Quien ha visto y quien ve al modelo que aparte de rendir en sus tres primeras generaciones como es debido, siendo base incluso de preparaciones de mayor o menor envergadura para salidas al monte, se ha convertido en todo un buque insignia para la marca con un equipamiento y unos acabados y materiales de autentico lujo. Estamos ante la versión T-GDi HEV. Exteriormente se presenta como un vehículo grande de verdad. 4, 81 metros de longitud, se notan. El diseño es agresivo y serio pero sobre todo diferente a la competencia. Un frontal fiero y serio y líneas generales que transmiten robustez. Como siempre recomendamos adquirirlo en colores claros, lo que hará que parezca aun más grande. Buena superficie acristalada, lo que garantiza la visibilidad, complementada por el techo panorámico que equipaba nuestra versión de pruebas, algo muy agradable si viajamos por una zona atractiva. Detalles cromados, por todo el contorno de la carrocería, incluido dos peculiares bajo los retrovisores y en la última ventanilla lateral, también marcan su personalidad muy deportiva en conjunto con un prominente spoiler delantero y un generoso alerón trasero. Las llantas de aleación de 19 pulgadas no desentonan. Generoso tamaño de puertas que permiten una buena accesibilidad salvo para la tercera fila de asientos enfocada poco más que para dos niños. A BORDO, DE PRIMERA CLASE. Desde luego que el fabricante coreano no ha escatimado a la hora de lanzar el nuevo Sorento. A bordo del vehículo, la sensación es magnífica. Espacio de sobra, buena posición de conducción algo a lo que colabora el reglaje eléctrico del asiento, El cuero de la tapicería tiene un tacto agradable y con todo a mano. Si la parte delantera transmite calidad y buenos acabados, la trasera no le va a la zaga. Espacio de verdad y posibilidad de viaje hasta para tres adultos, solo comprometido el asiento central por la dureza del reposabrazos, que hará por otro lado que cuatro adultos viajen cómodamente y con espacio de verdad. El puesto de conducción permite multitud de actividades, desde planificar nuestro viaje hasta elegir luz y música ambiental. Pantalla táctil de 10,5 pulgadas con conectividad para telefonía móvil y control absoluto de la programación de muchas de las funciones del vehículo. Se agradece que muchos de los conmutadores sean por interruptor lo que garantiza el que estén o no operativos, que los materiales sean buenos y el ajuste impecable. El equipamiento es completísimo con diversos paquetes de ayudas a la conducción. En cuanto al maletero, este llega a tener dimensiones colosales. En la configuración de siete ocupantes, tiene 179 litros de capacidad, abatiendo la tercera fila de asientos, llegaremos a los 813 y si lo dejamos con dos pasajeros y el resto carga quedaremos en el umbral de los 2000 litros, lo que nos permitirá hacer hasta alguna pequeña mudanza. EN MARCHA, TODO ALEGRIAS. Con estas premisas nos disponemos a mover el Sorrento, que en una primera impresión nos parece aun más grande desde dentro que desde fuera. Hay que cuidarlo en tráfico urbano, porque algún hueco para aparcar puede ser finalmente escaso y según que maniobra deberemos extremar la atención. Las cámaras perimetrales ayudan lo suyo y permiten asegurar cualquier movimiento. En carretera, disponemos de un potencial más que serio para movernos. El motor de combustión es un 1,6 turboalimentado que da 180 caballos al que se une uno eléctrico de 60. Combinados no debemos hacer la suma directa ya que el fabricante anuncia 230 en total. En uno de los laterales tenemos la toma de combustible convencional y en el otro la de carga eléctrica cuyo cableado viene en una práctica mochila para poder recogerlo todo tras cada carga. A la hora de la verdad, nos movemos por las vías rápidas sin problemas, con un andar cómodo y siempre progresivo. En los modos de conducción existentes en el salpicadero, por defecto tendremos la posición smart, pero disponemos de una eco, si nuestro andar es tranquilo y una sport si queremos ser mas dinámicos además de contar con levas de cambio en el volante. Buen compromiso de suspensiones, andar alegre y cómodo, sin ruido exterior y con una postura de conducción que invita a hacer muchos kilómetros. Es desde luego una apuesta muy seria, llena de calidad y equipamiento que dejara satisfecho a su cliente final, que eso si habrá tenido que dejarse en el concesionario más de 50000 euros para tener un Sorento. Estamos ante un modelo familiar, que vale para todo, ciudad (tenemos hasta etiqueta ECO), carreteras, viajes, vacaciones, actos sociales, excursiones…Equipado hasta el techo, con calidad rezumando por todos lados, buen comportamiento en todo momento, listo para convertirse en el primer coche de muchas familias. EN EL MONTE, LUCES Y SOMBRAS. Estamos ante un modelo que atesora diferentes cualidades para rodar fuera del asfalto o en condiciones de piso deslizante. En el Sorento tenemos tracción total, tres modos de conducción según el estado del terreno, Tierra, nieve y arena, control de descensos, ayuda de arranque en pendiente, cámara de 360 grados para ayudarnos en las maniobras, y ¡RUEDA DE REPUESTO! Algo que parece que se olvida a la hora de completar la fabricación de un vehículo y más si se pretende salir del asfalto. Pocos SUV pueden presumir de tantas posibilidades. En contra, hay que tener en cuenta de que partimos de una estructura que roza las dos toneladas de peso, que cuanta con una altura libre que llega escasamente a los 20 centímetros, con unos ángulos característicos justos en sacrificio del diseño exterior, unos neumáticos totalmente enfocados al asfalto y lo peor unas expuestas estriberas, que tocaran en cuanto el terreno se ondule de mas. Contemplar dentro de la gama una versión básica en cuanto a lujo, pero no en prestaciones y con carrocería “recortada”, no debe ser rentable, pero le convertiría en un modelo a tener en cuenta por aficionados, profesionales y empresas. En la práctica, disfrutamos de un vehículo noble, nos gusto el compromiso en cuanto al tarado de suspensiones, y lo