Ya tuvimos ocasión de probar el modelo en su momento de lanzamiento allá por 2017. Ya sin material grafico, mantenemos el texto en nuestra web para consulta.
Fue una prueba intensa y el vehículo nos dejo muy satisfechos. Ahora ha llegado su actualización que ha consistido en ligeros retoques estéticos. Estos se centran en el frontal que se presenta alto y poderoso con faros más rasgados incluyendo según acabados iluminación Matrix LED y una parrilla muy característica, en negro mate o con detalles cromados según versión.
También se modifica el paragolpes siendo este convencional el que más nos gusta, ya que el de la versión R, más agresivo, empeora mínimamente el ángulo de ataque. El resultado pese a lo sutil de la actualización mantiene el atractivo del modelo y lo que es mejor, le renueva cara a la competencia que ha ido llegando paulatinamente al mercado.
En la parte trasera, el spoiler, los pilotos y el paragolpes, también son de nueva factura completando un conjunto muy atractivo.
Detalles externos de color en retrovisores y llantas especificas (en nuestro caso de 18 pulgadas, completan el nuevo conjunto.
El interior, es muy agradable, bien terminado y confortable. Asientos cómodos y buen espacio.
Las plazas traseras son verdaderamente considerables en tamaño y con buen espacio para las piernas, percibiéndose gran espacio en todo momento.
El Kodiaq, cumple con lo que se busca en este tipo de coches: Buen tamaño tanto exterior por la presencia como interior por el aprovechamiento del espacio y capacidad para la familia.
Cabe recordar que está disponible hasta con siete plazas gracias a su tercera fila de asientos. Su maletero cubica con cinco plazas 835 litros, superando los 2000 si abatimos la segunda fila de asientos.
Es una marca con impecable relación calidad/equipamiento/precio. Centrándonos en la unidad probada, se trata del 2.0 TDi con propulsor de 200 caballos y cambio DSG de 7 velocidades y tracción 4×4. Es, aunque se mantenga la utopía eléctrica, una opción razonable por prestaciones y consumo.
En el monte. Más de lo que parece.
Desde luego que si nos decidimos por una versión 4×4, tendremos posibilidades de movernos fuera del asfalto. Nos penalizan los neumáticos, que deberíamos sustituir por unos mixtos en una medida mayor para ganar algo en altura libre y sobre todo en capacidad de tracción.
Por lo demás, teniendo en cuenta los ángulos característicos y que movemos dos toneladas, llegaremos a sitios inaccesibles para otros SUV de mayor apariencia. El modo de conducción “off road”, que colabora cuando el terreno se complica, es definitivo. Otro detalle es que cuenta con rueda de repuesto. Algo que es ciencia ficción en otras marcas, y que se muestra como accesorio imprescindible a la hora de salir del asfalto.