Los buggies ligeros viven su mejor momento comercial, implantados en el parque móvil del país con total naturalidad y frecuencia de uso, y en competición, donde no solo participan sino que también han mejorado sus resultados carrera tras carrera hasta llegar a conseguir una victoria absoluta. Lo han hecho los hombres de Buggie Xtrem. Conózcamolos. EDICIÓN EN PAPEL EN LA REVISTA AUTOAVENTURA 4X4. Polaris lleva ya varios años en nuestro mercado. Desembarcado en principio con los quads, para posteriormente seguir con los ATV y finalizar completando su gama con los UTV. Como vehículo recreacional han calado y la red comercial, ha crecido. Uno de los nuevos puntos de venta, nuevo relativamente ya que lleva varios meses funcionando, es la concesión oficial de Valencia, situada concretamente en la población de Torrent. Completísimas y amplias instalaciones incluyendo exposición, taller, y almacén de recambios, completan la cara visible de la compañía. ¿Y los de carreras? En Mataró. Parece una incongruencia pero Sami Plaza sabe lo que se hace, y teniendo dentro del grupo instalaciones y el personal especializado en Cataluña decidió mantener allí la estructura de competición. Además esta última tiene para rizar el rizo varias sedes, pero pese a que parece un planteamiento complicado, funciona como un reloj suizo.UN PROCESO, RACIONAL Y PRACTICO. Gass Clavat es la denominación del departamento de competición de Buggie Xtrem. Existe una primera nave donde llegan los buggies en cajas de madera completamente desmontados, tal y como se entregan los destinados al uso urbano al concesionario en Valencia. Una vez dispuestas las distintas piezas se va montando incluyendo las específicas para competición reservando el material de serie que no se usa. La base del Polaris, necesita las modificaciones justas. Para poder presentarse en una carrera sin excesivas y costosas modificaciones. En este equipo apuestan por mantener la mayor cantidad de componentes posibles de serie, en base a un “kit” preparado al efecto. Este kit incluye en líneas generales el arco de seguridad antivuelco, los asientos de competición, los cinturones de seguridad, el extintor, el volante de competición desmontable, el depósito suplementario, el conjunto muelle amortiguador los neumáticos y las llantas de mordaza la instalación eléctrica, las luces suplementarias de freno y antipolvo, intercomunicadores, Terratrip, el desconectador y trapecios y tirantes reforzados del propio catalogo de Polaris. En las imágenes se ven tres unidades, una completamente desnuda, otra en fase de montaje y una tercera que corresponde a la que utiliza habitualmente Sami Plaza y que estaba tal y como terminó la Baja Almanzora. Aquí también se encuentran los buggies que tan solo quieren un preparación sencilla aunque no se vayan a utilizar en competición, los que corren en el certamen de motos y los que una vez utilizados en competición se montan de nuevo con las piezas de serie para volver a tener un uso civilizado. Jordi Abril, tiene una nave propia donde está su buggie de carreras actual, el del año pasado, uno que tiene para entrenar desde ha años y un cuatro plazas para pasear a la familia y amigos. Aquí tiene sus propias piezas de recambio y segundos juegos de ruedas. Por logística le viene bien para hacer un uso intensivo los fines de semana y para pulir poco a poco los buggies a la hora de que sean competitivos. Por último, Joan Lascorz, utiliza otras instalaciones, en la zona, en concreto una parte de las que el equipo Kawasaki utiliza como base para las motos del Mundial de Superbikes. Aquí su mecánico personal David López trabaja en que la unidad de Joan este perfectamente puesta a punto, con el piloto casi de forma permanente supervisando los trabajos. Puede parecer raro pero están las tres naves cerca con los miembros del equipo zascandileando entre ellas. Buenos vecinos. EPICENTRO. La sala de reuniones es el centro neurálgico a nivel planificación, donde tienen lugar la preparación previa de cada carrera. En esta sala es donde pudimos llevar a cabo las entrevistas en un gesto de transparencia del equipo. Allí se nos enseño la trastienda en cuanto a la logística, basada en que todo el mundo sepa lo que tiene que hacer en cada momento. A cada carrera, se desplazan los tres buggies de carreras, remolcados por tres de los cuatro furgones del equipo amen de un 4×4 de asistencia rápida y una ranchera para transporte de personal y equipajes. Se prepara la disposición de la asistencia en base al espacio facilitado por cada organizador, se repasa el reglamento particular, el recorrido se analiza y se pone por escrito hasta la indumentaria que se ha de llevar en cada momento. Esta y otras informaciones las reciben los clientes que opten por el alquiler, incluyéndoles en la estructura del equipo como uno más. El sistema de alquiler incluye la a través de Glass Clavat el vehículo listo para participar la inscripción de la carrera para piloto y copiloto, la licencia de concursante, el alquiler del G.P.S. y el Stella la asistencia, los mecánicos, la carpa, el recambio y neumáticos, y el alojamiento, debiéndose preocupar únicamente de presentarse a correr con su equipación y su licencia. MOTOS. Paradójicamente, de forma paralela al certamen de coches, existe uno de motos, al amparo de la Federación de dicho deporte. En países como Portugal solo se puede correr con un Polaris como una moto mas, pero la F.I.A. afirmo que reglamentariamente si el vehículo tiene volante, es un coche, por lo que aquí. La de Automovilismo lo contempló y lo reglamentó permitiendo su participación no solo en los raids sino también en los rallies de tierra. Paradójicamente, las exigencias tanto técnicas cono deportivas y de seguridad para ambos certámenes son muy diferentes, siendo más laxas en la de Motociclismo, por lo que se hace imposible tener un vehículo que permita participar simultáneamente en ambos, lo que hace que haya dos unidades para las carreras de motos en perfecto estado para competir. El caso es estar en todos los frentes compitiendo. OTRAS DISCIPLINAS: METIDOS EN TODO. En su afán de tener presencia