Santana Trophy 2016. Las bestias de Linares, en su espacio favorito.

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santana trophyPor Jota Alemán.

Etapa ‪‎Prólogo. Linares – Algeciras ‘Memoria’, ‘Legado’ y ‘Conocimiento’. Términos que adquieren cierta relevancia durante estos días para todos los que conforman la segunda edición del Santana Trophy. Para todos ellos –participantes y organización-. En el año de cese de producción de la cadena clásica de montaje de la planta de Solihull (Birmingham, Inglaterra) –tras 68 años de producción ininterrumpida-. En el año de la producción del último vehículo hermanado con Los Land Rover Series y Santana –el Defender-, cobra importancia significativa que la nueva edición de ‪La Gran Aventura vuelva a tomar salida en Linares -población que dio vida a la desaparecida marca española- donde hoy, algunos de los ciudadanos más incondicionales de la marca jienense trabajan en pos de dar una visibilidad -de sobra merecida- a una parte de la historia del motor en España. En ocasiones injustamente infravalorada u olvidada. Nuevamente, una Linares a la expectativa del comedido evento que todavía es la salida oficial de este raid homenaje, se ha acercado a conocer y despedir a los participantes del Santana Trophy y a sus logrados compañeros mecánicos. Si en la edición inaugural se emplazaba la caravana de los ‘Landys’ en las inmediaciones de la desmantelada fábrica ‘Metalúrgicas Santa Ana’ –enclave histórico difícil de superar para dar el pistoletazo de salida-, en esta ocasión han querido tenernos más cerca. Ubicados en el mismo centro de Linares -a escasos metros de la Plaza del Ayuntamiento-, propios y extraños, incondicionales de marca y curiosos de a pie, han disfrutado de la bella estampa de otra época que ofrece exhibir a estos clásicos forjados en aluminio. Dispuestos para la aventura, y llegados desde los distintos países –Francia, Dinamarca o Portugal, además de España- los equipos pasaban las pertinentes verificaciones técnicas y administrativas para acometer la gran travesía que tienen por delante. Para nada es la típica salida de estos eventos. Vienen de diferentes partes de Europa. No hay familiares o amigos cercanos que los despidan. Solo Linares. Entusiasmados con el recibimiento de la población -con el nuevo giro de abundante vida urbana en la novedosa céntrica situación-, los participantes, terminaban de rotular sus mecánicas colocando los dorsales asignados por la organización. Se entrevé un cuidado y comedido orgullo de seguir sumando un capítulo más al suscitado pasado histórico. Aportando otro grano de arena con nuevas historias y con unos cuantos de miles de kilómetros que hoy se sitúan por delante de estos desconocidos. Mañana ya no lo serán. Con los deberes hechos, y tras un paseo por el centro urbano y el primer contacto de familia a las puertas de la fábrica, el ‘Santana Trophy’ arrancaba por fin el viaje a través de las carreteras españolas en su etapa prólogo. Lo ha hecho como de costumbre, en un trayecto libre hasta las inmediaciones del puerto de Algeciras. Allí, hacen noche para embarcar antes de que rompa el siguiente día en el ferry. Con él, cruzarán el Estrecho con destino Tánger Med. Hoy, ‘Memoria’, ‘Legado’ y ‘Conocimiento’ dejan de ser historia antigua para formar parte del presente inmediato. De un futuro cercano ligado a la incertidumbre. La de los viajes de aventura. Que es- a fin de cuentas-, de lo que trata todo esto.

 

Etapa ‎Uno. Algeciras – Tánger Med – Ifrane. Hay días en los que la actitud lo es todo. No había roto todavía la primera luz de la mañana y los participantes estaban ya todos preparados para lanzarse a superar las gestiones aduaneras. Tanto las del Algeciras, como las más engorrosas, las del puerto marroquí de Tánger Med.

