El modelo japonés, es una base muy utilizada por diversos preparadores para convertirlas en vehículos de competición. En Jatón 4WD llevan varias temporadas dedicados al modelo y esta ha sido una de sus últimas creaciones, partiendo de una unidad ya modificada, para participar en el Nacional de Todo Terreno. EDICIÓN EN PAPEL EN LA REVISTA AUTOAVENTURA 4X4. En el mercado actual, encontrar vehículos susceptibles de ser preparados para competir, supone una labor complicada. Independientemente de los que los fabricantes homologan, para hacer preparaciones dentro de la categoría de coches de serie, T-2 los pick ups se convierten en una buena base, por tener una mecánica menos sofisticada que otros 4×4, menos electrónica y mantener chasis macizo para dar más robustez. Así las “cangrejas” como las denomina coloquialmente más de un preparador, acaban en los parques cerrados. Nissan, Mitsubishi, Isuzu y claro esta Toyota han sido y son utilizadas por muchos equipos. Conozcamos esta. Originalmente, fue adquirida por su propietario y piloto Remigio Rovira, y en las Islas Canarias donde reside, se puso manos a la hora para mejorarla según sus conocimientos. Cambió el motor original de 2.5 litros por un motor y caja de cambios de Land Cruiser, más potente. La suspensión trasera, la sustituyó por una de Land Rover y… aquello no iba. Conocedor de que los hispano-argentinos de Jatón llevaban tiempo trabajando con el modelo a diferentes niveles, se puso en contacto con ellos para dar un nuevo rumbo al proyecto. Tras horas de trabajo el vehículo atesora nuevas soluciones, basadas en reformas conocidas y probadas. El trabajo se baso en la optimización de lo existente en aligerar peso, en ganar en comportamiento y que todo quedara al amparo de la reglamentación FIA. A nivel estructural, se ha reforzado el chasis en los puntos críticos, las suspensiones montan ahora en el tren delantero lleva un sistema independiente con dobles triángulos tubulares y muelles, en el trasero, eje rígido con tirantes rotulados y muelles. Dos amortiguadores Ohlins por rueda completan este apartado. El puente rígido trasero, incorpora autoblocante de discos y quedando el delantero de origen. La trasmisión es integral con el tercer diferencial Torsen. La caja de cambios es de 6 velocidades en H con caja de reductoras y bloqueo central. Los frenos son de disco en las cuatro ruedas. El motor, diesel de cuatro cilindros en línea de 2.982 cc, es lo que aun no se ha rematado, trabajándose en la electrónica y el turbo, pieza esta ultima que aun no es definitiva. Aun así da 210 cv con un par de 489 Nm, datos que pueden mejorar cuando se acaba por optimizar la electrónica. Para que no falte alimento se ha instalado un depósito de 170 litros que son suficientes para el consumo de 30 litros cada cien kilómetros que el Hilux tiene en carrera. La carrocería se ha aligerado en lo posible, sustituyendo la caja trasera, las aletas delanteras el capot y el paragolpes por otros en fibra para aligerar peso. El conjunto alcanza los 1900 kilogramos de peso, con unas dimensiones ancho/alto/l respectivamente de 195/178.centimetros. La batalla queda en 295. La altura libre en el tren delantero alcanza los 30 cm siendo menor en el trasero que queda en 24 cm. Una vez terminado, el coche pasó a manos de JR4Competición que es quien realiza los mantenimientos y la asistencia al piloto. No obstante es de todos conocido que la Hilux puede tener un acabado a la carta, con depósitos de gran tamaño, gato hidráulico central motores potenciados… Así se puede elegir entre un acabado “europeo”, para carreras tipo Baja, y otro más sofisticado y capaz para raids internacionales de varios días de duración. TODO MUY PREVISIBLE. El aspecto es el típico de las Hilux que se ven por la calle aunque algo más “gordo” sobre todo por los pasos de rueda, la decoración y las llantas. Es una imagen que a los puristas nos gusta y que mantiene la imagen de 4×4 de verdad, mejor desde nuestro punto de vista, que la de los prototipos que a veces sintetizan demasiado sus líneas. Con detalle, todos los elementos de competición se convierten en protagonistas y hay que reconocer el buen acabado de los hombres de Jatón. Lo que más nos ha llamado la atención es la sencillez de muchas de las soluciones adoptadas. Basta asomarse al cajón de carga y ver como ha quedado el tren trasero, prácticamente desnudo con las piezas de la suspensión y trasmisión a la vista. Esto permite una inmejorable accesibilidad mecánica. Está preparada para llevar hasta tres ruedas de repuesto. El interior también practico y bien pensado ha aprovechado algunas cosas del vehículo de serie como el salpicadero y la palanca de la caja de reductoras. El vano motor y el tren delantero, también están bien rematados y pensados para un cómodo mantenimiento y rápida detección de incidentes y averías. En una similar corrimos una de las ultimas Bajas Tierras del Cid celebradas, por lo que nos es conocido el modelo sobradamente, y su comportamiento también. Rodamos con ella en el circuito del Rincón de Barrachina, con poco combustible y ruedas a medio uso. Es noble y previsible y permite llevar un buen ritmo de carrera sin meterse en líos. Lo que más le incomoda a la Hilux son los trazados demasiado ratoneros donde la maniobra suele hacer acto de presencia en los virajes más cerrados, algo endémico de todas las pick up de competición. Rodamos con poca gasolina, primero a la derecha del piloto y luego a los mandos y podemos seguir ratificando que es un modelo ideal en el mercado actual, por mantener los cánones de robustez, capacidad y eficacia. Además tras pasar por las manos de los hombres de Jatón, que la puede hacer a nuestra medida en función de nuestros planes deportivos, tendremos exactamente el coche que necesitamos, ya que un privado lo que quiere es correr sin problemas. REMIGIO ROVIRA, DE CANARIAS AL MUNDO. Este barcelonés, aunque parezca recién llegado, tiene tras