PRUEBA RACING: DACIA DUSTER M.R. RACING. EFICACIA PROBADA. Este prototipo, aúna lo más moderno llegado a la competición con soluciones probadas y fiables, consiguiéndose un conjunto efectivo y falto de problemas para un privado. Realización típica de los equipos portugueses, que de esto saben. EDICION EN PAPEL EN LA REVISTA AUTOAVENTURA 4X4. Si pensamos en un prototipo para correr, hay unos parámetros a priori imprescindibles, Motor potente, cambio rápido, suspensiones efectivas, carrocería lo más ligera posible… Este Dacia lo tiene todo, y hemos tenido la ocasión de conocerlo de forma personal, en la sede de su creador, MR Racing, iniciales que corresponden a las iniciales de Manuel Russo, nombre que representa dos generaciones de dedicación a la actividad automovilística. A él queremos agradecerle las facilidades y dedicación que nos brindo para poder realizar este reportaje, cerrando un tramo y dejando sus quehaceres diarios para facilitar nuestro trabajo. PROTOTIPO VETERANO, PERO A LA ULTIMA. En M.R. tienen una dilatada experiencia en este tipo de vehículos, basados en conocimientos adquiridos carrera tras carrera. Esta unidad se basa en el chasis de competición 4×4 que construyen artesanalmente, al que se puede adoptar una carrocería a gusto del consumidor. Se parte de una estructura monocasco con estructura tubular en acero aeronáutico, al que se ha acoplado un motor Renault V6 3.5 que ronda los 300 cv de potencia con electrónica Motec regulable. Caja de cambios secuencial Sadev de seis velocidades, con diferenciales son de la misma marca. La suspensión es independiente con a las cuatro ruedas con columnas Mc Pherson con dos amortiguadores Ohlins por rueda. En estas se montan neumáticos Michelin Latitud M235/80 R16. Deposito ATL de 175 litros. Todo el conjunto se cubre con una carrocería de fibra de carbono, y de vidrio y Kevlar. El peso se va en orden de marcha con líquidos propios (deposito vacio), en 2.250 kilogramos. Las dimensiones son 2,×1,8×4,3 metros (ancho, alto, largo). Los veteranos le recordaran con la carrocería de Hyundai Santa Fe, previa a la que lleva instalada en la actualidad, consecuencia de un primer acuerdo del piloto con la marca, que ahora se limita a un apoyo por parte del concesionario Dacia de Málaga. A BORDO, PREVISIBLE Y EFICAZ. El coche ya paso por nuestras páginas hace unos dos meses con ocasión de la presentación del equipo en el que pudimos subirnos a la derecha del piloto. En esta ocasión, lo tenemos para nosotros solos. Aparentemente el coche es igual, pero si nos fijamos notaremos que el frontal se ha cambiado para adecuarlo a la versión 2014 del Duster de calle. Mecánicamente esta convenientemente repasado tras el podio que acababa de obtener en el certamen luso y desde la primera ocasión que lo tuvimos cerca, ha mejorado sobre todo en el tema de la dirección, que ahora incorpora ayuda electrónica a la asistida hidráulica. “El coche es otro”, nos dice el piloto. “Más manejable, se gana tiempo en las mayoría de las curvas, se le siente más y se cansa uno menos”. Nos subimos a su lado para conocer el circuito que se ha preparado. Es la típica zona de dehesa, cercana a Montemor, sede del equipo. Buen piso, blando y suelto, y curvas rápidas y en Angulo recto. Enrique rápidamente lleva el coche cerca de los límites, a lo que ayuda que conoce el tramo y parece que no se va a cansar de rodar, pero pasados unos minutos con total confianza se baja y nos cede el sitio. Tras acomodarnos sin problemas, ya que Bonafonte es de considerable envergadura y comprobar el tacto de los pedales, nos ponemos a rodar. Lo primero que se constata es que el motor empuja y bien, las curvas llegan antes de lo previsto, lo de la dirección se agradece, el coche va por su sitio sin problemas, dado nuestro ritmo de paseo. Animados por el piloto a rodar más rápido, vamos ganado en confianza y vemos que es agradecido y noble, ya que se prevén sus reacciones. El leve salto que hay en el tramo no es problema, aterrizaje sano y sin perder motricidad. Otra cosa es ir más deprisa, aquí hay que jugar con las inercias y dar gas sin compasión en cuanto se ve la salida de la curva. Paramos, nos ha sorprendido lo manejable y sencillo de llevar que es este vehículo. A ritmo de carrera será otra historia, pero nos ha gustado mucho. Por poner pegas, preguntamos por el aire acondicionado, y Enrique nos confirma su ausencia, aunque nos hace saber que en su día lo tuvo. Nos parece una opción buena para un privado “normal” que nunca va a poder acceder a uno de los estratosféricos coches que copan las clasificaciones en la actualidad, personalizable ya que puede ponerse la carrocería que nos interese comercialmente y disfrutar de un coche que anda, se tiene y frena con un mantenimiento contenido. DETALLES IMPRESCINDIBLES. Hay cosas intrínsecas a la disciplina que muchas veces desaparecen por ceder ante la tecnología y las soluciones más modernas. En este coche se agradece ver que lo que siempre ha funcionado está presente. En las puertas hay un pequeño espejo de forma convexa que permite con abrir ligeramente saber de primera mano el estado de los neumáticos y detectar pinchazos. Con lo que se está detenido en un control de paso, vale. El depósito del limpia parabrisas tiene 25 litros de capacidad. El que escribe estas líneas y bastantes pilotos y copilotos habrán echado de menos algo así si en la carrera hay barro o muchos vadeos. Pese a que el depósito tiene su aforador y sus testigos electrónicos de cantidad de llenado, en la zona de carga hay una vara de madera con muescas para poder calcular de verdad la cantidad de combustible que hay en el depósito. BONAFONTE, FIJO DEL 4X4. Enrique Bonafonte Tortajada, es un madrileño ya cuarentón, al que las carreras de 4×4 siempre le gustaron. Debutó como muchos de sus coetáneos en la Cup 180, cita de orientación marroquí ineludible para