Tras el desembarco, han asistido a una breve presentación de familia y al primer briefing de etapa. A media mañana, iniciaban el recorrido previsto –hoy, de gran kilometraje-, por vías rápidas que les mete en situación con los primeros paisajes. La monótona autovía da paso a una carretera no tan buena, y por fin, al momento que todos estaban esperando: Las primeras pistas alauitas. Están en ‘Territorio Santana’. En su hábitat natural. Estas bestias de suspensión de ballestas saben que están en el medio para el que fueron construidas. Sus ocupantes también. Entran en un ritmo de vida distinto. Más pausado y tranquilo. Fieles a los Land Rover, e independientemente de la planta en la que hayan sido ensamblados, acometen ‘tan despacio como sea posible, tan rápido como sea necesario’ estos primeros tramos con alguna zona suelta sin problemas. Son pistas –las del norte de Marruecos- que no ofrecen problema alguno para estos pequeños brutos. Cerrado el pequeño capítulo ‘fuera de pista’ sin incidencias graves, reincorporaban la marcha por carretera. Todos tienen más claro, que yendo en estos clásicos Land Rover “primero se bombea, luego se adelanta la frenada y finalmente se frena”. Bien entrada la tarde, llegaban a su destino. Ya en el hotel, los integrantes del Santana Trophy, descansan de la siempre agotadora jornada de hoy en ‘la pequeña Suiza’, Ifrane. Una población muy occidental del norte de Marruecos, con un alto poder adquisitivo. Un contrapunto marroquí situado en el Atlas Medio a unos 1.700 metros de altitud, de clima siempre frío.

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Etapa Dos. Ifrane – Orion –Merzouga. Se escuchaban los soplos que acarrea la fresca mañana de Ifrane a su salida –en participantes y vehículos-. En pocos kilómetros, experimentaban el primer cambio climático brusco. Atrás dejaban el último indicio de nieve del norte de Marruecos. Los equipos atraviesan hoy la concatenación de puertos de montaña que conforman parte del Atlas Medio, y que conectan el nordeste del territorio alauita con el suroeste. Un territorio de una rica biodiversidad, el ‘Ziz’. El ritmo de la vida -para todos-cambia nada más cruzarlo. El brusco aumento de temperatura es algo con lo que han tenido que lidiar hoy. Tras un reagrupamiento forzoso –por motivos de ‘ruta rota’-, que además ha servido para hacer un parón para comer, tomaban rumbo a la ‘Ciudad de Orión’ –que no necesita presentación alguna- para tomar más contacto con la arena y disputar la prueba de orientación programada. Con la ‘Especial’ caída, esperaban pacientes a que la organización trazase un nuevo rumbo para la jornada de hoy. Algo que ha restado emoción al día. Mientras, algunos de ellos han aprovechado el tiempo para practicar sobre la arena en las inmediaciones de Orión. La arena, aunque de otro modo, ha hecho su aparición. Por su propia iniciativa han comenzado a conocer las verdaderas cualidades off road tan especiales que tienen sus queridas mecánicas. Los más osados y con más suerte –y acertados también- han disfrutado. No exenta de incidencias mecánicas, como la rotura del acelerador del equipos danés ‘Team Sandy’, formado por Rasmus y Hanne –la más reseñable-, la del 109 SW del ‘Association Roastfrog’ con la obstrucción de un tubo de gasolina y alguna otra, reemprendían la marcha a través de los mismo valles pedregosos bajo la dinámica de la ‘travesía en ruta’, hasta su salida a la carretera. Allí, con el día dando sus últimos momentos de luz, algunos llegaban a su destino: El Erg Chebbi. Mientras el resto solucionaba los pequeños contratiempos en sus maquinas para la siguiente jornada, otros han pasado por el ‘Garage Royal’ de Erfoud para solventar los problemas con parte de la organización. Mañana, el grupo al completo disfrutará de los cordones de dunas de Merzouga.

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Etapa Tres. Merzouga – Merzouga. Hoy ‪‎La Gran Aventura se recrea en los cordones de dunas de Merzouga. El día discurrirá en las inmediaciones del Erg Chebbi. Un desierto de arena de unos 20 kilómetros de diámetro. Casi encapsulado. Comenzaban con una travesía de unos 110 kilómetros, todos por pistas desérticas. En clasificación o fuera de ella, todos han disfrutado de la ruta de hoy. Casi todos los participantes cumplían con los requisitos de orientación y navegación previstos para la mañana. Antes o después, casi todos pasaban por el ‘punto secreto’ que la organización había montado cerca del lago ‘Yazmina’. El esfuerzo y dedicación que le están poniendo se deja notar. El ansia por avanzar sobre el rival cala en ellos. Sobre todo en los dos equipos franceses. Aún en competencia directa, son ejemplo de compañerismo. La ‘Armada Danesa’ se reincorporaba a media tarde –fuera de hora- para disputar junto con todos, la prueba especial en las arenas del Erg Chebbi. El 110 Starkad con dorsal #16 que pilota Casper y copilota Lindy era el que más penaba en la arena –también han sido los que mejor se lo han pasado-. El resto -con sus actuaciones-, tomaban ya posición en la clasificación. Con la prueba de Arena ya cerrada, y con tiempo libre para el descanso y compartir las historias del día, volvían al Hotel ‘Le Touareg’. El desierto, irreductible, entra literalmente hasta el hospedaje. Desde él, se puede contemplar la ‘Gran Duna’ en todo su esplendor. Tendrán la ocasión de disfrutar uno de los cielos nocturnos más espectaculares que existen. Desde dentro del propio Erg. Sin duda, será uno de los mejores recuerdos que tendrán del raid sin que estén sus compañeros mecánicos presentes. Mañana, las exigencias para todos se recrudecerán cuando inicie la etapa maratón.

