Y es que el matiz cultural del fin de semana, diferencia esta actividad de los convencionales. Es algo a tener en cuenta ya que la situación para conseguir salir al monte con la ley de nuestro lado es cada vez más difícil y programas como estos con las visitas de interés siendo protagonistas nos dan visibilidad y normalizan nuestra actividad.
Tras la recepción de los casi sesenta participantes ( hubo una larga lista de espera con interesados sin poder participar), en pleno centro de la población, se dirigió al personal al denominado Cerco Industrial y concretamente al Almacén Central, edificio de descomunales dimensiones que alberga material referente a los tiempos de la explotación minera de la zona. El espacio alberga desde locomotoras utilizadas en el desplazamiento del material extraído hasta la reproducción de una galería minera. Bien aprovechada como zona multiusos por la corporación municipal, nuestra visita coincidió con las prácticas que llevaban a cabo los costaleros cara a mover las figuras de las procesiones de Semana Santa.
Posteriormente, se llevo a cabo una ruta de setenta y cinco kilómetros que partió en pleno ocaso por lo que se la puede considerar una nocturna en toda regla. Tras la cena, a recuperar, algunos en el campamento que se montó en el interior del polideportivo municipal, un vivac con todas las comodidades.
El domingo, nuevo arranque cultural con la visita al Pozo Santa Rosa, con el castillete restaurado dentro de una zona que será un centro de visitantes con reproducción de una explotación al completo, no en vano se ha reconocido por la Junta de Andalucía como Bien de Interés Cultural.
A continuación, segunda ruta del fin de semana en caravana por los alrededores, de kilometraje similar a la de la tarde noche anterior, que comenzó por tierras del labor para continuar en zona de bosque y terminar en el Pozo Aurora, que se mantiene junto al centro de visitantes de futura apertura. Nueva explicación como siempre a cargo de los Ingenieros Técnicos del colegio oficial de Córdoba.
Desde ahí, los vehículos se desplazaron hasta la localidad de Belmez, donde su alcalde D. José Porras, agasajó a los implicados con un generoso aperitivo, además de recorrer las calles más importantes del núcleo urbano, todo ello escoltados por la Policía Local del municipio.
De nuevo rumbo a Peñarroya donde se llevó a cabo la habitual comida de hermandad, y posterior sorteo de regalos presidido por D. Alejandro Fernández, Concejal de Deportes de Peñarroya, que tuvo la paciencia de repartir según los números agraciados más de sesenta bolsas de regalo, que incluían hasta quesos y jamones.
El alma mater de todo el fin de semana es Rafael Podadera, practicante de todo terreno desde hace décadas, con participación incluso en citas de orientación en nuestro país y Marruecos. El solo se apaña para que este todo en orden, con una mínima ayude por parte de sus familiares más directos y el apoyo de la casa consistorial.
Alejandro Fernández: “Estamos abiertos a todas las actividades de motor”.
El Concejal, no solo ha puesto al Ayuntamiento a disposición de la organización de la ruta, sino que presume de recuperar pruebas que no se celebraban desde hace años y acoger de paso nuevas modalidades.
“Sabemos de la importancia de este tipo de actividades que ponen a Peñarroya Pueblonuevo en el mapa y causan un importante impacto económico en la zona en cuanto a alojamientos, restauración y consumo de combustible. El antiguo y desparecido Rally de las Minas está volviendo a la vida ya que aquí se celebra una de las citas del certamen andaluz de asfalto. También hemos tenido una prueba importante de Rock Crawling de radio control, con participación de equipos provenientes de toda la península. En cuanto al todo terreno aparte de esta ruta, después del verano hacemos una exhibición en circuito cerrado. Cualquier actividad que se nos presente y sea interesante es bien recibida”.
Así da gusto.