disfrutando de un paisaje de excepción, se pueden recorrer sus pueblos y admirar sus templos y monasterios románicos, como el de Sant Pere de Rodes, en el Port de la Selva, la Ciudadela de Roses, las ruinas greco-romanas de Empúries, el yacimiento arqueológico más visitado de Cataluña, el núcleo medieval de Pals o de Palamós, el recinto amurallado de Tossa de Mar, o un poco más en el interior, perderse por el inigualable casco antiguo de Girona, con sus calles sinuosas de piedras centenarias, o admirar en Figueres el arte del genio surrealista Salvador Dalí, el gran embajador mundial de la Costa Brava.
Y en el Ampurdán, la zona más castigada por el fuego, se encuentra el pueblo pesquero de La Escala, un lugar privilegiado para la pesca de la anchoa, por ello, desde tiempo inmemorial, tienen fama los salazones que se elaboran con este pescado. Unas tapas de anchoas de La Escala con un buen vino de garnacha del Ampurdán puede ser el momento más feliz del recorrido por esta zonas de la Costa Brava.
Aguas torrenciales en el interior de Valencia
Curiosamente el lugar más castigado por el fuego este verano en la Comunidad Valenciana, es uno de los que disfruta de los más bellos paisajes «acuáticos». Las limpias y cristalinas aguas del río Júcar que atraviesan Cortes de Pallás (tel.: 962517001 www.cortesdepallas.es), haciéndolo navegable, han permitido la creación de la única Ruta Fluvial de la Comunidad Valenciana, y una de las pocas en España, con un recorrido de 14 km. de ida y otros tantos de vuelta recorriendo los «Cañones del Júcar» mientras se disfruta de la flora y la fauna, pudiendo observar cabras montesas, muflones, jabalíes o águilas pescadoras en los cortados de espectacular belleza que se divisan desde la embarcación.