 

Etapa Maratón. Cuatro y Cinco. Merzouga – Tagounite – Foum Zghid. Día 1. Con el desayuno llegaba la clasificación. Lidera el equipo franco español de Romain Rollet y Alberto Martínez en su Santana 88 con dorsal #12. Empezaba la maratón y al mismo tiempo el equipo francés ‘Association Roastfrog’ se desplazaba con su ‪Land Rover 109 de gasolina hacia un taller por un problema de carga con el alternador. Una lástima, porque el paisaje ha cambiado y el terreno por donde pisan también. Hasta el oasis de ‘Mharech’, los participantes disfrutaban de la navegación y de la arena. Así como de las cualidades ‘off road’ tan características que tienen sus queridas mecánicas. Algunos solventaban estos pasos arenosos en trasera. Superada la fantástica garganta que acoge el famoso oasis en su interior, pasaban por el ‘Plateau de Kem-Kem’ y por la famosa pista que tomaba el Dakar, hacia Tagounite. Muchos kilómetros después se ganaban el descanso. Hoy acampan. Algo que estaban deseando. El campamento en ‘Volcano’ acerca al grupo. Recuperar fuerzas compartiendo las mieles que cada uno carga en los Land Rover es lo que toca en mitad de ningún sitio. Día 2. Despertar en medio de la nada desértica de Tagounite para una prueba orientación nada más amanecer siempre suma emoción. Todos han penado en la prueba. La clasificación volvía a cambiar. Ya no se dirá hasta el final. Citados en el punto de reagrupación, el ‘Roastfrog’ se reunía con sus compañeros de viaje para dirigirse a ‪‎ La Gran Aventura que es la segunda jornada de maratón. A media mañana, emprendían la ruta por los extensos mares de arena colindantes al Erg Chegaga -las altas temperaturas mantienen blandas las dunas desde primera hora de la mañana-, hasta el Land Rover abandonado que ya forma parte del paisaje –y que se ha convertido en tradición-, lo que los dejaba a las puertas del fantástico valle de ‘Iriki’. Aquí, es donde realmente nace el desierto del Sahara. Ante los equipos se abría el parque nacional alauita situado cerca de la frontera con Argelia. Una zona muy árida. Lo cruzaban con una salida en formación, avanzando en paralelo como plato final para esta jornada que tanto esfuerzo y cariño ha costado a la organización. La fiesta de la larga travesía la cerraban hoy en el cómodo hotel ‘Bab Rimal’ de Foum Zghid. Algo que seguro agradecerán mañana participantes y organización.

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Etapa Seis. Foum Zghid – Ouarzazate  Tras el descanso y el desayuno del Bab Rimal, y superadas ya las Especiales y las largas jornadas de la maratón de días anteriores,‪‎ La Gran Aventura deja atrás también la fatiga que supone la arena y los terrenos difíciles de transitar. Entran en sus dos ‘etapas enlace’ hasta que tomen meta en ‘La Ciudad Roja’. Tras dedicar parte de la mañana a las pertinentes reparaciones de sus mecánicas –todavía quedan muchos kilómetros y es el momento de asegurar que todo esté a punto para la vuelta a Europa-, avanzan ya hacia Marrakech. Sin controles horarios, ya no habrá competición, solo travesía y viajar en autonomía, aunque con el respaldo de la organización. Es el momento de disfrutar de la inmensidad que les brindan los bellos paisajes alauitas en el discurrir de sus interminables carreteras, y de hacer algún alto en el camino a su paso por el valle del Draá y por sus reductos cargados de agua. Tras ese carácter gratificante y tranquilo en la travesía de hoy, todos están en Ouarzazate –donde hacen noche-, el pequeño Hollywood marroquí. El último gran descanso para estos incombustibles viajeros después de la fatiga que supone la arena y los abruptos y áridos valles de la zona. Se hospedan en el Hotel ‘Kenzi Azghor’, el mejor balcón de la ciudad sin duda alguna. Mañana, la familia del Santana Trophy, encaminará los Land Rover Series y Santanas en su etapa final, en dirección oeste por la conocida Nacional 9, en dirección Marrakech, a través del paso del Tizi n´Tichka, el punto más elevado de África septentrional, con 2.257 metros de altitud y desde donde se recorre la famosa ‘Ruta de las Casbas’.

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Etapa Siete. Ouarzazate – Marrakech. Fin de trayecto. Los Land Rover Series y Santana afrontan la jornada final de ‪‎La Gran Aventura con una travesía tranquila a través del sistema montañoso del Gran Atlas. Estampas áridas donde la protagonista indiscutible es la roca. Es en este marco, donde se alzan las originales construcciones fortificadas de tierra roja que se conocen como kasbahs. Aït-Ben-Haddou, es la más famosa de todas ellas y también una de las mejor conservadas. Una ruta ideal para la contemplación. La Organización y algunos participantes –con ganas de llegar ya a Marrakech- escogían la más rápida: A través del Puerto del Tich´ka. Sin paradas. Este año en obras para quitar puntos peligrosos. El equipo valenciano ‘Charquito’, con dorsal #17, de Raúl Lorente y Estefanía Grau paraba a su salida para dar unos puntos de soldadura en su Santana. El grueso de este raid homenaje, tomaba la ciudad roja de Marrakech a media mañana. Poco después, todos, hacían meta en el Hotel Marrakech Le Tich´ka. La segunda edición de La Gran Aventura volvía a llegar con la caravana integra a su destino. Esta noche disfrutarán del caos de esta bulliciosa ciudad, cuando pongan punto final a esta aventura tras la celebración de clausura del raid. Ponen fin con un sencillo y discreto acto –línea que ya inauguraron en la edición anterior-. Ubicados en el mismo jardín recogen sus merecidos galardones. Romain Rollet y Alberto Martínez, el equipo franco español con dorsal #12, se hacía con el primer puesto de la clasificación. Rui Miguel Teixeira y Rui Amaro Andrade Teixeira, con su Lightweight 88 con dorsal #14 con el de ‘Mejor Espíritu de Equipo’ –que votan los propios participantes-. Dotados de sendos cheques regalo donados por Euro4x4Parts. El galardón patrocinado por Green&Gold –participantes también-, una dirección asistida restaurada, recaía en Marquis Guillaume y en Stephane Fernandez, el ‘Association Roastfrog’ con dorsal #21, por su Land Rover 109, ‘El mejor decorado’. Mientras se entregan a la alegría por el reconocimiento de haber cumplido su objetivo, se ve claramente que la familia Santana Trophy crece. Tanto organización como participantes han doblado su número. Las historias personales de cada uno también se multiplican. Sin duda, la suma de las partes, es mayor que el ‘todo’. También se hace presente que los participantes de ayer, son la organización de hoy. Y que los de hoy, conformarán la de mañana. La que volverá sobre sus pasos y redescubra un territorio que casi un siglo después de las grandes gestas a motor sigue pareciendo inabarcable, aportando emoción e incertidumbre a cada participante, la de emprender un gran viaje. Su propio viaje. Aquí en el final, estos aventureros de cinco nacionalidades distintas hablan el mismo idioma. El de sus incombustibles Land Rover. En palabras del propio artífice de esta fantástica aventura –Adolfo Avilés- “tras varios miles de kilómetros en estos duros de interior espartano, sin salpicadero ni guanteras y sin una concesión al lujo más allá de los tapizados de las puertas y del techo, todos –participantes y mecánicas- han demostrado que los coches de antes se hacían para durar, para ganar las pequeñas batallas del día a día en las carreteras y pistas de antes. De igual a igual en la guerra entre marcas. Un noble enfrentamiento por ver quien hacía los mejores y más resistentes vehículos”. Un espíritu que hoy perdura en la familia que ya es el Santana Trophy.

 

 

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Angel Montalbán

Angel Montalbán

Ligado oficialmente al mundo del motor desde la temporada 1.979. Publica en medios desde los años ochenta. Colaborador en diversas cabeceras de papel y audiovisuales desde hace mas de un cuarto de siglo, intentando tener para los que le siguen un punto de vista diferente y cercano del automovilismo en general. Deportivamente es copiloto ocasional en los Raids y rallies todo terreno, disciplina que sigue estrechamente desde primeros de los noventa. Viajes de aventura en los países más exóticos están en su mente y en su curriculum.

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